[FanFic Naruto] La villa oculta entre la noche

Capítulo 3 - El difícil entrenamiento de Hatsumei

Hatsumei se encuentra en medio de un claro del bosque, frente a él se encuentran sus alumnos expectantes

— Tomen este entrenamiento con seriedad, luchen contra mí como si su vida dependiera de ello, les advierto que no me contendré durante esta batalla

El lugar se queda en silencio por un momento y los chicos observan con atención

— Bien, a partir de este momento comienza el entrenamiento

Hatsumei desaparece repentinamente, ante esto los chicos se reúnen para planear su estrategia.

— Bueno, es momento de poner en práctica la estrategia que entrenamos. ¿Están listos? — Pregunta Yoru tratando de asimilar la situación

— Claro, aunque... ¿Podrías recordarme algunos detalles primero? — Responde Kuroshi algo confundida

— ¡¿Cómo pudiste olvidar algo tan importante?! — Increpa Shiryoku enfadado

— ¡Disculpa, Shinobi estrella! ¡Seguro que tú recuerdas todo a la perfección!

— Bueno, yo...

Varios kunais salen disparados de la copa de un árbol cercano y atraviesan en medio de los chicos, uno de ellos roza la mejilla de Shiryoku. A lo lejos se escucha la voz de Hatsumei, el cual aún se mantiene oculto

— ¡No olviden que este es un combate real! El enemigo no esperara a que arreglen sus diferencias antes de atacar, por el contrario, de ser posible sacara ventaja de ello

Yoru y Shiryoku corren en direcciones opuestas mientras que Kuroshi realiza una serie de sellos, del suelo emergen un par de enredaderas que se lanzan encontra de un árbol cercano, al llegar a la punta atrapan a Hatsumei quien se encontraba escondido ahí.  Los otros dos chicos lanzan kunais en su contra, estos van a impactarse directamente en su cuerpo, pero de inmediato se despliega una nube de humo y un tronco se revela debajo de ella.

— ¡Maldición volvió a desaparecer!

Hatsumei reaparece detrás de Kuroshi y la captura, coloca un kunai sobre su garganta. Shiryoku y Yoru observan confundidos la escena.

— ¡No se queden ahí parados, hagan algo! — Grita la kunoichi entre pataleos

— He estado entrenando esta técnica durante mucho tiempo, espero que funcione — Susurra Yoru para si mismo

El joven shinobi realiza una serie de sellos y de sus manos emerge una corriente de viento que toma forma de una serpiente, esta se lanza vertiginosamente en contra de su maestro. En respuesta Hatsumei suelta a Kuroshi y retrocede de un salto a la copa de un árbol. Sin embargo la serpiente no se detiene y termina enroscándose alrededor del cuerpo de Kuroshi

— ¡Yoru, detente! ¿No te das cuenta que estas lastimando a Kuroshi? — Grita Shiryoku con desesperación

— ¡La técnica se ha salido de control! — Responde Yoru confundido

— ¡Supongo que todo queda en mis manos!

Shiryoku se para firmemente delante de Kuroshi

— Yo también guardo un haz bajo la manga

El muchacho realiza una serie de sellos, junta las manos y espera un par de segundos, repentinamente un par de chispas brotan de sus palmas, no sucede nada más.

— ¡Demonios! Estaba seguro de que esta técnica funcionaria... casi...

La serpiente que estrangulaba a Kuroshi finalmente desaparece y esta cae desmayada al suelo, ambos chicos corren a su encuentro.

— ¡Kuroshi! ¿Qué te ocurre? ¡Despierta!

La kunoichi no responde, peor aún, un gran charco de sangre se ha comenzado a formar debajo de ella. Antes de que los chichos puedan asimilar la situación, Hatsumei reaparece, captura a Yoru y desgarra su garganta con un Kunai. El joven shinobi comienza a sangrar a chorros y finalmente se desploma sobre la tierra. Hatsumei lanza el Kunai ensangrentado hacia el suelo y camina lentamente hacia donde se encuentra Shiryoku.

— Les advertí que su vida estaría en juego, cuando el enemigo está al acecho no hay tiempo para quedarse inmóviles.

Shiryoku comienza a retroceder a medida que Hatsumei se acerca, se detiene a una distancia considerable, tembloroso toma un kunai de su bolsillo y corre al encuentro con su maestro. Cuando finalmente hace contacto atraviesa su cuerpo como si de un fantasma se tratara. Entonces el engaño de Hatsumei se revela, los shinobis habían caído presas de una técnica ilusoria ejecutada por su maestro

Kuroshi y  Yoru se encuentran atados a un árbol cercano, junto a ellos se encuentra Hatsumei, Shiryoku los mira expectante.

— ¡¿Que está sucediendo?! — Cuestiona Shiryoku confundido

— Salvo por las fallas en sus tecnicas, todo se trató de una ilusión — Responde Hatsumei molesto — Pero ya es suficiente, me queda claro que ustedes tres aun necesitan mucho entrenamiento

Hatsumei se coloca frente a Kuroshi y comienza a desatarla

— Especialmente tú, fuiste la primera en ser capturada por el enemigo

— Lo siento — Responde la kunoichi avergonzada — Necesito practicar, me esforzare mucho más, es una promesa.

Shiryoku ríe ante esta afirmación

— ¡Kuroshi no es la única con fallas! — Responde Hatsumei al percatarse de las risas — Su principal problema radica en el trabajo en equipo.

Kuroshi camina hacia Shiryoku, se detiene frente a él y levanta su brazo. El joven shinobi se cubre instintivamente previendo un golpe, pero la situación es distinta

— No voy a golpearte — Responde Kuroshi ante la evasiva — Somos un equipo y debemos comportarnos como tal, estoy dispuesta a olvidar nuestras diferencias si tú haces lo mismo.

Shiryoku no responde y desvía la mirada, finalmente tras unos segundos de reflexión levanta el brazo y estrecha torpemente la mano de Kuroshi como símbolo de aceptación

Mientras se llevaba acabo el combate ha caído la noche. En otra parte del bosque la caravana se ha establecido y permanece oculta tras una barrera de niebla convocada por los shinobis de la villa. Todos se han retirado a dormir, excepto por un grupo de hombres que resguardan el campamento.

Hatsumei y su grupo arriban de vuelta. El shinobi ingresa a una carreta cercana mientras que los chicos se reúnen alrededor de una fogata, ingieren sus alimentos y charlan efusivamente. Finalmente comienzan a sentirse cansados y se disponen a dormir. Yoru y Shiryoku conciliaron el sueño rápidamente pero Kuroshi se mantenía despierta. La kunoichi reflexiona en silencio sobre lo ocurrido esta tarde.

— Dije que me esforzaría ¿Pero, cuál es mi papel en este equipo?

Se levanta cuidando no despertar a ninguno de sus compañeros y comienza a caminar sin rumbo fijo