~•☀️El sol se apaga y la luna se alza 🌙•~ (Canceladisima)

#12

Narrador-
Siguiendo con el capítulo anterior.

Adrián saco los dedos de la entrada de Sam, puso su miembro directo en la entrada de el rubio y entró lentamente en el; el de abajo solo soltó un placentero gemido que era un deleite para el azabache, termino de meter todo su miembro y espero unos cuantos minutos hasta que Sam movió sus caderas dando Indicaciones de que ya estaba listo para lo siguiente que venía.

El de pelo negro comenzó a dar lentas embestidas y el rubio solo gemía y agarraba las sábanas, salían pequeñas lágrimas de sus azules ojos, gemía y solo pedía más a las cuales el contrario comenzó a hacer caso y las embestidas eran más fuertes.

☀️: ¡Mmgh!~... Ah~.. Más ~....

🌙: Lo que tú digas, cariño~ -dijo de manera seductora mientras aumentaba la velocidad y a cambio recibía aquellos sonoros gemidos-.

☀️: ¡A-aah!~ Adrián~ 💕 Mmgh, así, Oh~

🌙: Gime más para mí, lindura. ✨ -aumento la fuerza hasta que toco el punto g de Sam y este soltó un grito mezclado con un gemido bastante fuerte que llenó toda la habitación y de paso este se corrió de nueva cuenta- Que lindo, sigue así cariño~

☀️: M-más~ -dijo suplicante mientras sus piernas temblaban y se aferraba aún más a las sábanas - U-una última ronda...

🌙: ¿Más?, Lo que tú digas, jeje~

Narrador-
Haciendo caso a las órdenes del rubio, el pelo azabache dio una última ronda a su pequeño sol, antes de salir se corrió dentro de este y dejando salir un gemido algo grave, acostó cuidadosamente a Sam en la cama y lo tapo con una sábana distinta ya que las otras estaban llenas de semen de ambos; tiempo después se metió junto con el a la cama, así ambos desnudos habían quedado exhaustos de aquel maravilloso momento que habían tenido, sus pieles se juntaban a la del otro, todo se sentía caliente y el simple tacto estremecía, Sam quedó algo cansado. Adrián pego a su pecho al contrario y el mencionado solo se digno a acariciar el pecho de este y dejarle un casto beso en los labios a el cual azabache correspondió gentilmente. Al poco rato rieron ambos y después de unos cuantos mimos cayeron dormidos el par de tortolos, lo único que no sabían es que varios chismosos los habían escuchado a pesar de que estos terminaron en la madrugada su evento calenturiento.