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La realidad puede parecerte una hija de puta cuando no quieres aceptarlo. 

Despiertas y crees que tu realidad es una fea pesadilla. 

Prefieres seguir soñando y no despertar, no quieres levantarte, no quieres salir a enfrentar la vida.

 Quieres quedarte en casa todo el tiempo a desperdiciar lo que te resta de tu vida, porque nada y nadie te motiva a seguir adelante...

Al menos a mi parecer, es lo que quiero hacer, es lo que pienso, pero no puedo detenerme, no puedo quedar mal. No puedo rendirme, porque sé, que él no quisiera eso para mi.

Creo que ya fue suficiente de mirar el techo, debo levantarme y arreglarme para la mierda de día que tendré hoy. 

Me miro al espejo y noto la enormes ojeras que tengo bajo los ojos por la falta de sueño.

Maldita sea, mi aspecto no es la mejor del mundo. 

Escucho algunos golpes suaves de la puerta de mi habitación y después:

-Hey, bro, ¿ya estas despierto? . - La voz de Kirishima. - Recuerda que hoy es un día importante. Debes estar listo antes de 12:00 de la tarde- Me dice. 

Por supuesto se que día es hoy.

Hoy me nombran oficialmente el héroe numero uno.

Debería estar emocionado o algo por el estilo, pero no lo estoy. Además, debo dar un discurso de agradecimiento en donde debo dar algunas palabras de motivación tanto para nuestra generación y futuras generaciones de héroes.

Aun  que debo de admitir que con eso no soy bueno.

Salgo de la ducha con gotas de agua escurriendo mi cuerpo y procedo a secar mi cuerpo con la tela, cada parte de ella hasta asegurarme de estar por completo seco hasta que llego a una marca de batalla.

Un cicatriz en diagonal en mi pecho se extiende. Comienza arriba de mi pectoral derecho y acaba en mi clavícula izquierda. Acaricio la cicatriz, cierro mis ojos y los recuerdos de esa noche llegan a mi como flashazos que me ciegan con cada momento.

Las risas, las sonrisas, los días cálidos y luego  la sangre, los golpes, los hematomas, el dolor, y las lagrimas de Deku.

-Katsuki. - 

Abro de golpe mis ojos cuando escucho la voz de Kirishima a mi lado, el me esta mirando extrañado por mi comportamiento. 

-¿Todo bien bro?. - Se acerca y yo paso alado de él.

-Todo bien. - Respondo en cuanto me dirijo hacía mi closet para cambiarme, saco mi traje y procedo a cambiarme enfrente de él.

-¿Cómo has dormido  hoy?. - Me preguntó.

-Como siempre. - 

Escucho como se le escapa un suspiro, se acerca nuevamente a mi, sus brazos rodean mi cintura, recarga su frente en mi espalda, deposita un beso que manda un escalofrió por toda mi espina dorsal.

- Ojala pudiera ser algo para alejar tus pesadillas de tus dulces sueños.-

No respondí nada. 

Por supuesto que Kirishima, quisiera poder reparar mi quebrado corazón, lo ha intentado más de una ocasión, ha querido borrar el triste recuerdo que tengo de Midoriya. Incluso, me temo decir que Kirishima a desarrollado un cierto odio hacía Deku, pues su partida me dejo muy mal .

-Démonos prisa o llegaremos tarde a la ceremonia.-  Me zafe de su abrazo y seguí vistiéndome. 

Diez minutos después ya estaba listo, pase a la sala de estar donde escuche algunos murmullos que se me hicieron familiares, extrañado fuí y enseguida una pequeña explosión y serpentinas de colores cayeron en mi cabeza.

-¡EN HORA BUENA!, ¡MUCHAS FELICIDADES POR CONVERTIRTE EN  EL HEROE NÚMERO UNO!. - 

Mina, Denki y Sero estaban ahí para darme sus más sinceras felicitaciones .

La pelí-rosa no tardó en llegar a mi y abrazarme  con todas sus fuerzas, de ahí le siguió Pikachu y después Sero y al final Kirishima que se unió hasta al final .

-Ya... Es demasiado extras... No puedo respirar. - Dije dificultosamente .

Mis amigos se alejaron un poco de mi y me permití respirar un poco. Luego carraspeando un poco la garganta y de alguna manera controlar mis nervios para dar algunas palabras de agradecimiento a mi equipo, levante la mirada analizándolos unos segundos que me bastaron para hacerme sentir nostálgico.

Ese nerd, si él estuviera aquí, él me felicitaría con una enorme sonrisa y yo por supuesto lo hubiera mandado al demonio, pero sabiendo que profundamente agradecía su gesto.

-Bakugo... - Mina corrió hacía a mi con un pañuelo y seco mis lagrimas que no note que salían de mis ojos. - Vamos, vamos hombre, no te pongas así. -

-Perdón. - Dije. - Se que no lo digo mucho, pero agradezco tener amigos como ustedes. - 

Y sin esperar demasiado, nuevamente todos se lanzaron a mi para abrazarme para tratar de consolarme y también para darnos un abrazo en equipo.

Mi viejo yo seguramente no le hubieran gustado este tipo de contacto, pero hoy en día era muy diferente. 

Y no se si realmente era por él y su partida. 


Continuara.... 





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