Aᴍʙᴏs Pʀᴏxʏ's ǫᴜɪᴇʀᴇɴ ᴀ ʟᴀ ᴍɪsᴍᴀ ᴄʜɪᴄᴀ, ᴘᴇʀᴏ sᴏ́ʟᴏ ᴜɴᴏ ʟᴀ ᴛᴇɴᴅʀᴀ́.
Nunca sabes quién te observa.
Nunca sabes quién te sigue los pasos.
Nunca sabes quién te piensa.
Y cuando te dés cuenta, puede ser demasiado tarde. Ya eres su objetivo, su obsesió...
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Elena Jones
DOS DÍAS DESPUÉS...
Kenia aún continúa desaparecida y no he vuelto a saber nada de esos tipos que me violaron.
Unos días después me dejaron salir del hospital y regresé con bien a mi casa.
La policía no dudó en seguirme hasta casa y ahí me interrogaron, se puede decir que fuí casi obligada a confesar y no tuve más remedio que soltar todo de una buena vez. Ya no podía seguir callando más.
Los familiares de mis difuntos amigos también me exigieron decir todo lo que pasó esa noche. Sus familias están destrozadas y exigen justicia.
Pero lo que más me frustra es que no hay ningún avance o nueva pista en las investigaciones.
También hablamos sobre mi caso en Québec, les conté con detalle todo lo que sucedió esa noche.
Fueron horas de interrogatorio y de estar repitiendo constantemente mi versión.
Ethan y mi abuela abogaron por mí y me defendieron de la policía. El pariente del que me habló Ethan es abogado y me está ayudando con mi caso. Está haciendo lo posible para que yo sea declarada algo así como inimputable con el argumento de “locura temporal” o que mi crimen sea juzgado como producto de una “emoción violenta” producido por la violencia extrema que sufrí.
Ethan está preparando un plan por si las cosas se complican, me dijo que si las cosas no salen bien nos escaparemos juntos y nos iremos muy lejos de aquí. La verdad, yo no estuve de acuerdo con su plan, las cosas no son tan fáciles, es demasiado arriesgado y eso complicaría más las cosas. Además de que también pueden encarcelar a Ethan por convertirse en mi cómplice y yo no quiero eso para él. Pero Ethan está necio y no le importan las consecuencias, él no quiere verme tras las rejas.
Pasado mañana tengo mi primera cita con la psicóloga y estoy muy nerviosa.
Tras lo que me pasó me dá terror el exterior, me dá miedo salir a la calle. Desde que salí del hospital no he querido salir para nada de mi casa.
El miedo aún persiste en mí, me dá miedo salir afuera, no quiero que ellos me sorprendan en cualquier momento y maten sin avisar a los únicos que me quedan.
Aunque esté en casa me mantengo muy alerta, cualquier pequeño ruido me altera.
—Elena—, Me sobresalté cuando la abuela me llamó desde la puerta de mi habitación.
«Demonios, en serio me asustó mucho».
—Ethan me acompañará al súper a comprar la comida, ¿Vienes con nosotros?—Me remuevo incómoda y tardé en dar mi respuesta.—Te hace muy bien salir a tomar el sol, estás muy pálida—.
