Termino de hacer la trenza en mi cabello y suspiro con pesadez. El perfume que me he puesto hasta llega a irritarme por su estúpida dulzura. El uniforme del colegio me parece perfecto para no tener que buscar ropa al levantarme. Termino de atar mis vans para tomar la mochila y bajar corriendo las escaleras.
En un abrir y cerrar de ojos mi mirada perdida se encuentra en la escuela. Acomodo mi cuerpo en el banco, y cuando veo a Harry entrar al salón contengo la respiración. Ayer todas mis expectativas y pensamientos sobre él cambiaron.
—Mia, quiero hablar contigo—dice parado frente a mi. El timbre todavía no ha tocado, por lo que podríamos hacerlo sin problemas—. Cinco minutos, nada más. Te juro que no te vas a arrepentir de escucharme—tira su mochila al piso.
—Hable—murmuro. Nos veremos todos los días, por lo que no hay forma de evitar cruces.
—Yo no quería lastimarte, solo quería... Tu no me vas a entender pero todo esto de los prejuicios por ser gay es muy complicado, y de alguna forma contigo quería hacer que al menos piensen que somos novios, para evitarlo—se arrodilla para que nos podamos ver—. Lo siento.
—Está bien, solo no lo haga con nadie más.
—No estaba jugando contigo, en mis planes no estaba hacer que gustes mio. Pero las cosas se dieron así. Eres una chica muy linda, y simpática pero yo...—deja de hablar.
—Es gay—susurro sin ganas—. No hay rencores, al menos no me enamoré de usted—digo simple, y a los pocos segundos el timbre suena con fuerza, como si fuera una forma de escape para Harry.
Mi corazón late rápidamente en el pecho, alertando que el dolor que siente es lo grave de querer a una persona así.
—Buenos días a todos—dice un hombre de tez oscura y lentes cuadrados entrando al lugar—. Soy el director, para los que no me conocen, Robert Hundersen. Vengo aquí a anunciarles que este año hemos recibido una beca con la cual además de reformar el colegio, haremos distintas excursiones. Y de los sextos ustedes fueron el elegido para viajar. Los lugares no son los más conocidos, como Nueva York, Paris y esas cosas, la idea es conocer países desconocidos. Así que aquí tomaremos de esta caja un papel, que indicará su destino—en la clase hay un ensordecedor silencio. El hombre -que apenas conozco-, toma una pequeña caja, y luego de revolverla varias veces con un lapicero en las manos, escoge un papel—. Punta del Este.
—¿Donde es eso?—pregunta uno de mis compañeros, haciéndonos el favor de ahorrarnos hablar.
—Piriápolis, Uruguay—toma la lista de la clase, y se pone los lentes—. Harry Styles y Mia Black, por favor acompáñenme a mi despacho. Debo hablar con ustedes.
Me paro desorientada, sin saber que he hecho para ser llamada. No obstante camino junto al rizado afuera del salón, y por el pasillo detrás del director. Cuando llegamos a su despacho hace señas para que nos sentemos en dos sillas.
—Como ya se habrán dado cuenta, ustedes son los más maduros de la clase por su edad. Todos los años en los que hacemos viajes siempre hay dos delegados de cada clase que se encargan de cuidar al grupo desde adentro. Ustedes son los elegidos este año, porque los profesores nos han informado que además de ser muy maduros y serios tienen buen desempeño en clase—explica el hombre con una voz profunda—. ¿Se llevan bien?—pregunta y antes de que yo pueda abrir la boca, Harry habla.
—Sí, somos muy amigos.
—Genial, entonces supongo que no tendrán problemas, ¿verdad?
—¿En que consiste ser delegado? O sea, ¿qué debemos hacer de diferente a los demás?—pregunto antes de responder su cuestionamiento.
—Se encargan de intentar mantener el orden entre el grupo. Obviamente hay más adultos a cargo pero ellos no se incluyen en la clase, por lo que necesitamos a dos infiltrados digamos. Si hay algún problema menor ustedes deberán solucionarlo, y si no pueden hacerlo informan a sus mayores.
—Acepto—dice Harry.
—Yo también—digo luego de unos segundos. No puedo negarme a la petición del director, y mucho menos si pone toda esa confianza en nosotros.
—¡Genial! La estadía es de dos semanas, y como paga por su trabajo tienen dos días de cada semana libres a la noche para poder salir. Eso sí, cualquier inconveniente como alcoholismo, drogas o algo parecido les dará una expulsión inmediata del colegio. Sin excepciones—nos mira por arriba de los lentes.
—No se preocupe, nos comportaremos—dice Harry, yo asiento apoyándolo.
Salimos del despacho, y yo quedo atrás por unos pasos para cerrar la puerta con lentitud, justamente intentando evitar su cercanía. Pero esto se arruina cuando el rizado se da vuelta y me espera.
—Va a estar bueno el viaje, ¿eh?—dice.
—Supongo. Pero ser los delegados nos traerá mucha responsabilidad.
—Tendremos cuatro noches para salir a divertirnos, ¿qué más quieres? Además, es genial tener poder en el grupo. Nos respetarán todavía más que ahora—replica divertido.
La puerta de nuestro salón se hace presente en nuestro camino, y soy yo la primera en entrar evitando que la incómoda conversación siga rumbo. Porque a pesar de que intento evitar estar molesta con él, no puedo superar que haya sido tan malo conmigo al utilizarme.
(...)
Apenas el timbre de salida resuena en el colegio tomo mi mochila e intento salir lo más rápido posible de la institución. El camino de vuelta a mi casa es rápido, y pocos minutos después me encuentro abriendo la puerta de entrada, e ignorando el hecho de que Harry este en ese momento también está entrando a la suya. Porque cuando él está alrededor siento que mi mirada no puede ir a otro lado, como si tuviera un imán que atrae mis ojos.
Al abrir la puerta quedo paralizada por unos segundos. Mi vista logra captar una de las imágenes que más he estado necesitando últimamente.
—No lo puedo creer, ¿qué hacen ustedes aquí?—pregunto emocionada a las dos mujeres sentadas en los sillones. Mis dos mejores amigas de siempre.
—¡Oh mi Dios Mia! Que hermosa que estas—dice una de ellas para acercarse y abrazarme.
—Hemos venido a visitarte amiga—interrumpe la otra, con su tierna voz.
Es ahí donde recién me doy cuenta cuanto necesitaba de ellas. Varios recuerdos llegan a mi cerebro, y sé que los mejores momentos de mi vida los pasé con ellas. Solíamos hacer todos juntas, como verdaderas hermanas.
Nuestra tarde transcurre en contarnos que ha sido de nuestra vida los últimos tiempos, y esto incluye decirles lo ocurrido con Harry que fue lo más interesante que he vivido. Ellas insultaron de todas maneras al rizado pero hay algo que no me deja hacerlo yo, como si no me importara su bajo juego con mi persona, y tan solo pudiera intentar olvidarlo para estar bien con él. Saber que voy a tener que pasar dos semanas a su lado en lugar de molestarme me agrada, y eso me preocupa.
El capítulo es corto pero el próximo "Styles" será pronto. ¿A alguien más le da curiosidad saber que va a pasar con Marry en el viaje? Porque yo soy la escritora y necesito saberlo JAJAJA
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Bisexual » Styles |cancelada temporalmente|
Fiksi Penggemar"Estoy de los dos lados" ©Derechos de autor. No se permite copia parcial, adaptación y/o traducción de la fic sin permiso de la escritora. Advertencia: lenguaje ofensivo, escenas fuertes. Portada hecha por: @northwestyles Trailer hecho por...