67: La flor
Kayla
—Debido al pacto de Kayla con Hunter, estamos en la obligación de rescatar a una niña —empezó mi abuelo, pero yo, que me había enderezado antes de que empezara a hablar, me apresuré a interrumpir.
—Ustedes no están obligados a nada —aclaré, con calma. Mi abuelo me miró, pero fue mi tío Sam quien habló antes que él.
—Somos un clan, es nuestra responsabilidad apoyarte en tus pactos —dijo.
—Más si estos nos afectan a todos por igual —siguió mi tío Allen, como si un poco me reprochara no haber pensando en cómo los iba a afectar a ellos.
Yo fruncí el ceño.
—Creo que no importa cuánto nos afecte si estamos hablando de la seguridad de una niña inocente —tercí. Por el rabillo del ojo, noté como mi tía arrugaba la nariz—. Somos todos adultos aquí. Y creo recordar que no somos solo un clan. Somos una familia. Y como dijo el abuelo, una familia no implica una dictatura, como ha sido con todos ustedes hasta ahora. Son libres de determinar su participación en esto, pero tengan en claro que yo no la necesito.
A Allen no le gustó mis palabras. Mientras mi abuelo me miraba en silencio, mi papá y mi tío Sam suspiraron, como si lo que hubiese dicho fuese una tontería sin sentido.
—Kayla, las cosas no funcionan así —me dijo Allen con toda su paciencia, lo cuál me irritó—. Como dije ayer, estamos violando las leyes de sangre al tomar posesión de una niña Edevane, por lo que no podemos, como clan, ignorar el bienestar o posible peligro de uno de nuestros miembros. ¡Esa regla, que vas a romper, nos incluye, a los ojos de los demás clanes, a todos!
—Hija —intervino mi papá, al notar que mi abuelo seguía callado—. Estoy de acuerdo con tu visión, pero en este caso, tenemos que pensar cuidadosamente los siguientes pasos. Y nosotros pensamos que lo mejor...
Me puse de pie de un salto.
—¿"Nosotros"? —solté—. No, papá, aquí no hay ningún nosotros.
—Kayla —insistió mi tío Allen, levantando el tono de voz, con un gesto autoritario—. No conoces suficiente de los pactos para dejar todo esto en tus manos...
—¿Perdón? —casi que chillé. La mesa se tambaleó. La silla de mi tío se agitó. Todos se observaron entre sí antes de mirarme. Mi tío Allen pasó de ser el adulto duro a mostrarse un poco inseguro.
—Tu tío, tu abuelo, tu papá y yo, creemos que lo mejor es que nos encarguemos de...
—¡Cierra el pico! —le ordené, señalándolo con un dedo.
En ese instante, la silla se movió hacia atrás. Alejó a mi tío de la mesa y lo llevó contra la pared del comedor. Él me observó indignado, pero cuando quiso pararse, no pudo hacerlo.
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Hodeskalle [Libro 1 y 2]
VampiroCuando Kayla White, una semi humana y la menor de su clan, asesina por error a un compañero de clases, no tiene más opción que hacer un trato con Mork Hodeskalle, un vampiro milenario y peligroso que tiene una sola cosa en mente: llevársela a la cam...