Núcleo.
Después de tener que vagar junto a Wei Ying y tontamente correr para llamar la atención de los Wen en aquel mercado para evitar que lo vieran, ¿Qué pasó por mi mente? Realmente no lo sé.
Quizás el instinto de proteger a mi hermano. O simplemente ser un impulsivo.
Había perdido a mis padres, no sabía exactamente el paradero de mi hermana, él era lo que me quedaba, ni siquiera sabía cómo usar a Zidian correctamente. Tenía la vista nublada.
Era un destino claro, ganar no fue una opción. Y perder aquello que me volvía fuerte, y algo...más, era lo único que me quedó.
Cuando no pude pelear más, cuando me ataron de manos y pies. Me golpearon, y me arrebataron lo que me hacía de utilidad.
Pense...¿Qué más podían quitarle a un mocoso sin padres, sin secta, sin núcleo?
Las ganas de vivir.
Han pasado años, pero el recordar sus manos recorriendo mi cuerpo, tocándome como un pedazo de carne. Sentía el constante ardor de mi piel ante los roces de sus miembros, mi garganta arder y líquido seminal junto con mi sangre escurrir por mis muslos mientras apenas me mantenía consciente.
Esa sensación jamás la voy a olvidar.
Pero no les di el gusto de verme llorar. Jamás lloraría ante nadie, mucho menos ante ellos.
Y fue un juramento silencioso.
Y pensé, que Wei Ying estaba a salvo, que había escapado, que ese infierno que soporte estaba bien mientras él estuviera a salvo. ¿Mi sorpresa? Al perder finalmente la conciencia por lo débil que estaba. Los mismos con aquel apellido maldito me estaban ayudando.
Justo después de que Wei WuXian me dijera que podía recuperar mi núcleo, me dio razones para vivir, al menos una.
Hacer justicia por mis padres, por mi cuerpo.
Realmente trate de superarlo, pero por las noches seguía recordando como perdía la respiración, el sudor y el calor de los cuerpos ajenos me apretaba, el dolor en todas mis extremidades. Todo, cada mínimo detalle.
Me sentía asqueroso, usado.
Con los años lo he superado, jamás le hable de esto a nadie, y jamás lo haré, es algo que me llevaré a la tumba.
De todos modos estas cartas no tendrán quien las lea.
Y si las leen, podrán hablar de como el líder de Yumeng Jiang fue violado por los Wen, como se sacrifico en vano, como es un cobarde.
Igual ya estaré muerto, ya no podré oír lo que dicen de mi.
Al principio pensé en estas cartas como una forma de expresar mis pensamientos para después quemarlas, pero...no tienen un orden en cuanto a mi dolor, solo a como las escribo.
Uno, dos, tres, mientras las escribo pienso que son como los pétalos de los lotos que nacen, que caen y se hunden.
Así que escribiré poniendo estas cartas como pétalos, quizás eso aclare mejor estas cartas sin sentido.
Mientras me limpio las lágrimas que oculte durante años. Trato de no hacer ruido, de no sentir las sombras del pasado cargar su peso sobre mi espalda.
¿Lan XiChen me amaría si supiera sobre esta carta? ¿Me vería de forma asquerosa? ¿Wei Ying? ¿Qué me diría?...¿Qué pensaría la secta de mi?....¿Jin Ling?....
Hay más preguntas que respuestas, y más orgullo que lágrimas.
El pasado no se puede borrar.
Pero, no me arrepiento. Si pudiera volver al pasado, haría lo mismo una y mil veces. Todo con tal de proteger a mi hermano. Así sea para los Wen, "la puta de Yumeng", lo sería. El mocoso sin núcleo, sin familia, sin dignidad.
Pero habría salvado un poco a mi hermano, aunque me costará la mitad de mi vida vuelta un engaño, mil noches de insomnio, pesadillas, no me importaría, porque así Wei WuXian no habría pasado por ese infierno.
Tercer pétalo, arrancado.
Llevo días riendo con la traducción de España a mi poderoso "Noble albergador de la luz" JAJAJAJAJ.
En fin, gracias por leer~
ESTÁS LEYENDO
El loto más hermoso de Yumeng.
Fiksi PenggemarUn loto que fue olvidado hasta que sus ocho pétalos se marchitaron, y que renacieron con un color tan vivo, que nadie quería dejar de admirar su belleza, la belleza de una flor custodiada por un carácter excepcional. Y si la tristeza fuera una flor...