CREEKTOBER 2022

8.- Vidas pasadas

"Te encontraré en nuestra siguiente vida"

La forma en la que cruzaban miradas era extraño.

Hacía tan solo unos minutos que se habían visto y ese breve momento fue como reconocer a un viejo amigo de años.

Ambos chicos estaban confundidos.

Algo se sentía extraño, como cierta melancolía.

Y es que quizá no lo sabían pero esta era una de sus tantas vidas en la tierra como almas en búsqueda de su compañero destinado.

En el pasado, se encontraron pero no hubo aquella chispa.

No importo forma o género.

Siempre era lo mismo, un triste final en el que algún impedimento no les permitía reconocerse y encender aquella chispa de amor en ambos.

Hoy es otro día más sin embargo parece que el bucle parece romperse por las suaves sonrisas que comparten por la torpeza que tuvieron antes al chocar por estar distraídos.

-Jaja, lo siento, no me fije por donde iba- dijo el rubio mostrando una sonrisa amigable.

-Igual lo siento, yo tampoco estaba prestando mucha atención jaja, soy Craig un gusto- extendió su mano en símbolo de saludo.

-Tweek- estrecho la mano del otro mientras miraba curioso la reacción del pelinegro a su curioso nombre.

-Es un lindo nombre...- murmuró.

Un suave sonrojo adorno las mejillas de ambos.

-Gracias- dijo mientras apretaba un poco el saludo.

Ambos parecían embelesados uno por el otro.

Enseguida la realidad rompió aquella burbuja.

Parecía que el universo no quería que estas dos almas se encontraran ya que Tweek en su otra mano llevaba una maleta lista para partir a un nuevo país para establecerse.

-Oh dios, mira la hora, mi vuelo saldrá en media hora- recordó al entrar en razón.

-¿Te iras de viaje?- pregunto el pelinegro.

-Me mudo de país jaja, ya sabes hay que buscar nuevos aires- dijo un tanto cómico. 

Se asomo por el balcón del edificio en el que estaban en busca de algún taxi cercano.

-Oh ya veo, supongo que te deseo suerte- sonrió un poco incomodo.

Su tarde para visitar al mejor amigo del pelinegro se convirtió en el hallazgo de aquel hombre de aspecto nervioso.

-Gracias- pronto diviso un taxi por lo que se apuro a terminar ese pequeño encuentro- Emm bueno tengo que irme, adiós- se despidió mientras corría por las escaleras.

Vacío, es lo que sentían ambos.

El pelinegro solo se recargo en el barandal de la escalera del condominio mientras por la ventana observaba como el rubio llamaba al taxi.

Un breve vistazo del rubio hacia la ventana desde donde lo veía le hizo recordar.

Aquel joven de rasgos parecidos quien le sonreía desde un campo.

¿De donde salió esa imagen mental?

No lo sabe pero le hizo correr hasta el rubio quien ya estaba subiendo al taxi.

-¡Oye rubio!- llamó.

Este lo miro sorprendido desde el asiento del taxi.

-¿PUEDES DARME ALGÚN CONTACTO TUYO?- grito mientras corría hacia él.

Es ahí donde el rubio tuvo una visión extraña en donde un pelinegro parecido a ese hombre le miraba con devoción desde un campo floral.

"Recuérdame siempre, porque estamos destinados a encontrarnos por la eternidad"

Ambos corazones se enlazaron enseguida.

El rubio rebusco entre su bolsa y encontró una de sus tarjetas de presentación.

Su mano extendió aquella tarjeta antes del que el taxi arrancará. Fue sostenida rápidamente.

El torpe roce les confirmo aquella familiaridad.

El auto emprendió camino alejando a los dos hombres.

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Quizá en esta vida si puedan estar juntos.