Lejanos || Shikasara

Capítulo 12

— Estoy preparado para lo que sea que venga a partir de ahora —confesó Shikadai dando inicio a la conversación que se había pospuesto durante tantos años.

Al fin ambos darían cara a lo que había pasado.

Sarada apretó los labios preocupada.

— Quiero ser consejero y quiero estar contigo, no quiero renunciar a ninguno de los dos casos, no me importa si los viejos de Konoha están o no de acuerdo.

Las palabras de Shikadai se escuchaban tan firmes que el corazón de Sarada se aceleró.

— ¿De verdad estas dispuesto a enfrentarlos? Ellos siempre encuentran planes sucios para salirse con la suya...

— Lo estoy —aseguró Shikadai— ¿Tú que piensas?

Sarada se cruzó de brazos y se recargó en el sillón.

— ¿Qué hay de Yodo? Escuché que estaban saliendo

Shikadai la miró sorprendido, pensó que había sido lo suficientemente discreto como para que ella no se enterara.

— Solo fue una salida, lo hemos dejado

Sarada suspiró aliviada, mentiría si dijera que la idea de que Shikadai estaba saliendo con otra chica no la hacía enfurecer y deprimirse al mismo tiempo.

— Pero ahora que estamos reclamando...

— No reclamé.

— ¿Qué hay entre tú y Mitsuki?

La pregunta tomó totalmente desprevenida a Sarada.

Lo miró con los ojos muy abiertos.

— ¿Ha que viene esa pregunta?

Ahora el que se cruzó de brazos fue Shikadai.

— Me lo he topado hoy. Solo diré que no es fanático de que nosotros convivamos de nuevo...

Sarada volvió a apretar los labios angustiada.

A ella también le gustaría saber lo que estaba pasando con el albino.

— Nos hemos besado, ya esta. —soltó Sarada no muy convencida de si era lo mejor o no, lo único que sabía que es no quería iniciar con una cuerda de mentiras.

Shikadai alzó la ceja. No esperaba una respuesta asi.

La sangre en sus venas comenzó a hervir pero trato de disimularlo, no estaba en posición de reclamar nada.

— ¿Ustedes estan saliendo?

— No veo a Mitsuki de esa forma —respondió rápidamente Sarada— además, es el ex-lo que sea de uno de mis mejores amigos. Mitsuki es como un hermano para mí

— Bueno, él no te ve de esa forma —un poco de molestia se filtró en sus palabras.

Un silencio se produjo en el departamento, Sarada esperó a que Shikadai hablara, mientras que él analizaba todo lo que pasaba.

Shikadai suspiró y cerró los ojos.

— Nosotros dos ¿lo intentaremos de nuevo?

El corazón de Sarada volvió a acelerarse.

Esa era una propuesta que había estado anhelando por mucho tiempo, aunque hace unos días dudaba si era lo que verdaderamente quería, ahora la respuesta llegó clara a su mente.

Esa mañana había decidido olvidarse de Shikadai, pero sabía que no era capaz de hacerlo.

— Lo que más quiero es que tú y yo estemos juntos —respondió Sarada sintiendo sus manos temblar— aunque me gustaría tomar algo de tiempo para enfrentar a los encargados de Konoha, fortalecer lo nuestro antes de darles cara...