Last Dragon

four

El rey miraba con una ceja enarcada, incapaz de creer lo que le decía, dragones y perlas, creía en la magia de los hechiceros y brujas, pero eso, al principio no sabía si reírse, pero los dejo terminar su historia, parecían tan serios hablando de eso, que cualquiera podría creérselo, pero él no era tan fácil de convencer, no iba a dejar que unos forasteros le lavaran el cerebro así de fácil.

Estaban en guerra, no iba a darse el lujo de creer en leyendas que dejaron de ser verídicas hace mas de 100 años, ese era el presente y tenían que afrontarlo para seguir adelante, pero algo en los ojos del de cabello blanco le decía que tal vez podía haber una esperanza, por eso acudió a él.

- Si todo lo que dice es verdad, deme una demostración lo suficiente fuerte para creerle y ayudar en la causa –

- Lo hará, pero nadie más puede verlo – agrego Charlie, y el rey accedió.

Salieron al patio privado del rey, solo un árbol de cerezo seco yacía en medio del espacio lleno de nieve, Taehyung se aseguró que no hubiera nadie espiando, otros no podían saber de su existencia o el peligro sería más alto de lo que ya era.

Se quito el abrigo, cerró los ojos, tomando una larga inhalación todo su cuerpo comenzó a cambiar, los ojos del rey Selion se abrieron, alzo la mirada sin poder creer lo que veía, por pocos segundos sintió estar en un sueño, sonrió maravillado mientras caminaba para poder admirar bien a la criatura frente a él, siendo seguido por esos ojos azules.

- Increíble, es sin duda increíble – exclamó, se aproximo hasta una de sus enormes garras delanteras y la toco, cubierta de escamas gruesas, imagino que ninguna arma podría atravesar semejante armazón, sus ojos brillaron.

Antes de poder tocar más, el animal se sacudió y volvió a su forma humana, quedando en total desnudez, pero Charlie se acercó enseguida cubriéndolo con el abrigo, Jungkook estaba igual de sorprendido, verlo transformarse de esa forma era, magnifico, hasta tenía la boca ligeramente abierta y las mejillas rojas, por que a diferencia de los demás, él si había visto su desnudez más de lo debido, era joven no lo culpen.

Selion miraba a Taehyung maravillado, pero algo no iba bien.

Varios guardias entraron al lugar apuntando a todos con sus armas a Charli y Taehyung, a todos, menos a Jungkook, el rey se acercó hasta el peli plateado y chasqueo la lengua mirándolo.

- Maravilloso, pero me temo que he cambiado de opinión respecto a tu propuesta, estamos en guerra y se me acaba de ocurrir que con tu ayuda podemos ganarla, si ganó, te ayudare a recuperar tu perla, caso contrario, él – señalo a Jungkook que observaba a unos metros sin entender.

- Morirá y se lo mucho que lo necesitas para ser libre, trato – extendió su mano, Charlie negó, no era algo justo, pero él estrecho su mano.

- Trato – el rey sonrió satisfecho y les indico a los guardias que se alejaran, sonreía como si no hubiera amenazado.
- Bien, serán invitados especiales en el castillo, les hare saber a todos, se quedarán en la torre sur.

Guiados con casi una docena de guardias llegaron a donde se quedarían a partir de ese día.

…

Contrario a lo que el rey dijo, dos días después ofreció un gran banquete, la noticia de que el rey Selion tenía en su poder un dragón único y especial no tardó en llegar a oídos de los otros reinos, aumentando los ataques y emboscadas, todos decían que él no merecía tener tal criatura en su poder, no le pertenecía, pero la ambición era más que cualquier cosa.

Con el paso de los días en los que solo aumentaban las muertes y pueblos destruidos de los reinos vecinos, todos los habitantes empezaban a especular sobre este dragón, según las leyendas que conocía, sabían que estos nunca hacían daño a humanos, en cambio, brindaban ayuda, todo lo contrario a lo que estaba sucediendo, muchos ya habían visto sombras en el cielo de esta criatura, más nadie lo había visto de cerca o de lejos, mucho menos sabían que forma humana tenían.

Algunos viejos decían que era un hombre mayor con larga barba blanca, al igual que sus cejas, uñas largas y torcidas, dientes afilados a los de un tiburón, el rostro y cuello cubierto de escamas, otros alegaban que era una mujer muy bella, de cabello largo y negro, y como sabemos estaban muy equivocados.

…

Aburrido en esa gran habitación soltó un suspiro, ni si quiera podía salir a la plaza de la ciudadela, lo tenían vigilado peor que a la princesa de ese castillo, se levantó para abrir la ventana, pero apenas lo hizo algo entro con fuerza empujándolo al suelo y el peso sobre él, jadeo sorprendido al ver el rostro del dragón muy cerca, demasiado cerca que sus narices se tocaban, que pronto se transformó y ahora tenía el cuerpo desnudo de Taehyung sobre él.

- Oye, que te pasa – reclamo tratando de quitárselo de encima, empujándolo del pecho, pero él sonrió apenas y se desmayó volviéndose más pesado.

- Tiene que ser una broma – exhalo rindiéndose, estaba a dos metros de la cama, si lograba levantarlo, podría acostarlo, lo rodeo con un brazo para tratar de hacerlo a un lado, la puerta se abrió.

- Kook has visto a- oh, cielos, acaso interrumpo algo – cuestionó Charlie al verlo en esa situación incomodo, las mejillas del azabache se enrojecieron fuerte.

- ¡¡No!! Él solo entro y, y se murió, bueno no se murió literalmente, pero, bueno tu entiendes, podrías ayudarme –
- Claro.

Luego de ponerle un pantalón y acostarlo, fueron al balcón, a ninguno le gustaba lo que el rey les estaba haciendo, Charlie no estaba seguro de si esa guerra se ganaría o peor, si algún día llegaría a su fin, no podían seguir así, si Taehyung seguía haciendo lo que Selion le pedía, terminaría muy débil, no había ríos cerca, s fuerza y poder se irían agotando como ya lo hacía.

- Tenemos que salir de aquí, nunca debimos venir.

…

Despertó sintiendo un horrible dolor de cabeza y nauseas, no recordaba lo último antes de entrar a la habitación del azabache que lo miraba sentado en una silla mecedora cerca a la cama, se sentó lento observando el lugar, riéndose de si mismo al estar más familiarizado con esa habitación que con la suya, se sacudió el cabello y miro a Jungkook que estaba de brazos cruzados.

Llevaba días desmayándose después de regresar de uno de los reinos vecinos, el cansancio que sentían empezaba a ser mucho para él, le estaba costando transformarse, cuando volvía a su forma human terminaba muy agotado que simplemente se desmayaba, sabía que eso le estaba haciendo mal, recordó la platica con Charlie de que no podía seguir quedándose ahí viendo como era usado como arma de guerra, lo cual no era.

- Cuanto tiempo – dijo, Jungkook ladeo la cabeza y suspiro.

- 8 horas, esta vez dormiste 8 horas, seguro que eso es normal – cuestionó descruzando los brazos, lo vio negar.

- No, claro que eso no es normal, si sigo así podría morir – aseguro como si hablara del clima o la cosecha de trigo, el azabache bufo.

- Y aun así seguirás haciéndolo, eres un idiota la verdad – espetó, él volteo a verlo molestó, como se atrevía a decirle idiota.

- Oye, no vuelvas a llamarme así o-

- O que, acéptalo, estas dejando que se aprovechen de ti, te dejas morir solo por un poco de ayuda, cuando podrías hacerlo solo, pero no, prefieres humillarte y que crean que en verdad eres un monstruo, eso te hace un completo idiota, además de qu- ¡Ah!! Que haces – exclamo cuando el se levantó de un salto y lo alzo de la silla, sus ojos brillando en ira, incluso dejo ver sus colmillos.

- No vuelvas a decirlo, de acuerdo, o te arrepentirás – musito entre dientes, pero vamos, era Jungkook con quien estaba hablando.

- Ah sí, que me harás, me tiraras por la ventana, eh – retó.
Cayo de espaldas en la cama y en menos de lo esperado sintió un terrible dolor en el cuello, en la unión con el hombro, su grito fue ahogado por la mano ajena, se removió para liberarse, pero no pudo, sintió una clase de mareo, oh y también le faltaba el aire por que le estaba aplastando la nariz, cuando se alejo tomo aire y lo miro con grandes ojos.

- Acabas de… morderme – jadeo viendo el pequeño hilo de sangre en la comisura de los labios, el cual limpio con el dorso de la mano, se toco la zona sensible y adolorida, sintiendo con los dedos las dos marcas de los colmillos, horrorizado le lanzo una almohada.

- Que te pasa, estás loco!!  – reclamó realmente asustado, se levantó para verse en el espejo cerca de la puerta, siseo ante el dolor volteo a verlo con odio al contrario que se ponía una camisa.

- No vas a morir, te dije que arrepentirías, cuídala o si se infectara.

Salió de la habitación dejando a un Jungkook muy asustado, aun no sabía que eso podría salvarle la vida en un futuro muy cercano.

...

Charlie miraba  divertido la manera en que el azabache maldecía entre dientes mientras curaba las dos marcas de los colmillos del dragón que paseaba por el patio privado del rey, solo por ese día se les había concedido ir al lugar para que no se aburrieran de estar encerrados, ya que esperaba tenerlos ahí por un largo, largo tiempo.

- Veo tú y él empiezan a llevarse mejor, eh – comentó con deje de burla, el menor giro a verlo con indignación, bufo terminando de poner la bendita en la mordida y giro en la banca.

- Él, es un salvaje, un monstruo, un bestia, un animal, un idio- miro en dirección del dragón que volteo a verlo al mismo tiempo, con una mirada de advertencia ante lo que iba a decir, exhaló por la nariz.

- En fin, puedo morir por esto – señaló su cuello, Charlie asintio, pero no lo hacia en serio.

- Al menos sabes lo que significa esa mordida en tu cuello – negó, se acercó más al mayor como si fuera decirle un gran secreto.

- Que es, es malo, moriré – susurro, Charlie se inclinó para hablar cerca de su oído.

- Bueno, primero, eso no se quitara, cicatrizará y no se irá, segundo y, menos importante, es un reclamo sobre ti, prácticamente le perteneces ahora – dijo como si no fuera la gran cosa, quiso reír al ver la expresión de gorros que puso, su piel palideció y llevo la mano a la zona.

- Es una broma, verdad –

- No, no lo es, los de su raza, se emparejaban, cómo cualquier animal, pero, para que ningún otro se acerca a su pareja, los mordían en el cuello, cerca de la vena principal para dejar en claro que ya tenían a alguien, y tú ahora tienes una, es increíble que no hayas muerto –

- Charlie y lo dices así, cielos – reclamo levantándose, yendo en dirección donde estaba su amigo dragón.

Se agachó para coger algo de nieve, hizo una bola algo grande, se acercó lo suficiente y se la lanzó con toda la fuerza que tenía, la bola dio cerca de la nariz del animal que se sacudió apenas y giro a verlo, le dio una mirada como si preguntara a qué se debía eso, él solo hizo otra y la volvió a lanzar.

- Agradece que no haya una arma aquí, o te aseguro que- un montón de nieve cayo sobre él, que lo hizo caer sentado, se sacudió apenas y lo miro furioso.

El mayor de ambos se acomodo en la banca al ver cómo peleaban tirándose nieve, negó riendo, era como ver a dos niños jugando, aunque Jungkook parecía un niño salvaje que estaba dispuesto a ganar si o si, era el más cansado, pero no con deseos de perder.

Jungkook resbaló y cayó de espaldas, soltó un jadeo ahogado por el golpe, casi quedándose sin aire, en modo tieso miraba al cielo, o eso intentaba a través del cristal que estaba alzado a muchos metros del suelo, una gran nariz y ojos azules eclipsaron su vista, los bigotes cayeron hasta acariciar su mejilla con uno, la gran para se puso en su pecho sin aplicar fuerza.

Se sacudió y de nuevo tenía al humano, sobre él y desnudo, sentado sobre su abdomen, oh y sus ojos si que eran unos curiosos.

- Por qué me mordiste – interrogó, él tarareo mirando alrededor.

- Veo que Charlie te dijo lo que eso es, primero, no lo hice por esa razón, solo fue por qué no podía asesinarte, ya sabes, te necesito – resumió con indiferencia.

- Dime una cosa, que es exactamente lo que quieres de mi, que papel tengo en esto, no se supone que solo recuperar tu perla y ya está – argumentó, eso debía ser todo, para que lo necesitaban a él, no siquiera era de ahí.

- Aunque no lo creas, no es solo eso, hay una clase de ritual dónde se necesita la s-

Un fuerte ruido y gritos interrumpieron su plática, Taehyung se puso de pie, Jungkook desvío la mirada, levantándose también, levantó el pantalón del peli blanco y se lo lanzo, guardias llegaron al lugar.

- Nos están atacando – aviso uno de ellos.

- Deberías volver a la torre, es más seguro ahí, iré a ver – se dirigió al azabache que asintio y fue donde Charlie lo esperaba.

No podía salir y que lo vieran transformarse, no debían saber quién era, miro el techo de cristal y bueno, era la única salida, sería el elemento sorpresa.