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Sabía que todo era un juego, me oblige a no creer a caer en su juego.

Sin embargo fuí debíl, caí en su juego. Todas las cosas que me había dicho fueron metiras, todas sus promesas, esfumadas como si nunca existieran.

No, no me dolió. Me odio a mi mismo por haber sido tan inútil, por haber sido un idiota por haber dejado que alguna vez ella halla supido algo de mí.

-Lo siento, pero todo fue una farsa.-cada vez que escuchaba que un sonido salía de su boca, me daban ganas de empujarla por los casilleroa y dejarla incociente.

-No creíste que realmente te amaba ¿O sí?-la mire.

-¿Porque?-me miro confundida-¿Porque me hiciste desperdiciar el tiempo en algo, que nisiquera es bueno para una puta mamada?

-¿Disculpa?-risas se escuchaban de fondo.

-Dios, si me hubieras dicho de que todo era una puta apuesta no hubiera tenido que fingir todo este tiempo lissa.

-¿Fingído?-rió-Alex estas más que equivocado.

-¿Porque debería de estar yo equivocado? Tu eres la equivocada al pensar que siquíera, eres buena haciendo una mamada-mas risas.

-¿A eso le llamas fingir? Pues te salía natural.

-Cariño, ¿Porque crees que me mude a este colegio? Tienen lo mejor en actuación.

"Y por mis putos padres" pensé.

-Talvez deberían poner una clase sobre como ser en la cama porque creeme, lo necesítas. Y tienes que dejar de ecxitarte por cualquier cosa, cuando te hablo pareces esas gatas en celo, literalmente.
<<Te falta mucho para ser la mejor, creeme quiero ahorrarte la vergüenza.

Y asi damas y caballeros es como tuve que actuar la primera vez que me hablo.

-Por cierto, traete una escoba, tu dignidad se callo. Aunque creo que eso paso hace años.

Dicho las ultímas palabras salí del colegio y me dirigí directo a mi auto, para llegar a casa y tomar una rica cerveza.

&quot;Palabras de mi ser&quot;©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora