Dedicado a: @CASP3RS
Noche, luna llena, una habitación inundada del silencio nocturno...
Dos jóvenes adultos, abrian sus corazones uno al otro, confesando lo que en verdad sentían y deseaban del otro...
Ahí ellos, habían demostrado que para acercars...
Advertencia: El siguiente escrito contiene ciertas escenas no adecuadas para menores de edad, o gente que no aguanta el cringe, así que leer bajo su propio riesgo y se recomienda discreción.
Feliz cumpleaños culon, luego se viene el cap del otro fic.
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Un azul nocturno ambientaba toda la habitación, en la que se sentía el gélido viento generado por la noche.
El silencio profundo y cómodo era lo único que se percibía en toda la habitación, la cual contrastaba enormemente al ligero alboroto que no tenía mucho de haber sido interrumpido.
La puerta del cuarto se había cerrado lentamente, cortando toda luz proveniente de la sala de estar, mientras poco a poco la luz amarilla era consumida por el azul oscuro de la noche ganaban territorio.
Y, a su vez... cubrían con su manto a dos jóvenes, los cuales estaban unidos por un beso largo.
Cabello verde y carmín unidos cara a cara, en un beso torpe pero profundo y lleno de seguridad, contrastante de la personalidad tímida e insegura de ambos chicos.
Ella abría sus ojos con un enorme impacto, todo había sucedido demasiado rápido, primero se encontraban discutiendo por una confusión, y ahora se estaban besándose.
Para Miku, era mucho que procesar, y aún así, su cuerpo no reaccionaba, estaba roja como tomate.
Por lado de Izuku, el la sostenía de las mejillas, pegando sus labios uno con el otro.
Hacía tiempo que el llevaba queriendo hacer eso, más específicamente desde que se graduó de la U.A, deseaba mostrar todo lo que el sentía por ella de esta manera, pero durante 3 años nunca había tenido la iniciativa de hacerlo, pero finalmente lo que sentía no se pudo ocultar más.
Tenía miedo, no iba a mentirse, aún con todo lo que le decían, el tenía mucha incertidumbre de los sentimientos de Miku, y debido a eso mismo, corto el beso, alejándose de ella unos pasos.
—Miku...—tartamudeo, y como si se tratase de su viejo yo, los nervios le invadieron—. Y-Yo, ah, yo...
Miraba preocupado a la chica la cual había quedado estática, su cabello cubría sus ojos, y la tenue oscuridad del cuarto no ayudaba nada para la situación.
Un montón de los nervios lo estaban carcomiendo, mientras un solo pensamiento cruzaba su mente. Lo había arruinado.
Trato de encontrar las palabras, o al menos, la más estúpida excusa para explicar lo que había hecho, pero no se le venía a nada a la cabeza.
Pero mientras el pecoso estaba ensimismado en su desastre, no noto como, poco a poco, la tercera hermana Nakano se acerco hasta ponerse enfrente de el.
—Izuku...—susurro levemente, sacando del trance a su mejor amigo—. Acércate.
