¿Qué quiso decir?

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- ¿Sabes, hermanita? Lily ya no me ignora y aunque aún no quiera salir conmigo eso ya es un avance enorme – dijo aquel niño con gafas que ya conocía tan bien.

- Aja – respondió ella con su típica inocencia.

- ¡Ja! – dijo el de pelo largo, pero esta vez con burla –, hasta ella sabe que eso no pasará nunca en su vida.

- No lo molestes Canuto, no estas mintiendo, pero no lo digas, suena feo – dijo, el cual lo denomine como: "El que sobra".

- ¡Extraño mucho a Lunático! – se quejó el de lentes.

- ¿Por qué? ¿Acaso no sabes defenderte solo?

- Antonella...

- ¿No puedes defenderte solo?

- ¡Antonella!...

- Claro que puedo, pero solo a él le hacen caso.

- ¡ANTONELLA!

Ese grito me saco de mi "sueño", al darme cuenta estaba en la sala de juntas, pero a diferencia de segundos antes, está estaba vacía. Bastián estaba a un lado mío, gritando mi nombre.

- ¿Por qué gritas? No estoy sorda.

- Pues pareciera.

- ¿Disculpa?

- Lo que escuchaste.

- Repítelo, te reto, o es que acaso ¿No te atreves?

- Si, lo hago, mira, escucha y aprende... Si lo estás, o al menos eso pareciera.

- Bastián, Camila, ya fue suficiente, sus amigos ya llegaron, los hicieron pasar a la sala de estar de visitas – dijo Gustavo llegando hacia donde estábamos, ambos salimos bajo su atenta mirada, pero aun así no detuvimos nuestra "pelea" –. Estos niños. ¿Me pregunto qué hubiera pasado si todo esto no hubiera pasado y hubiera seguido su curso? ¿Si no hubieran intercedido ellas?

Llegando a la sala todos nos volearon a ver con una sonrisa, la cual aumento más al oírnos discutir.

- ¿Entonces, si crees eso de mí, por qué me elegiste a mí, y no a cualquier otra de las tantas personas que existen y conoces?

Los chicos solo se nos quedaron viendo.

- ¿Ustedes que ven? – les preguntamos ambos al mismo tiempo, mirándolos a ellos para luego mirarnos entre nosotros y no podíamos no decir: - ¿Por qué me copias? – para luego reírnos.

- Extrañaba esas risas y esas peleas, la verdad – dijo Sebastián.

Ah... Sebastián las cosas siguen muy tensas entre nosotros, pero es lo mejor, no me permitiré y no me perdonaría arruinar su relación, luego de todo lo que paso.

- Así que ¿Rey Bastián?

- No, tu no empieces con eso. Antonella no deja de llamarme así.

- Es por respeto.

- Is pir rispiti, lo haces para molestarme.

- Quizá...

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Estaba en el comedor con una taza de café, mientras leía los diarios que me dio el señor Gustavo, para navidad.

- Veo que ya los estás leyendo – dijo Gustavo al salir de la cocina.

- Llevo años queriéndolo hacer, no pude esperar más.

- Solo te pido que el último tema, el que tiene tu primer nombre lo leas luego de vencer a Voldemort, ¿Si?

- Lo prometo. Por más que tengo mucha curiosidad y dudas, no te preguntare, ya que sé que adoras dejarme con la intriga.

- Me iré a dormir. Te quiero y gracias, por el hecho de estar aquí y de querernos como tu familia.

- Al contrario, gracias a ustedes por aceptarme.

- No, no agradezcas por eso, y por favor déjame ser el último en agradecer. Gracias.

Me dio un abrazo, el cual obviamente correspondí.

- Me iré tranquilo, porque hablé contigo y te vi, y porque me lo prometiste.

- No digas eso, aun te queda tiempo.

- Solo lo dije porque me iré a dormir.

- Me asustas – dije para luego sonreírle –, Te quiero.

- Yo más.

Gustavo se alejó y cuando estaba por salir escuche que murmuro.

- Por favor cuida a Bastián, a los gemelos y a Margaret, pero no te descuides tú.

- Perdón, ¿Dijiste algo?

- Solo que descanses, nos vemos mañana.

- Hasta mañana.

Poco sabía yo, que esa iba a ser la última vez que viera y hablara con él.

Al día siguiente, al despertar solo había silencio, por lo que preocupada salí del cuarto, para encontrarme con todos vestidos de color negro y ahí, justo en ese momento mi cabeza unió las cuerdas y solo pude correr a su cuarto, para asegurarme que estuviera equivoca.

- Señorita, no le aconsejo que entre – me advirtió Alfred, pero como la mayoría de veces, lo ignore y entre.

Grave error. Repito. Grave error. Ahí, fue que confirme uno de mis peores miedos... el perder a gente que amo. Ahí, vi a una figura paterna sin vida. Ahí, tuve como una película muggle en mi cabeza con todos los recuerdos de él. Ahí, supe que ayer me dio una señal, que yo no supe interpretar. Ahí, confirme que siempre dan señales. Ahí, me arrepentí una vez más de hacerle caso y dejar de intentar algo para salvarlo. Ahí, me odié a mí misma, porque no pude hacer nada por él. Ahí, caí en la realidad.

Ahora nada será igual... para nadie, y ahí estoy incluida yo. Y aunque en ese momento no lo supe, este evento desencadenaría muchas cosas, incluyendo la verdad.

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Sé que es un poco corto... bueno quizá muy corto. Aunque quizá parezca un capitulo de relleno no lo es, prometo que tanto la muerte como algunos diálogos seran fundamentales.

Esto quizá tendrá más sentido cuando se revele la verdad completa, ya que irá por partes.

Gracias por leer, votar y comentar.
Feliz día, tarde o noche.

P.C.

La Weasley diferente y en DurmstrangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora