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Sherlock siempre fue un hombre obstinado, bastante inteligente a decir verdad; el hombre es bueno en casi todo, menos en una cosa: relaciones afectivas.
Sherlock siempre es analítico y lógico, y por ello deja de lado todo sentimiento irracional, como el amor. Y no es que el hombre sea incapaz de amor, más bien, decide ignorar ese sentimiento.
Sin embargo, al conocer a T/N, su corazón no puede seguir huyendo al amor y eso, es lo que más lo frustra, el no saber cómo actuar.
Cuando T/N Archer llego a su vida, lo hizo de la manera menos convencional, y su único propósito, a los ojos de Sherlock era desestabilizar su vida.
La pequeña T/N Archer, como él y Mycroft solían llamarla, era ahora una mujer hecha y derecha, con una belleza deslumbrante y un carácter fuerte.
Ya no era esa chiquilla que conoció en su niñez, ya no era la niña tímida y silenciosa con la que platicaba y jugaba, ya no era esa niña de la que alguna vez estuvo enamorado.
Los años solo habían confirmado sus hipótesis, conforme fue creciendo se convierto en la mujer más bella que sus ojos vieron jamás, seguía siendo igual o más inteligente, era carismática y demasiado buena para su bien, aunque eso no quería decir que fuera una mujer débil, sabía defender injusticias y defender su opinión hasta las últimas consecuencias.
Se volvieron a encontrar en la cena de compromiso de Mycroft, por cosas de la vida, cuando crecieron en lugar de seguir sus sueños, T/N tuvo que alejar su camino del de los Holmes, tuvo que cuidar de su madre enferma y a su vez, tuvo que buscar un trabajo para mantenerse.
Después de la muerte de su madre, y con él poco dinero de la herencia que dejó, T/N se fue a Londres, consiguió trabajo, y comenzó a cumplir sus sueños uno a uno, aunque lo estaba haciendo tarde.
Tenía aproximadamente dos años en Londres cuando se encontró con el mayor de los Holmes, y a pesar de que siempre fueron diferentes, se toleraban, e incluso se podían considerar buenos amigos.
Se pusieron al corriente de sus vidas, y fue el mismo Mycroft que la invitó a su fiesta de compromiso. Hablaron sobre el escape de Eudoria y el de Enola, y cuando el hombre expresó su desagrado, la chica no dudo en defenderlas y volver a sus apasionadas discusiones.
Esa era una de las razones por las que se llevaba bien con los Holmes, a ninguno le gustaba perder, y tampoco les gustaba una mujer rebelde que no obedeciera, y la pequeña Archer siempre fue todo lo contrario a lo que ellos consideraban correcto, y aunque nunca lo admitirán les era sumamente estimulante. Podía ser una mujer tímida y silenciosa la mayor parte del tiempo, pero cuando algo le parecía injusto, no dudaba en alzar su voz sin miedo a consecuencia alguna.
La noche que se reencontraron, T/N vestía un hermoso y sencillo vestido azul, con un impecable peinado y maquillaje, el mismo porte de siempre, aunque ahora ya no parecía tan tímida como antes. Sherlock no duró mucho en reconocerla, tal vez los años habían pasado, pero había algo en su mirada que la hizo reconocerla al instante. Para su desgracia, Sherlock no era el único observador en la familia Holmes, por lo que Enola no duró mucho en darse cuenta y por ende, empezar a molestar a su hermano mayor.
