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Advertencia: lenguaje soez, mención de homicidio, violencia, comentarios sexuales, amor.
Walter podía parecer un hombre muy intimidante, daba miedo, e imponía demasiado. Esas fueron mis primeras impresiones de él; pero, debajo de esa coraza estaba el hombre más amoroso y protector de todos.
Pocas personas conocían esa faceta, tengo la fortuna de conocerla, esa que solo le muestra a su hija, esa que hace que te enamores perdidamente de él.
Conocí a Walter en el trabajo, la primera vez que lo vi, acababa de ser transferida al departamento forense de la ciudad.
Aunque ya sabía quién era, al menos en el ámbito profesional, ¿Quién no había escuchado del mejor detective de homicidios de la ciudad?, cuando me transfirieron todos me advirtieron que tuviera cuidado con Marshall y su carácter de mierda.
Cuando mis ojos hicieron contacto visual con el, lo supe, era el hombre más atractivo que había visto jamás, pero cuando abrió la boca, supe que no nos llevaríamos bien, mis primeros pensamientos fueron "Lo que tiene de atractivo, lo tiene de hijo de puta".
Durante 6 meses, fueron pocas las veces que había tenido que hablar directamente con él. Normalmente, los casos a los que asignaban a Marshall eran territorio del patólogo forense. Fueron muy pocos los casos que él tuvo, que necesitaron a un Antropólogo forense. Así que sólo lo veía de vez en cuando por los pasillos, o cuando el patólogo necesitaba algo de ayuda. Así que nuestra convivencia era casi nula.
Después de una serie de casos en los que mi presencia era requerida, empezamos a involucrarnos más, al menos ahora hablábamos más seguido, aunque no estoy segura de que podamos llamar conversación a lo que teníamos, dudo que los monosílabos y las groserías sean tener una conversación.
Pero así es Walter Marshall, es su manera de sobrevivir y seguir relativamente cuerdo en un trabajo tan necesario y a la vez tan difícil.
Después de unos meses trabajando en el laboratorio, me di cuenta porque decían que tenía una actitud de mierda. Cómo no tenerla después de ver tanta maldad, tanta violencia, sabiendo que en casa de su ex esposa estaba esa pequeña adolescente a la que ama con toda el alma y saber que cada vez que salga a la calle podría terminar como alguna de las víctimas que vemos a diario.
Otra de las cosas que note de Marshall es que este trabajo lo consume demasiado, se lleva toda su energía, y la poca que le queda la enfoca en actividades primitivas, como comer o dormir.
Estaba agotado mentalmente, más de lo que agotaba a la mayoría. Y entiendo el porque, pues, según su filosofía, para poder atrapar a esos bastardos hijos de puta, tenía que pensar exactamente como lo hacen ellos. Y si él piensa como ellos, está a un paso de convertirse en alguien así, capaz de dañar a personas inocentes solo por placer o por capricho.
