𝙩𝙝𝙚 𝙝𝙤𝙪𝙨𝙚

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ANTES DE LA LLEGADA A SIOUX FALLS, INEVITABLEMENTE PASARON POR AHÍ

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ANTES DE LA LLEGADA A SIOUX FALLS, INEVITABLEMENTE PASARON POR AHÍ.

Charlotte reconoció el pueblo enseguida, Hot Springs. Era donde había vivido hasta sus seis años de vida.

—Dean, ¿crees que podamos parar por aquí?

Los hermanos miran a la niña, su voz había sonado ronca y pequeña, diferente a su energía de los otros días.

Charlotte se excusa diciendo que necesitaba ir al baño y sale corriendo, cuando ve el momento justo, se escapa a la dirección contraria en la que iban en el Impala.

No sabe cuánto corre, pero llega un momento en el que comienza a reconocer las calles. Sigue corriendo hasta quedar frente a la casa. Su casa.

Lucía nueva, pero estaba vacía. Diferente a la última vez que la vio, en cenizas.

La niña recordaba su apellido pero elegía el no ocuparlo por el dolor que conllevaba. El odio. Sally y Mason Warren eran unos padres amorosos, no fue su culpa que su hija adolescente, Melanie, fuera una psicópata con tendencias arsenistas.

No le tomó mucho tiempo el entrar a la casa. Estaba todo tal como lo recordaba. Algo triste, tener una memoria como la de Charlotte.

Estaba mirando la cocina cuando vio el sobre.

"Para la Charlotte del pasado, de tu yo futura", se leía en el sobre. Al abrirlo leyó con atención su contenido.

"Este es mi primer regalo hacia ti, linda
¿No es un poco narcisista decirle linda a tu yo pasado? Disculpa, ese fue un amigo... Como decía, este es un regalo.

Puedes crear nuevos recuerdos que no sean dolorosos. Mi otro regalo está sobre tu cama.

Espero te guste, todo estará bien, pequeña yo."

La pelinegra corre escaleras arriba, y entra a su habitación. Ahí, sobre su cama, estaba un libro de cuero que se veía sumamente antiguo.

"Grimorio Warren", era lo que ponía en la portada. Leyó sus páginas, memorizado todo.

No se percató de que la luz del día se había extinguido hace ya dos horas. Y permanecía ignorante ante el hecho del pánico que estaban sintiendo Sam y Dean al no encontrarla. Los hermanos habían salido para lados distintos, corriendo y preguntando si habían visto a la niña a los locales.

Nadie. Salvo una señora que parecía vivir en su patio delantero. Les informó que la niña había corrido a un lugar raro, porque ella la había perdido de vista.

Dean suspiró al ver la casa, que al parecer la señora no veía, era una casa común y corriente. Le informó a Sam que había dado con Charlotte y caminó a la puerta.

Al estar dentro, miró en la sala y cocina.

—¡Charlotte! — la niña se sobresalta al oír la voz de Dean, cierra el libro y sale de su habitación. Al pie de las escaleras la esperaba el hombre rubio.

𝙃𝙔𝘽𝙍𝙄𝘿 𝙒𝙄𝙏𝘾𝙃 (𝘾𝘼𝙊𝙎 𝙨𝙖𝙜𝙖)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora