Ángel

One shot

N: este one shot se lo dedico a mi ángel. Gracias por ayudarme en las adversidades y no dejarme solo.

**

El ruido atronador de los utensilios de cocina terminó por despertarlo.

Confundido, Shinji Ikari se miró las manos. El sol irradiaba destellos dentro de la habitación. Había despertado invadido por una extraña impresión reiterativa. Un deja vú que se disipaba a medida que pestañeaba con sus ojos puestos en sus muñecas, como si buscara rastros de algo. Alguna cosa, un objeto, sustancia o cualquier anomalía.

Nada.

¿Qué había sido esa sensación insólita y a la vez tan consabida?

Suspiró vencido al oír el agudo timbre de su despertador. Ya iba siendo hora de alistarse.

A prisa se dio una ducha rápida y mecánica, se vistió el uniforme y, en cuestión de minutos, ya estaba sentado frente a la mesa, aguardando a que el agua de la hornilla estuviera en su punto para mezclarla con el miso.

Que bien se estaba ahí.

Pen pen estaba a su lado junto a la mesa, picoteando el trozo de pescado de su plato. Shinji aun no vertía el agua en el pote cuando escuchó el estrepitoso saludo de su tutora, quien, sonriente, exhibía una botella de sake recién sacada de la nevera.

—Muy buenos días, Misato— saludó sin mucho entusiasmo. Ya no había extrañeza por las acciones en extremo arbitrarias y excéntricas de la susodicha. Luego de tanto tiempo conviviendo juntos, lo sabía usual en ella.

En silencio, Shinji la oyó balbucear sobre lo conflictiva que era la vida. Quejas, quejas. Siempre las había. Si no era ella, era...

—¡Shinjidiota!

Azorado, Shinji alcanzó a devolver el pocillo con el agua hirviendo a la parrilla antes de que la ruidosa pelirroja hiciera acto de aparición en el comedor.

—Se que anoche me veías dormir, pervertido— le reprochó Asuka con su afectado acento alemán, yendo de largo hasta la hornilla y omitiendo el caluroso saludo de Misato. Tenía el ceño fruncido en un inherente gesto de arrogancia.

"Va a pegarme" alcanzó a pensar Shinji antes de que, efectivamente, la deducción se concretara.

El estallido de la bofetada llenó el comedor. Pero en lugar de que el doloroso hormigueo se extendiera por su mejilla ladeada, fue un molesto pinchazo lo que trepidó al reverso de la muñeca de Shinji por intervalo de varios segundos.

Misato reía divertida a la mesa. Frunciendo los labios, Asuka acabó regresando a su habitación, dando un sonoro portazo para dejar en claro su creciente disgusto, en tanto Shinji se cuestionaba qué era esa sensación que se había renovado en su pecho junto al ardor en su muñeca segundos antes de que Asuka lo abofeteara.

"No había forma de no saberlo. Asuka es demasiado agresiva y predecible"

Si. Debía ser eso.

Por ello Shinji supo que lo iba a golpear desde mucho antes de que lo hiciera.
***

Las clases habían transcurrido largas y tediosas. A cada cambio de hora Shinji,  con sus audífonos puestos, había visto desde su lugar a aquella chica nostálgica que, como una aparición, no dejaba de mirar hacia la ventana. Rei Ayanami y su eterno desapego hacia todo.

Todo estaba bien.

Todo iba bien.

Acabadas las clases, Shinji dejó el instituto y redirigió el rumbo de sus pasos hacia el auto de su tutora que ya le esperaba en el estacionamiento.