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:Felix

—¿Bin?— preguntó en cuanto abrió los ojos, viendo un ambiente tenebroso, una puerta media abierta, cortinas que se movían por culpa del viento y... Una persona a su lado.

—¡Felix, despertaste!— asomó una gran sonrisa y le abrazó dejándole casi sin respiración, aunque era habitual en el, asique no le extrañó en lo más mínimo.

—Que... ¿Hago aquí?

—No lo sé... Desperté aquí mismo.

—¿Sabes cómo puedo quitarme esto?

Movió la cabeza de un lado a otro, negando.

—Te dije que esto no era una buena idea...— le reprochó mientras intentaba hacer fuerza para desatarse de las cadenas.

—Tu eres el que dijiste que hiciéramos algo emocionante...

—Si si lo que tú digas...— en ese momento, giró su cabeza y vio a su amigo de pies a cabeza. —Oye, tu no llevabas una camisa blanca en conjunto conmigo?

—Si, pero no sé lo que le pasó... Capaz un fantasma me la cambio.

—¡No digas esas cosas Bin!

—Tranquilo, es broma...— respiró con dificultad dejando alguna risa floja en su habla.

—¿Te pasa algo Hyung?

—Yo... Yo— se acercó cada vez más a mí.

El pelinegro pasó con dificultad saliva e intentó alejarse del otro, pero no tenía salida a ningún lado, solo podía quedarse quieto en su lugar.

—¿P-puedes acercarte más porfavor...?

—Me estás asustando Bin...

—Abrazame fuerte, ¡Ahora!— exclamó abalanzándose a él.

El otro, siendo sumiso, dejó hacerse combatiendo contra el terror que estaba recorriendo sus huesos.

—No puedo respirar si tú no estás a mi lado... Moriré— susurró.

—¿Qué?— tartamudeó, cuando el otro apretaba su cuello con su brazo, dejándole solo con un poco de respiración.

Pero no pudo hacer nada más, porque cuando parpadeó de nuevo, un sueño caló en el, dejando aparecer unas luces rojas que le cegaban

...

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