CAPÍTULO UNO
Stracy
Creo que nadie entenderá nunca el odio que tengo al madrugar. El odio que me produce también el sonido de la alarma de mi celular, el odio que me cuela los huesos cuando mamá grita: «—¡Vamos Stracy, despierta que vas a llegar tarde!», justo como hace ahora y el odio que se adueñan de mí completamente cuando me encienden la luz mientras lucho contra las ganas de estar todo el día acostada entre las sábanas frías y el colchón suave porque debo ser productiva y porque...
¡Porque tengo que presentar un examen de Bioestadística!
Me levanto de golpe, mareándome justo en el momento en que mis pies descalzos tocan la cerámica fría del suelo. Suelto un gruñido en voz baja que me hace arrugar las cejas y apretar mis puños al mismo tiempo que maldigo internamente.
«¿Cómo se me olvidó?», mis pisadas son largas y fuertes mientras prácticamente corro al baño. Me miro en el espejo que está justo encima del lavamanos y hago una nueva de dolor al ver mi cabello, «¿Cómo carajos se me puso olvidar el examen?».
—¡Cariño, ya Jacob está aquí y van a llegar tarde a la Universidad! — grita mi madre haciendo que suelte un resoplido y de pequeños saltos en el mismo sitio mientras me sacudo presa de la rabia que me da amar tanto dormir y desvelarme leyendo esas historias de Rhaenyra Fisher en Wattpad.
—¡Ya casi estoy lista, mamá! — miento, luego de que se me pasa el ataque y cuando escucho la puerta de mi habitación abrirse, me apresuro a meterme dentro de la ducha y enciendo la regadera aunque tengo la pijama puesta.
El agua fría (porque se me olvidó encender el calentador) cae sobre mí. No puedo evitar titiritar y suelto varias maldiciones que sé que están mal, pero igual de mal fue la idea de meterme a la ducha con todo y pijama, pero así son las cosas.
Luchar contra la ropa mojada es otro problema, pero al final logro desnudarme y me baño tan rápido como puedo. Me lavo el cabello y le pido a Dios no tener frizz porque no me dará tiempo de secarme el cabello.
Salgo y me cepillo, me coloco crema humectante y cepillo los dientes. Hago mis necesidades y cuando vuelvo a pestañear, ya tengo un abrigo blanco y unos pantalones cafés claros sobre mí.
Me maquillo en tiempo récord: un poco de corrector para las ojeras, algo de base, rubor, iluminador, máscara de pestañas y un brillo labial. Me miro al espejo justo en el momento en que tocan la puerta y cuando la abren, giro a ver con una sonrisa a mamá que menea la cabeza, señalando su reloj.
—Ya sé qué voy tarde. — le digo, adelantándome a cualquier regaño mientras desconecto el celular y la mochila que arreglé en la madrugada — También sé que Jacob está esperándome desde hace rato, que tengo examen y voy a llegar tarde, pero me desvelé estudiando, mami.
—¿Estudiando o leyendo esas historias en Wattpad? — pregunta ella colocando sus manos en su cintura y suelto una risa nerviosa al mismo tiempo en que me acerco a ella y beso su mejilla.
—Te quiero. — digo, inhalando su aroma a tranquilidad.
Sé que ese aroma no existe, pero así huele Stecy Ferguson para mí y aunque ahora se vea molesta por mi impuntualidad (cómo siempre) sé que me ama como yo la amo a ella. Beso, ambas mejillas y la abrazo con fuerza antes de alejarme.
—¿Vas a trabajar hoy? — le pregunto, aunque sé que debería estar corriendo escaleras abajo.
—Cambié el día libre que tenía el domingo por hoy en la clínica. —Ella responde — Quería pasar tiempo contigo y con Edward.
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Si tan solo no fueras tú
RomanceStracy Holloway, tiene diecinueve años, entró a su Universidad soñada y está estudiando la carrera que siempre deseó. Tiene a un novio que la quiere, una relación perfecta con sus padres, una amorosa mejor amiga y una buena vida hasta que Maximilian...