•Extra•

841 115 10
                                    

[ADVERTENCIA!! Contenido+18 explícito.
Si le disgusta este tipo de lectura o contenido le pido amablemente que se retire y abstenga de dejar comentarios de odio.]

.
.
.

Cuando Sanzu entro en la habitación los tonos se le subieron a la cabeza y un hormigueo le subió desde la punta de los pies hasta la punta de los dedos de las manos.

- ¿Qué tanto miras Haru-chan? - Takemichi cuestionó avergonzado por la penetrante mirada del mayor sobre su ser.

El Akashi se fue acercando de a poco hasta estar cara a cara con el doncel, embobado por como este se veía.

- Lo hermoso que te ves vestido de sirvienta. - dijo finalmente mientras daba pequeñas caricias en uno de sus muslos.

Takemichi no era ese tipo de doncel afeminado, con cinturita fina, muslos grandes o cara afeminada, no el era físicamente como cualquier otro hombre, su abdomen estaba levemente marcado, sus piernas algo tonificadas y su rostro tenía un ademán griego precioso, talvez la única cosa "femenina" que el chico tenía era su trasero marcado y apretable. La única diferencia que Takemichi tenía con los otros hombres es que el si era capaz de concebir vida a un nuevo ser humano.

En el pasado el más bajo jamás había utilizado ropa de este estilo, porque en realidad ellos nunca habían echo juegos de roles o cosas así, Sanzu siempre había sido más de la forma "tradicional" al momento de hacer el amor y ver al Hanagaki vestido de sirvienta le había sorprendido bastante pero no iba a negar que el azabache se veía muy jodidamente erótico

- Si... - murmuro en medio de un jadeo Hanagaki, Sanzu había colado su traviesa mano por el interior de la falda y se encontraba dando pequeñas caricias a su miembro.

Lentamente ambos fueron cayendo en la gran cama matrimonial, entre besos, risas bobas, suspiros y jadeos Sanzu lo fue despojando de aquel traje dejándolo únicamente en boxers.

Takemichi tomo la linda corbata roja de Haruchiyo y la deshizo para luego comenzar a desabotonar los botones de su camisa lentamente, todo mientras ambos se besaban con pasión y en sus bocas su lenguas jugaban una guerra para ver quién tomaría el control.

- Haru-chan~ - Takemichi suspiro.

Haruchiyo se encontraba muy ocupado devorando los pequeños pezones del doncel; uno en su boca y el otro entre sus dedos. Dejaba leves chupetones en esa zona y cuando cambiaba de un pezón al otro Takemichi veía como la aurora del pezón recién liberado era completamente roja.

- Eres tan dulce. - Haruchiyo depósito un fugas beso en su cuello. - tan cálido - repitio la acción pero está ves bajando hasta su clavícula, - tan lindo. - finalmente dio un beso en su nuez de Adam y subió sus labios hasta los del contrario volviendo a unirse en un apasionado beso.

Ambos se sentían con la necesidad de más...más besos, más roses,más sonrisas, más "te amo", más jadeos y más del otro, deseaban que ese momento se hiciera eterno, deseaban que esa noche no se terminará nunca, deseaban quedarse así para siempre, unidos, siendo uno solo.

Estuvieron así durante un buen rato, entre besos y toqueteos el Akashi iba lentamente estimulando al cuerpo de Takemichi para el momento de la penetración y cuando finalmente sintió que estaba listo fue el propio Takemichi quien se separó de el para buscar el condón y también fue el mismo quien con su boca se lo coloco al Akashi.

- Alguien está muy desesperado... - dijo en tono coqueto el Akashi mientras se iba posicionando en la entrada de su amado.

- S-solo metela de una buena vez. - Takemichi le dijo volteando la mirada.

Si su lindo esposo se lo pedía ¿Qué sentido tenía negarse? Después de todo el también deseaba aquel contacto, no había sentido en seguir prolongando por más tiempo lo que estaba destinado a ocurrir.

Con extrema delicadeza Sanzu se fue haciendo camino en la entrada del doncel y con facilidad metió su glande. Dio un dulce beso a los labios del otro mientras se iba adentrando cada vez más en su interior y cuando su pelvis finalmente chocó con la humedad de su contrario se quedó quieto unos minutos, dando dulces besos al torso del azabache, acariciando su cintura y estimulando con una de sus manos el miembro del más bajo.

- Haru-chan m...muévete. - No tenía que pedirlo dos veces, tomo con fuerza sus caderas y comenzó a dar fuertes envestidas a su interior. - H-haru... ¡Haru-chan sigue así, qué rico! - exclamó aferrándose con fuerza a la espalda del mayor.

- Como órdenes. - soltó las caderas del Hanagaki y subió una de sus piernas a su hombro para así partir con envestidas más rápidas y a la vez profundas, mientras lo penetraba mordía, chupaba y pellizcaba sus pezones provocando así que el doncel gimiera tan alto que muy probablemente todo el maldito pasillo y muy seguramente estaba molestando a algún huésped o talvez algún degenerado se la estaba jalando mientras escuchaba los dulces y hermosos gemidos que soltaba el Hanagaki. - ¡Sanzu-kun, ahí... dame ahí! - exclamo cuando finalmente Sanzu dio en su punto dulce.

- U...uff, estás tan jodidamente apretado y caliente. - si río con lujuria y subió la otra pierna del doncel a su hombro disponible. Probablemente al día siguiente le iba a doler el cuello pero eso poco le importaba. - ¿C...cómo te sientes? - pregunto jadeando contra su oreja a la vez que aumentaba el ritmo de las envestidas.

- ¡Hum!... ¡Me haces sentir tan jodidamente bien!... ¡No pares... dame más daddy! ¡Tú bebé quiere que lo llenes con tu leche! - si Takemichi era una persona completamente diferente cuando lo estaban cogiendo, le gustaba que le dieran como el quería, cuando el quería y al ritmo que el quería. Y Sanzu gustoso lo complacía, amaba cumplir todos los fetiches de su amado esposo por más sucios y pecaminosos que fueran.

- M...mierda... m...me voy a correr... - murmuro el de orbes verdes sintiendo como su vista se nublaba y su miembro se sentía cada vez más caliente.

- ¡C...córrete!...¡Quiero llegar al orgasmo contigo daddy! - gimió o más bien grito Takemichi mientras arañaba con fuerza la espalda del mayor sintiéndose desesperado por estallar en un orgasmo.

Sanzu alzo su vista cuando sintió que estaba a punto de correrse y sus ojos verdes se cruzaron con el bello par de zafiros del Hanagaki y les fue imposible no besarse con pasión, callando el gemido del otro al momento de llegar al clímax con un boras beso que parecía que podía extraerles el alma.

- Te amo... - Takemichi susurro contra los labios de su amado una vez logró recuperar medianamente su respiración.

- Y yo a ti... - Sanzu sonrió y acarició su mejilla con toda la dulzura que pudo.

║▌│█║▌│ █║▌│█│║▌║

Finalmente declaro la historia como concluida :") y no se hacen una idea lo mucho que ame escribir esta bella historia.

Agradesco inmenzamente el apoyo que le han dado día a día y sus bellos comentarios que me llenan de alegria, verdaderamente ustedes son la razon por la que decidi completar esta historia y estoy muy satisfecha con el resultado final.

Tambíen quiero decirles que hare una extencion de la historia llamada "un doncel rebelde" que estara protagonisada por Draken y Mikey asi que si no les gusta el ship simplemente no la lean :)

Ahora si...

¡Bay bay itachistas!

Os amo mucho***

¿Bebé?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora