Stuff and silly narrations from my OC's!!

it's time to eat!

A date with Bones!

Las horas pasaban tan lentas como las pequeñas gotas del lavadero de la solitaria cocina.

Un joven se mantenía apegado a la pequeña silla en la que había sido amarrado y amordazado, por lo que pareció, al principio, un repartidor de paquetería, y, su primer amigo.

Sus pensamientos eran fugaces y lentos al mismo tiempo, como un choque de tiempos en su cabeza aturdida por la cantidad de alcohol y medicamentos en su sistema ultra dañado por las drogas y demás.

Kenny ya no tendría forma de salvarse, oh no, esta vez no podría salvarse, una vez pudo salir de las garras de alguien, hipotéticamente igual al que era ahora, su secuestrador.

Pero!, Este hombre era diferente, oh, pobre Kenny, estás en problemas.

— ¿ya despierto? –

Una voz brillante y feliz se asomó en la entrada de la cocina, Bones!, Exactamente, el hombre agradable que le había invitado una copa, aunque siendo Kenny, no, no fue una copa, fueron siete.

– Oye tranquilo!, No tienes por qué mirarme así, estás deprimido? –

Bones tenía un aire peculiarmente radiante y alegré, incluso en la situación dónde se encontraba ahora, teniendo a un hombre amarrado a una silla en la cocina de su casa, Kenny se mantenía con una mirada nerviosa, pero tranquila, él ya estuvo en esta situación, paso por el mismo miedo, aunque, se sigue sintiendo horrible, aun siendo que salió de aquella vida humillante, ahora parecía que fuera un imán de maniáticos adictos al sadismo y secuestrar jóvenes ebrios.

– iré al grano, no tienes por qué preocuparte de "morir" o salir lastimado. –

Bones se movía rápido frente a los ojos de Kenny, caminando de un lugar a otro, agarrando objetos y mirándolos sin una expresión interesada, más bien, se mantenía con esa cara radiante y feliz, sin quitar esa enferma sonrisa de su rostro.

— bueno!, Sí. Si saldrás lastimado seguramente, pero— 

Kenny tragaba en seco, no quitaba su mirada de la cara de Bones, sabe muy bien que al tratar con una persona así su más grave error podría ser el cortar el contacto visual, sabe lo que hace y lo hace bien.

— no te mataré, digamos que, en vez de hacer las cosas difíciles, me gustaría hacerlas fáciles para los dos –

El chico pelinegro amarrado a aquella silla dañada, que parecía estar allí solamente para gente como él, solo podía hurgar en su propia cabeza, pensando en los miles de cosas que podrían hacerle, quizás, cortarle sus piernas?, Partirle los brazos?, Hacerlo comer su propio vómito?, Todas son posibles hablando honestamente.

— ya que, por lo que veo, tienes experiencia estando en estás situaciones... Te secuestraron alguna vez? –

Kenny salió lo más rápido que pudo de su trance, el tardar en responder también podría ser un problema y una invitada a terminar descuartizado en un río a las afueras de la ciudad.

No dudo ni dos segundos en asentir repetidas veces su cabeza con claro miedo en su rostro.

Fue corto y preciso, provocando un suspiro de satisfacción a Bones, es su primera vez teniendo a una víctima, por así decirlo, tan obediente.

— diablos, me estás haciendo las cosas muy fáciles!, Muchas gracias Kenny... Eres un gran chico. —

Bones acariciaba la cabeza del azabache, como si fuera algún tipo de perro domesticado a la perfección, debía admitir que le encantaba eso.

Johnny wants to give you a nice night!

Kenny ya se había acostumbrado al olor nauseabundo del cuarto de Johnny, ya que era tonto el tratar de evitarlo o simplemente quejarse, después de todo, el olor igualmente venía de él, cuanto tiempo llevo sin bañarme?, tres semanas?, cuatro?, preguntaba para sí mismo, cada segundo se sentía más confuso y cansado por mantener sus muñecas estiradas al estar esposado a la cabecera vieja de la cama grande he incómoda.

— ¿sigues despierto? —

La voz baja y profunda de una sombra que se asomaba del baño hizo saltar al pelinegro, quejándose de paso por el tirón rudo que provoco a sí mismo por el salto repentino.

Las palabras quedaron atascadas en su garganta, siempre la silueta alta y aterradora de Johnny lo hacía temblar como un cachorro intimidado por un perro incluso más grande que él, y por sobre todo, peligroso.

— hum, sí. —

Sus palabras salieron en un jadeo bastante bajo, Johnny lo escucho bastante bien, pues estaba acostumbrado a la voz siempre tensa y silenciosa de Kenny.

Johnny soltó un suspiro de desaprobación, lo que puso aún más tenso a Kenny, realmente odiaba que el rubio teñido se enojara, era lo peor del temperamento explosivo del hombre que lo mantenía cautivo en su habitación.

— debiste descansar, por lo menos un poco, como sea, que te mantiene despierto de todos modos? —

La pregunta dejo desconcertado a Kenny, esa no es una pregunta que espere que salga de los labios de Johnny.

— ¿por qué pones esa cara de imbécil?, respóndeme, debe haber algo que te esté molestando. —

El pelinegro rápidamente se puso más nervioso que antes, carajo, no sabía si debía admitirle el olor podredumbre de toda la habitación.

— es que... Johnny, por favor... no te enojes--

— solo dilo carajo!, ahora mismo me estás encabronando! —

Kenny soltó un suspiro de derrota, ahora mismo se estaba preparando para una buena tortura de cinco horas.

— la habitación huele horrible... y--

No pudo terminar, pues el fuerte ruido de las carcajadas de Johnny lo dejaron disperso y algo asustado.

— jajaja!, realmente eres idiota, eh?, oh dios mío... Kenny, la habitación la limpié hace dos días, el que "huele horrible" eres tú. —

La vergüenza terminó comiéndolo hasta las muñecas, teniendo toda la cara de color carmesí por el comentario de Johnny, ahora se sentía incluso más asqueroso que antes.

— ¿quieres bañarte, verdad? —

Kenny rompió el contacto visual con Johnny, sintiéndose humillado y sucio al darse cuenta de las circunstancias de su situación.

— sí... por favor. —

— bien. —

Johnny terminó la conversación, acercándose hasta el pelinegro, tomando una llave de su bolsillo, saco las esposas incómodas de las muñecas del chico pálido, para tomarlo entre sus brazos y llevarlo a darse una ducha larga y por lo menos, relajante para el pobre chico magullado por los constantes castigos y torturas infligidas por Johnny, su único amigo en el mundo.