𝕮𝖗𝖎𝖒𝖎𝖓𝖆𝖑

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El sonido de la pluma contra el papel era el único sonido de la habitación, el ruido se hacía cada vez más fuerte por la frustración hasta que acabas por tumbar el objeto y dejar de escribir.

"El trabajo de Heizou realmente es complicado"

Habías notado al pelirrojo bastante tenso y cansado estos días, los casos se acumulaban como polvo y ni siquiera él daba abasto, te habías ofrecido a echarle una mano para intentar aminorar un poco su trabajo

Te levantaste para prepararte un té caliente, lo ibas a necesitar. No diste ni dos pasos cuando sentiste la puerta principal abrirse. Una sonrisa se apareció en tu rostro y saliste corriendo hasta el salón.

-¡Heizou! -te devolvió el abrazo que le diste al lanzarte hacia él- ¿Cómo te fue? Hoy llegaste temprano.

Él te sonrió y te dio un suave y dulce beso.

-Bueno, un poco cansado, pero no puedo quejarme, pasaron varios de los casos a otra comisaría por la sobrecarga que teníamos y finalmente podemos respirar un poco.

Pasó su mano por su hombro, moviendo el cuello para intentar liberar la tensión acumulada.

-¿Cómo te sientes? -preguntaste preocupada, sabías que el estrés lo había estado consumiendo, aunque quisiera disimularlo-

-Mmm... -colocó su mano sobre su mentón, pensando- Depende...¿si te digo que mal me darás mimos para sentirme mejor?

No pudiste contener la risa que escapó de tus labios. Colocaste tus manos detrás de su nuca y lo besaste profundamente. Al separarte lo miraste con una sonrisa.

-No seas tonto. Yo siempre te voy a dar mimos.

El rozó tu nariz con la suya mientras sonreía tiernamente.

-Eres tan hermosa... -colocó su mano en tu mejilla y la mirada que te dedicó tenía tanto amor que casi te quedas sin respiración- Te amo...

Colocaste tu mano sobre la suya que estaba en tu mejilla y le viste con infinita ternura.

-Yo también

Te besó nuevamente, tan profundo que te envolviste en su cuello con fuerza y el desplazó sus manos hasta tu cintura. Introdujo su lengua en tu boca y comenzó a saborearte con ella.

-Eres tan hermosa que debería ser un crimen...

Te estremeciste al sentir su respiración en tu cuello. Ya no era un momento precisamente tierno.

-Heizou...

-¿Mmm? Pensé que querías ayudarme a liberar mi estrés...

Su respiración se había convertido en besos y tú tratabas de ahogar los suspiros que rogaban salir de tus labios.

-¿Mañana tienes trabajo?

-N-no... -hablaste como pudiste- M-me había pedido el día libre para ayudarte...

-Bien. Entonces no hay impedimentos.

Bajó sus manos hasta tu trasero y te dio un leve empujón para que saltaras y te alzara, enredando tus piernas en sus caderas y mirándote con una sonrisa ladina.

Te llevó hacia la habitación compartida, entre besos y caricias furtivas de tu parte. Te dejó en la cama, posicionándose sobre ti.

-Oye, aún estás a tiempo de decirme si no quieres... -murmuró mientras respiraba agitadamente-

"Y una mierda"

"𝐂𝐫𝐢𝐦𝐢𝐧𝐚𝐥"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora