HellFire 《Yeongyu》

Parte 6

Antes de que lleguemos a la parte en la que Red y yo ejecutamos nuestra dulce, dulce venganza, permítanme darles un rápido resumen del equipo de alborotadores que llamo mis hermanos para que puedan apreciar mejor el caos que estamos a punto de desatar sobre ellos.

El primero es Sunghoon, el OG Cosgrove. Es tan viejo que es prácticamente prehistórico, y ninguno de nosotros, los ángeles radiantes y juveniles que él llama sus hermanitos, le permitimos olvidarlo. No es que solamos burlarnos mucho de él. Verás, Sunghoon es del tipo fuerte y silencioso. Claro que bromea con el resto de nosotros, pero en su mayor parte se mantiene al margen, lo que significa que a menudo se le pasa por alto cuando uno de nosotros se siente valiente y busca un hermano al que gastar una broma. Como la mayoría de los Cosgrove, trabaja en el taller de chapa y pintura de mamá, y la mayoría de las veces se le puede encontrar haciendo trabajos de detalle, puliendo minuciosamente las abolladuras y arañazos que el resto de nosotros no puede ver, o no le importa. Ese perfeccionismo de niño mayor, ¿tengo razón?

Los clientes lo aprecian, sin embargo, así que no puedo quejarme.

Y, sinceramente, su atención a los detalles es muy útil cuando los demás hacemos travesuras: es capaz de ver los pequeños detalles que nosotros pasamos por alto y, por tanto, suele ser el cerebro de nuestras mayores travesuras. No me cabe duda de que estaba en todo el escenario con Red.

Pero estoy divagando.

Lo que tienes que saber es que Sunghoon es un poco misterioso, incluso para nosotros. No sé cuáles son sus aficiones, ni qué está viendo en Netflix, ni qué tipo de cosas raras hace después del trabajo, si es que hay algo raro. Por lo que sé, no ha tenido una relación desde el instituto, cuando tuvo una cosa efímera e incómoda con Sarah Sullivan, pero aquí está el asunto: ha estado dejando el trabajo cada vez más temprano para hacer... algo. No sabemos qué. Podría ser una clase de cerámica, podría ser un asesinato. ¿Quién sabe?

Pero sea lo que sea no será un misterio para siempre, porque en la familia Cosgrove, nada permanece en secreto por mucho tiempo.

El siguiente en el orden de nacimiento soy yo, Yeonjun, prueba viviente del dicho "el primero es el peor, el segundo es el mejor" porque chúpate esa, Sunghoon. Soy el máximo rendimiento de Cosgrove. Cien por cien hijo de grado A. El mejor de mamá y papá, el Cosgrove más sexy de todos, y claramente el más humilde de todos nosotros.

Pero ya me conoces, así que pasemos al siguiente Cosgrove de la fila: Taehyun, mi hermano embaucador de la pintura. Ya conocéis su pelo rosado y sus tatuajes, pero lo que quizá hayáis pasado por alto es que, cuando no está provocando el caos, Taehyun es un buen artista. Es una pasión que comparte con mamá. Gracias a su arduo trabajo en el taller de pintura, Tough Stuff Auto Body se ha ganado una reputación entre los coleccionistas de coches adinerados como uno de los mejores talleres de chapa y pintura de Chicago para trabajos personalizados.

Taehyun es exigente con los trabajos que acepta, así que no es que estemos nadando entre imbéciles ricos todo el tiempo, pero vemos nuestra parte justa de ellos. Lo suficiente como para saber que Taehyun los aborrece absolutamente. Los gilipollas ricos cachondos toman nota: si ganas más al año que el PIB de un país pequeño, no hay manera de que te acerques a él con tu polla. El tío se comería a los ricos si pudiera, y no, no me refiero a eso. Perverso.

Uno pensaría que, con tres niños revoltosos a sus pies, mamá y papá decidirían cerrar la fábrica de bebés, pero no, porque ahora viene Soobin. Contra todo pronóstico, es el único de nosotros que ha conseguido reproducirse, y sorprendentemente, no por accidente. Al cumplir los treinta años tuvo una especie de crisis y se dio cuenta de que sin una nueva generación de empleados de Tough Stuff, ninguno de nosotros llegaría a jubilarse. Un vientre de alquiler y demasiados préstamos después, ahora es padre de dos niñas gemelas: Evelyn y Vera. Son monísimas y yo soy el tío más orgulloso. No voy a mentir, también estoy muy contento de que un día se hagan cargo del negocio familiar y yo pueda jubilarme.