MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE

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CAPÍTULO I. Más allá del horizonte.

"Siempre pensé que había vida inteligente fuera de este mundo...

Nunca había estado tan cerca de la verdad como ahora".

   En una de las tierras más antiguas del planeta se encuentra una población de seres humanos únicos, con más de un millón de años de su aparición, los Makunay han evolucionado de acuerdo al entorno que les rodea, gozan de una sana convivencia con la naturaleza, razón que les ha permitido subsistir a través de los siglos. Los Makunay son únicos, auténticos y como todo pueblo tienen creencias, necesidades y reglas, obedecen a un sistema social propio, y lo más importante: son humanos, y como humanos presentan dudas sobre su propia existencia.

   Los Makunay viven en un área geográfica extraordinaria, el Daruwey, su universo, un mundo que ofrece paisajes de horizontes, oxígeno y misterios, su clima es variado, de temperaturas agradables a muy bajas, por lo general el cielo suele estar nublado gracias a la constante humedad, con frecuencia cae la lluvia; su hábitat es azotada por fuertes vientos, su vegetación es exótica, de grandes árboles, cuenta con grandes espacios relativamente planos, tienen áreas de arena, selvas, montañas rocosas desnudas, de formas irregulares; cuenta con lagos muy grandes, ríos y cascadas. Posee flores exuberantes de llamativos colores que atraen a grandes insectos. Su topografía está compuesta principalmente por cuarcitas, arenisca blanca y rosada, en esta tierra abundan grandes piedras de cuarzos. Cuenta con numerosas cavernas y una fauna única de grandes depredadores tanto terrestre como voladores.

   Los Makunay viven de los recursos de su entorno, siembran, cazan, han creado tecnología adaptada a las condiciones de su habitat. Sus herramientas son funcionales, nada es creado por banalidad, no existe lo ostentoso, solo lo funcional, lo eficiente. Consumen lo que necesitan, lo que sobre los transforman, es una comunidad organizada, no invasiva y generosa con el planeta. Sus habitantes son longevos y al morir sus cuerpos son elevados al Gran Churúm quien los recibe y transforma, nada se desperdicia.

   Debido al clima cambiante de su entorno no realizan construcciones arquitectónicas a cielo abierto, por lo que habitan en una serie de cuevas, en realidad son túneles en las paredes del Gran Caica, su Tierra Madre, el lugar en donde graban su historia en las paredes rocosas. Allí viven, mueren y se transforman, seres humanos viviendo juntos en sociedad, con caracteres diferentes, con opiniones diversas, pero con un objetivo en común: La Convivencia, por eso sus normas son su credo, su forma de vida... su identidad.

   A los Makunay que de manera repetida se muestran opuestos a las normas establecidas, desobedecen o desvían sus acciones del camino común de la sociedad, son examinados y controlados por un grupo llamado los Non Ay, estos se encargan de buscar a los disidentes, los recuperan e insertan nuevamente al sistema, pero si no logran recuperarlos por completo o reinciden en la desobediencia son exiliados y nunca más regresan, los Makunay piensan que el Gran Churúm se encarga de ellos y los convierten en los depredadores de la selva, por eso los mantienen a raya, porque pierden su humanidad. Pensar distinto a la tradición Makunay es atentar contra el sistema de creencias que los ha mantenido vivos generación tras generación, para ellos no existe otra realidad más allá de la que ven sus ojos, están convencidos que el mundo termina más allá del horizonte.

   Frente al Caica, cada día es una nueva oportunidad, los Makunay se levantan a sus diversas faenas, al concluir, todos vuelven y se reúnen en la galería de la Madre Non, allí socializan, escuchan historias, comen y festejan, luego se dirigen a otras galerías para practicar su Ykusa, una actividad que consiste en afianzar su creatividad, elegir su talento y practicarlos hasta alcanzar su perfección, cada Ykusa debe ser disfrutada, no obligada, no impuesta ni indicada, cada quien elige su Ykusa, y el Ykusa los elije. La práctica del talento puede llevarse tiempo, por eso día tras día, ofrece una nueva forma de potenciarlo. El Ykusa es diverso, es como el árbol de creación, cada rama ofrece un talento: cantar, bailar, escenificar, plasmar, modelar, escribir, esculpir, tallar, construir, cultivar, grabar, tejer, confeccionar, dibujar, cocinar, entrenar para combatir... y cada vez crecen más y más ramas, como así crece la población; Cada hoja del árbol es un Makunay. De acuerdo a sus creencias cada individuo debe poseer un sólo talento, no se está permitido que tenga varios, sin embargo, el talento si puede reunir a varios Makunay con el mismo interés, pues cada quien ofrece una visión distinta del mismo talento. Así funciona la comunidad, pues cada talento le brinda al pueblo progreso, por eso es importante cada día practicarlo. En ocasiones se dan muy raros casos de miembros que manifiestan su capacidad de poseer varios dones o talentos, estos Makunay, tienen la oportunidad de decidir por uno de ellos cuando sientan que éste define su propósito dentro de la comunidad. Por lo general con el tiempo se convierten en guías Ykusa.

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⏰ Última actualización: Oct 16, 2022 ⏰

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AMAY WEYÚ. AMAY NOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora