Night view | ryounseung

Capitulo único

Siempre le han gustado los momentos así, estar en la azotea, arriba el cielo opaco con algunas estrellas, la luna llena parcialmente cubierta con nubes, estar sentado en una silla reclinable, con el ruido de la ciudad un poco silenciado por la hora, una botella a medio beber de soju en su mano, el viento fresco en su rostro… 

oh joder, en realidad no se está fijando en nada de eso.

No, su mente solo está en el chico junto a él, en sus brazos expuestos por la camisa sin mangas que lleva, dejando ver los tatuajes en ellos, en sus largas piernas expuestas por la bermuda que se subió un poco cuando se sentó, en como su cabello ondea en el aire, en la forma en la que lleva la lata de cerveza a sus labios, en su postura relajada, en su sonrisa cálida…

–Hyun, otra vez haces eso– dijo en tono divertido.

–¿Qué? ¿Admirar lo guapo que eres?– Respondió osadamente, sabiendo bien que Seungyoun lo tomaría como broma, y a juzgar por la suave risita avergonzada que soltó, así fué.

–Ja, no, eso, te pierdes en algún lugar…— dice inseguro, pero luego vuelve a la expresión relajada que tenía antes— te preguntaría cómo estás, pero creo que estás mejor, al menos ya no tienes ojeras–

Es verdad, y la razón es obvia, ya no se desvela por hacer sus proyectos a último minuto. 

Seungwoo siempre fue así, si la exigencia en la asignatura era alta, él iba y se esforzaba por estar ahí, se esforzaba por cumplir con las expectativas, sin embargo cuando el profesor era más flexible él se aprovechaba de eso haciendo solo lo mínimo necesario. 

A pesar de eso se las arregló para ser uno de los mejores de su curso, claro, siempre se le ha dado bien ser creativo, entiende con facilidad, es atento con las personas, y en general un buen alumno, pero también es un procrastinador profesional de mierda con especialización en correr de un lado a otro para terminar sus tareas, con doctorado en trabajar mejor bajo presión.

O al menos así era, creyó que se conocía a sí mismo, a su proceso creativo, a su forma de estudiar, ja pero no, y la razón de ese cambio también es bastante obvia, el chico junto a él. Tal vez nunca lo admitiría en voz alta, pero desde que Seungyoun es su asistente de taller ha crecido bastante, mucho más de lo que siquiera creería posible, como estudiante, como artista y como persona.

—No me perdí en ningún sitio— responde después de beber otro trago de su botella— solo creo que esto es agradable… solo sentarse, descansar— Seungyoun de verdad tiene una sonrisa hermosa y brillante.

—De verdad me alegra mucho verte mejor— sonaba genuino, dulce, tal vez demasiado dulce para su propio bien.

—¿Me ves mejor? Pero no traes tus lentes— Lo sabe, no fue una buena broma, pero Seungyoun aún sonríe.

—Gracioso— dice falsamente serio— oh ¿escuchas eso?— Seungwoo aparta su mirada.

—Si fue gracioso— responde y se prepara para lo que sea que Seungyoun este por decir, él es bueno para avergonzarlo.

Seungyoun se ríe un poco y palmea su pierna para llamar su atención —por ahí— señala a la distancia al otro lado de la azotea, música.

—Oh— apenas se escucha una melodía suave pero alegre, intenta concentrarse para distinguir mejor que es.

—No sé qué canción es, pero suena bien— dijo Seungyoun mientras se ponía de pie acomodando la bermuda en su cadera, giró su rostro hacia donde venía la música… y comenzó a balancearse de un lado a otro, suave, en realidad sólo se movían su hombros, pero lucía encantador así.