☕︎30 días OTP//𝑨𝒍𝒆𝒄𝒉𝒊✩✔︎

✶Día 1; Conocerse.

El día estaba completamente soleado, sin duda era un clima agradable para poder salir a dar un paseo...lo cual, ciertos countrys lo sabían.

El chileno al ver lo bello que estaba el día para salir, tomó su celular que se encontraba en la mesita, y le marcó al mexicano para invitarlo a salir.

<<Llamada>>

- ¿Bueno?

- Hola Mex, te llamaba porque quería preguntarte ¿Quieres ir a la feria conmigo? El día está bonito como para salir.

- ¡Jalo! En unos minutos me arreglo y nos encontramos allá ¿Sale?

- Dale, chaoo

<<Llamada Finalizada>>

Una vez con los planes hechos, el latino se dirigió a la ducha para asearse y así, poder arreglarse para salir. Lo más probable, es que no fueran solos, ya que Mex siempre invitaba a otros de los latinos a la hora de salir a algún lugar, no le gustaba dejar amigos de lado, lo que al chileno no le molestaba, pero aveces le incomodaba ya que no establecía mucha conversación con ellos más que con México.

Pero en fin, solo se arregló de forma casual y salió de su casa para dirigirse hacia la playa, cabe recalcar que vivían en una ciudad cerca a esta, por lo que no tenían que hacer viajes largos para ir de "vacaciones".

Una vez llegado a su destino, buscaba a su amigo con la mirada entre toda la gentuza que invadía aquella enorme feria, habían juegos mecánicos en cada esquina, al igual que puestos de comida...

Su búsqueda se vió interrumpida, al momento en que sintió unos brazos...o más bien un peso sobre su espalda, de alguien lanzándose sobre él para que lo llevara a caballito.

— ¡Chilito aquí estás!—exclamó el mexicano sosteniéndose sobre el chileno, quien algo asustado lo afirmaba para no dejarlo caer.

— Me asustai' weon oh...—este lo sujetó y a los segundos lo saludó con normalidad.

— ¿Y los demás? ¿No invitaste a nadie más?

— Aún no llegan, así que por el momento somos tú y yo, ahora vamos a los juegos.—este le pidió que avanzara, por lo que el chileno tuvo que empezar a caminar con el mexicano en su espalda.

Comenzaron a mirar los distintos puestos y juegos que habían, buscando alguno que les llamara la atención para subirse...

(...)

— (Я не поверю этой твоей истории о том, что у тебя кружится голова, в прошлый раз, когда ты вышел нормальным, теперь заходи.) No me volveré a creer ese cuento tuyo de que tienes vértigo, la última vez saliste normal, ahora entra.—reclamó aquel country de ushanka que intentaba que su amigo subiera a la rueda de la fortuna.

— (Du musst es glauben, ich gehe nicht hoch...) Tendrás que creerlo, no me voy a subir...—respondió aquel de lentes cruzando los brazos disgustado.

El ruso suspiró frustrado y se quitó su característico gorro para echar su cabello hacia atrás y luego volver a colocarselo.

Seguido solo tomó el brazo de Alemania y lo hizo subirse, había viajado varias horas en auto para pasarla bien y no aguantaría a un berrinchudo alemán que no quería subirse a nada, ya era el tercer juego al que iban sin resultado.

Una vez arriba del juego, no hubo vuelta atrás ya que la atracción no tardó en comenzar a moverse. El ruso estaba feliz de poder ver el paisaje, pero el alemán estaba de brazos cruzados como un niño pequeño, disgustado de haberse subido ahí.

(...)

— Ya weon bájate que mi espalda no soporta un saco de porotos...—este solo bajó al mexicano de su espalda.

El recién nombrado solo bufó algo ofendido y caminó junto al de cola de reptil.

Notaron una rueda de la fortuna cerca, por lo que decidieron ir a subirse en la próxima vuelta, ya que esta ya estaba en movimiento.

Al llegar ahí, solo esperaron.

(...)

Ya llevaban algunas vueltas, el ruso por su lado estaba disfrutando el paseo, pero parecía que el alemán se dormiría del aburrimiento.

— (Да ладно, Але... хотя бы посмотри на красивый пейзаж, нельзя же весь день горевать...) Vamos Ale...al menos observa el bello paisaje, no puedes estar amargado todo el día...

— (Was hindert mich daran, nicht zu sein?) ¿Qué me impide no estarlo?—preguntó manteniendo el ceño fruncido.

— ({Немцы...}) Alemanes...—susurró el ruso rodando los ojos.

El nombrado también había rodado los ojos, y decidió observar un rato el paisaje, debía de aprovechar un poco ¿No?...

Solo miraba de arriba a abajo, lo cual...no debió hacer.

Al momento de bajar la mirada para ver cómo giraba la rueda, provocó que sus lentes se cayeran, como era de una buena altura, no pudo saber en donde habían caído sus lentes.

(...)

— ¡Auh! ¿Qué wea?...—el chileno había sentido un golpe de algo caer justo en su cabeza.

— ¿Qué tienes?—el mexicano volteó a ver si amigo, para solo notar como unos ¿Lentes? Le habían caído en la cabeza...

—Unos...¿Lentes?—este los tomó y ambos observaron hacia arriba por si había alguien buscándolos, pero nada...

—Cuando la gente se baje del juego, preguntaremos quién fue el weon ciego que se le cayeron...—dijo el chileno guardando los anteojos.

Permanecieron ahí unos minutos, hasta que la vuelta había acabado, por lo que la gente comenzó a bajar, pero aún no veían a alguien buscando "algo".

O así fue hasta que vieron a un tipo de cabello negro junto a otro de gorro de invierto en pleno verano, buscando algo en el suelo, por lo que dedujeron que eran ellos.

— Eh...oigan ¿Perdieron esto?—el chileno solo tocó el hombro del pelinegro para seguido mostrarle los lentes.

— (Hm?... Ach! Ja, ich danke dir...) ¿Mm?...¡Oh! Si, te lo agradezco...—este recibió los lentes, y no tardó en colocarselos.

Al ver mucho mejor, se fijó en quién había sido su salvador, por lo que solo se topó con un chico de cabellos algo revueltos y azulados, un solo ojo que le adornaba, pues usaba un parche, y una larga cola que se meneaba de un lado a otro...

— (Danke, dass du sie gefunden hast ... Darf ich deinen Namen erfahren?) Gracias por encontrarlos...¿Puedo saber su nombre?

— Me llamo Chile, y no los encontré...cayeron en mi cabeza—este solo rió dió una risa, la cual fue correspondida por una risa más nerviosa.

— ¿Cuál es tu nombre?

— (Deutschland...) Alemania...

— Un gusto Alemania, ¿Gustan acompañarnos a seguido paseando por la feria?—ofreció incluyendo al ruso que saludaba al mexicano.

— (Na sicher...) Claro...

Ambos chicos solo siguieron al par de latinos hacia el resto de las atracciones...

Se veían, buenos tipos.

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Si alguien se pregunta cómo de la nada escribo Alechi y no Mexile, le alegan a Lilmny por favor.