☕︎30 días OTP//𝑨𝒍𝒆𝒄𝒉𝒊✩✔︎

✶Día 3; De la mano.

El frío y la belleza del invierno había invadido la ciudad, la gente no transitaba del todo, pues la mayoría permanecía en sus hogares para guardar calor, y los que salían, se abrigaban hasta los dientes.

Justamente en un parque que era reconocido por lo verdoso que era, se encontraban unos countrys platicando justos en una de las bancas, mientras otros, jugaban a lanzarse bolas de nieve.

— ¡Atájala Mex!—el chileno le lanzó una bola de nieve al mexicano en el rostro, haciendo que cayera de espaldas al suelo cubierto de nieve.

— *Cofcof* Puta madre...

El chileno al cansarse de jugar, junto al tricolor se dirigieron con los demás para beber algo caliente, sus manos estaban congeladas...

— (Hey Chile...Ich habe dir einen Kaffee gespart) Hey Chile...te guardé un café.—el alemán, quien también se había unido a la salida, le extendió un vaso de dicho líquido.

— Gracias Ale...—este se sentó a su lado y bebió unos sorbos.

Después de haber reunido calor y fuerzas, decidieron comenzar a caminar por el parque, después cada uno tendría que irse a su hogar, ya que el frío iría aumentando, incluso anunciaban una tormenta.

(...)

El alemán se mantenía relajado mientras paseaba, pasar tiempo con los latinos no era del todo malo, además de que Rusia y China los acompañaron...

Mientras miraba a su alrededor, miró de reojo notando al chileno a su lado frotando sus manos para calentarse.

Este sin pensarlo muy bien, se acercó un poco al chileno, y tomó su mano para guardarla junto a la suya en el bolsillo.

— ¿Uhm?...—el chileno al sentir su mano más cálida, notó que el alemán lo estaba tomando de la mano, lo cual lo había sonrojado ligeramente...

— (I-es ist kalt ... meinst du nicht) H-hace frío...¿No crees?—dijo Ale.

— Si ehe...—respondió este.

Continuaron su camino hasta que al salir del parque, cada uno se dirigió a su hogar por su cuenta.

— ¿Quieres ir a mi casa? Podemos...tomar café mientras vemos alguna película.—ofreció el chileno, ambos seguían con su mano unida en el bolsillo del europeo.

— (Natürlich würde ich gerne...) Claro, me encantaría...

Ambos caminaron hacia el departamento perteneciente al latino. Y una vez llegaron, el chileno lo dejó pasar.

— Puedes ponerte cómodo...—habló este.

— Ah...Chile—este le señaló sus manos.

— ¡Ah! Ehe...lo siento—solo las separaron y cada uno hizo lo suyo.

(...)

En cuestión de minutos, ambos ya estaban en el sofá disfrutando de una película mientras disgustaban de un café.

El chileno solo observó de reojo a su acompañante que estaba concentrado en la película...

Solo llevó su mano discretamente a la contraria y la tomó.

— ¿Ehh...?—este al sentirla volteó a verlo.

— Hace...frío ¿No crees?

Ambos se sonrieron mutuamente.