☕︎30 días OTP//𝑨𝒍𝒆𝒄𝒉𝒊✩✔︎

✶Día 8; Usando la ropa del otro.

Eran alrededor de las 6:30AM, era día domingo, por lo que nadie se levantaría a esa hora ¿No? O eso pensaba aquel alemán...

Una llamada telefónica llegó a su celular, despertándolo de inmediato, este algo confundido tomó su celular para ver de quién se trataba.

<<Llamada>>

- ¿Hallo?

- ¿Alemania? Oh gracias a Dios alguien me contesta...

- (Chili? Alles ist gut?) ¿Chile? ¿Todo bien?

- No...necesito un poco de ayuda, yo...no sé dónde estoy.

- (Wie Sie nicht wissen? Bist du in Ordnung?) ¿Cómo no sabes? ¿Estás bien?

- No sé dónde estoy, solo recuerdo que estaba en una fiesta con Mex...

- (Wo genau bist du? So kann ich dich finden...) ¿En qué lugar estás exactamente? De esa forma podré ir a buscarte...

- Ah...debajo de un puente (? Ehe...solo sé que, hace frío aquí...

- (Nun...ich werde versuchen, dein Handy zu orten, um nach dir zu suchen, beweg dich nicht, okay? Mach's gut...) *sigh* Bien... intentaré rastrear tu celular para ir a buscarte, no te muevas ¿Si? Nos vemos...

<<Llamada Finalizada>>

Que bien el empezar un día de esa forma ¿No? Pero qué se le puede hacer, Ale no podía dejar al chileno ahí tirado, si lo llamó había sido por algo...

Se levantó de forma rápida y salió de su casa para subir a su auto, desde su celular, rastreó la ubicación del contrario, dándose cuenta que no estaba del todo lejos, pero tampoco tan cerca. Pisó el acelerador y dió rumbo hacia ese lugar en especial, tenía que llegar pronto...

(...)

— (Chili!? Du bist hier in der Nähe!?) ¿¡Chile!? ¿¡Estás por aquí!?—exclamó en voz alta el alemán.

Había llegado al destino que su rastreador indicaba, pero a simple vista, el puente estaba vacío, no había nadie...

O eso pensaba...

— ¡Por aquí!

Ale solo comenzó a pedirle que siguiera hablando para poder seguir la voz, hasta que finalmente lo encontró.

Efectivamente, el chileno estaba debajo del puente escondido, sus cosas estaban tiradas, pero tenía la ropa hecha tirones...era extraño, no había ninguna botella de alcohol alrededor, no parecía ebrio.

— (Heben Sie sich Ihre Erklärungen auf, wenn wir bei mir zu Hause sind, ja? du frierst) Ahorra tus explicaciones para cuando estemos en mi casa ¿Si? Estás congelandote.—el alemán lo ayudó a levantarse y se fueron de aquel solitario lugar.

Una vez en el hogar del europeo, este le prestó un poco de su ropa para que el chileno se diera una ducha y se vistiera, lo cual este obedeció y lo hizo.

Para cuando estaba listo, le sirvió un café para darle calor, y ahora sí, podía hacerle sus preguntas.

— (Wie bist du an diesen Ort gekommen?) ¿Cómo llegaste a ese lugar?...—inició preguntando.

— No tengo idea...apenas recuerdo lo de anoche.

— (Erzählen Sie mir davon, wenn Sie zu viel getrunken haben ... oder jemand angeboten hat, Sie mitzunehmen.) Háblame de eso, si acaso bebiste mucho...o alguien te ofreció llevarte.

— *Sigh*...no bebí casi nada, y solo estaba con Mex...ahora no me contesta el teléfono.—respondió el latino.

— (Irgendeine Idee, wo es sein könnte?) ¿Alguna idea de dónde puede estar?

— No...ahg, me duele la cabeza de solo pensar, no recuerdo nada...

El alemán se quedó algo confundido, se preguntaba que pudo haber pasado en esa fiesta para que este no haya recordado nada...

Este decidió dejarlo descansar un poco, seguramente en la noche no había dormido nada, y no quería presionarlo más.

(...)

Ahora este se encontraba viendo la televisión, el chileno seguía dormido en su cuarto, por lo que lo tenía a nivel bajo para no molestarlo.

En lo que cambiaba a distintos canales, se encontró con uno de reportajes, que al parecer estaba dando una noticia de último momento...

"Se descubre que en las discotecas, drogan a las personas colocando sustancias en sus vasos y luego los votan en distintos lugares"

Aquello lo tomó por sorpresa, lo que informaban en ese programa, era muy parecido a lo que el chileno le había ocurrido, quizá también fue una de las personas drogadas y tiradas en cualquier parte.

Tomó su celular y marcó el número del mexicano, al chileno no le contestaba, esperaba que a el si.

Por suerte, su llamada fue contestada, pero por el argentino, el cual le contó que había encontrado al mexicano fuera de su casa tirado en el suelo, y estaba en las mismas condiciones que el chileno, ya no necesitaba más pruebas, era obvio que a ambos los habían drogado.

No sabía muy bien el qué hacer, no sabía quiénes eran los culpables, lo único que podía hacer era cuidar un poco al chileno para que no le vuelva a suceder...

Y claro que lo haría... odiaría volver a verlo en esas condiciones...