✶Día 20; Susto.

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Si a algo estaba acostumbrado el chileno, era a que en cualquier momento podría sufrir un temblor o incluso un terremoto, lo cual le sucedía a diario, haciendo que estuviera acostumbrado a lo doloroso que era.

El que no estaba acostumbrado era el alemán, muy raramente sufría uno de esos episodios, y cuando lo hacía, era lo más doloroso de su vida, según él.

Agradecía el hecho de que no fuera un país sísmico como su pareja, pero no le agradaba que el chileno tuviera que pasar por eso tantas veces, según él, no le dolía, era normal...pero no dejaba de preocuparle.

Pero ese día si debió preocuparse...

...

Alemania había salido a trabajar, aunque lo hizo debido a la insistencia del chileno, este había tenido sismos pequeños toda la noche, por lo que no durmió nada, no podía trabajar así, el alemán quería quedarse para cuidarlo, pero debido a la terquedad del latino, terminó yendo a trabajar.

El chileno continuó durmiendo otro rato más, y cuando comenzó a tener hambre, se levantó para comenzar el día...

Hasta el momento todo iba bien, no se sentía mal...

— Pareciera que ando con las hormonas inquietas...ni que fuera un puberto...—mencionó para sí mismo.

El alemán estaba en su oficina, la ONU le había encargado bastantes papeles, lo único que hacía era completarlos rápido para que las horas pasaran y pudiera llegar pronto con el chileno...solo esperaba a que nada malo ocurriera.

Cuando la hora de almuerzo llegó, se topó con la japonesa, la cual decidió invitarlo a almorzar con ella...este accedió.

En lo que estaban en eso...lentamente empezó a sentir como su taza de café se movía, al igual que todo a su alrededor...

(エール?何が起きましたか?) ¿Ale? ¿Qué ocurre?...—preguntó la japonesa algo preocupada.

Todo alrededor se movía debido a como el temblor se intensificaba, la gente comenzó a correr y evacuar de manera rápida.

La japonesa no había tardado en evacuar de igual manera, iba a esperar al alemán, pero sus nervios le ganaron...

En cambio este, solo observaba en completo shock, lo que solo se le vino a la mente...

El chileno...

(Scheisse...) Mierda...—este solo corrió hacia las salidas junto a los demás.

Sin importarle nada, subió a auto de manera rápida y solo arrancó, se pasó todos los semáforos, aunque teniendo precaución con la gente que pasaba por las calles...

Al llegar a la casa, abrió la puerta de golpe para poder entrar, todo a su alrededor se movía...

(Chili!! Wo sind Sie!?) ¡¡Chile!! ¿¡Dónde estás!?—gritó asustado, subiendo las escaleras para entrar en la habitación.

El latino no dejaba de moverse, estaba tirado en el suelo pero no estaba del todo consciente...sus ojos estaban entrecerrados y solo aguantaba el gritar.

Su contrario solo se acercó rápidamente...y sin importarle cuanto pudiera dolerle, lo abrazó de manera cálida y protectora, haciendo que en segundos el terremoto se traspasara a su organismo...

Este no le daba importancia al dolor creciente en su cuerpo, solo abrazaba el cuerpo inconsciente besando sus mejillas para intentar de alguna manera calmarlo...

Lo cual pareció funcionar en cuestión de minutos...

Se había detenido.

Se quedaron un momento sentados en el suelo, el europeo apoyando su espalda en la cama...solo recuperándose ligeramente mientras abrazaba al chileno, este estaba despertando...

No podría llevarlo al hospital, con todo el caos de afuera nunca lo atenderían, por lo que solo lo acostó cuidadosamente en la cama para cubrirlo, una vez ahí, se alejó un momento para ir por unas vendas y pomada...

Fue vendando lentamente los brazos y cuello ajeno, para luego hacer lo mismo con sus propios brazos...consiguió grietas al igual que un sismo en su país.

Seguidamente se recostó junto al chileno, el cual se volvió a dormir al sentir la calidez de las vendas y la manta, además del abrazo de Ale.

(...)

Unas horas más tarde, el chileno había despertado nuevamente, topándose con un desorden en la habitación y al alemán acariciando su cabello a su lado...

(Was für eine Erleichterung, dass du aufgewacht bist ... Geht es dir gut?) Que alivio que hayas despertado...¿Te encuentras bien?—preguntó.

— Estoy...mejor, gracias...

(Ich bin froh... beweg dich noch nicht, okay? Du hattest Nachbeben in allem, was du geschlafen hast...) Me alegro...no te muevas aún ¿Si? Tuviste réplicas en todo lo que dormiste...

— ¿Cómo es que no sentí nada de eso?

(Nun...sagen wir, ich habe dich umarmt...) Bueno...digamos que te abracé...—este desvió la mirada.

— Te contagiaste...sabes que es doloroso Ale...

(Solange du aufhörst, Schmerzen zu empfinden, ist es mir egal...) *Sigh*...Con tal de que dejes de sentir dolor, no me importa...

Solo se volvieron a abrazar.

☕︎30 días OTP//𝑨𝒍𝒆𝒄𝒉𝒊✩✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora