Parte Única

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Paz.

Eso es lo que me transmite al verlo.

Lleva más de dos horas acostado sobre la cama, profundamente sereno, profundamente despreocupado, profundamente dormido.

No puedo creer se sienta tan seguro y confiado conmigo, haciendome sentir la misma seguridad al hacerlo. Me eligió a mi y no puedo sentirme más afortunado.

Tal vez sea raro que lo observe tanto al dormir, pero llevo tanto haciéndolo que ya no me preocupa que piense que soy un loco obsesivo.

El cuarto era pequeño, poco equipado para mi gusto, pero él lograba llenarlo sólo con su presencia. Había una ventana que daba a la calle, era un piso alto y no teniamos buena vista, o al menos él no.

La claridad que daba desde afuera apuntaba directamente a la cama, fue algo irritante al principio y aún no deja de serlo, pero en pequeños momentos como este agradecía su posición tan desacertada. 

Luz lo apuntaba tan impecable en su rostro que me hacía dudar que su posición en la cama y la luz del faro en la calle fuera neta casualidad. El brillo apuntaba donde debía, haciendo resaltar sus facciones dejándome a mi, su espectador, realmente deslumbrado.

Lo observo mientras fumo y no puedo dejar de pensar en nosotros, en como de manera desencajada logramos encajar, como nuestras diferencias nos unen, como su personalidad y la mia se llevan, como sus ganas de dormir cada que puede y mis ganas de perder las horas observandolo nos hacia funcionar.

Parecía tan tranquilo y calmado que no me llevaba a pensar que ya llevo dos horas y una cajetilla de cigarros observandolo, los minutos no importaban, no en este momento. Si llego a fijarme en la hora, a mi parecer, haría este momento menos especial y prefiero ignorar el reloj.

Tengo cada rincón de su cuerpo grabado en mi memoria de manera tan detallada que es impresionante, estoy tan enamorado de cada parte de su cuerpo que no podría definirlo, siento que eso sería limitarlo y no quiero eso para nosotros. No quiero límites, no quiero sentir que hay una línea invisible que me dicta hasta donde podemos llegar, no quiero que exista un hasta aquí.

Dirijo mi vista a la ventana sin pensarlo, haciendo una pausa inconsciente de lo que hacía.

– ¿Otra vez estas mirándome mientras duermo? – Dijo él, con voz ronca y bajita de recien despertado, haciendome dirigir mi vista hacia donde está

Su voz me resultaba tan sedante y tan dominante que me fascinaba.

–Te cuido de los malos, amor–menciono sonriente.

–Me estas observando sin camisa, sentado en una silla en la oscuridad mientras fumas–hace una pausa– Tú pareces ser los malos, amor.

Asiento lento mientras acabo mi cigarro.

– ¿Quieres venir y dormir conmigo? –palmeo la cama– Aún tengo sueño y que me mires me podría causar pesadillas.

Hay una cosa que disfruto más que observarlo dormir y es dormir con él. Sentir su olor sobre mí, sus brazos rodearme, su cuerpo tan pegado a mi solo es un fragmento de todo lo que disfruto con él.

Inclusive podría todo acabar mañana, pero este éxtasis compensa y me hace perder interés de todo lo que pase después.





Dormido -Joerick-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora