Besos experimentales.

2.3K 258 75
                                    

Tenían trece años cuando pasó por primera y única vez antes de que quedara casi en el olvido.

Harry, Ron y Hermione se encontraban en la torre de astronomía conversando sobre todo lo que había ocurrido ese año en Hogwarts. Era su último día allí en Hogwarts antes de partir el día siguiente en el tren rumbo a sus casas.

El año había sido una locura para todos, Harry estaba feliz sabiendo que tenía un padrino, Ron todavía no superaba que dormía con un hombre gordinflón transformado en rata y Hermione todavía no podía creer todo lo que había sucedido.

No fue un año tranquilo, eso era algo en lo que los tres concordaban.

Sin embargo, habían obtenido algunas cosas buenas de ello.

Una sonrisa se dibujó en los labios de Hermione, quien escuchó una de las bromas de Ron, mientras mantenía los ojos fijos en esa novela que Lavander Brown, su compañera de cuarto, le había recomendado asegurándole que le gustaría.

Y puede que ella y Lavander no hablaran demasiado, pero sí, la novela de romance le estaba gustando.

Al principio pensó que era un poco tonto leer algo como eso, pero la historia la atrapó. Las escenas estaban increíblemente detalladas y Hermione podía jurar que era capaz de ver cada escena en su mente, incluso a los protagonistas. Jane Austen escribía maravillas, Hermione pensó que volverse fan de sus libros era algo que valía la pena completamente, puesto que, Orgullo y prejuicio era la mejor novela de romance que había leído hasta el momento.

—¿Saben, chicos? —la niña dijo, mirando el libro, soltando aquella idea infantil y un poco vergonzosa que pasaba por su cabeza. —Huimos de un hombre lobo, aturdimos al profesor Snape e incluso ayudamos a escapar a un fugitivo...

Harry y Ron se miraron entre ellos con curiosidad, y luego pasaron a mirar a la niña.

—Hicimos todo eso antes de siquiera haber dado un beso a alguien, ¿no es gracioso? —dijo, riendo ligeramente.

—Los besos no pueden ser tan geniales. —Ron dijo, encogiéndose de hombros.

Harry asintió, aunque sus mejillas estaban ligeramente coloradas. Él había imaginado hace poco—y después de haber visto a unos alumnos mayores besarse — cómo se sentiría besar a alguien.

Las primeras personas en su mente fueron Hermione, y por supuesto, Ron.

Harry pensó que si tenía que escoger a alguien a quien besar, le gustaría que fuera uno de ellos. Ambos eran sus amigos, eran atractivos y eran de su completa confianza, era todo lo que podía pedir para su primer beso. Él-niño-que-vivió sabía que ellos no se burlarían demasiado de él si resultaba ser un besador terrible, porque ninguno de ellos había besado antes tampoco.

—En las novelas siempre parece que si. —la niña dijo, frunciendo ligeramente el ceño. —Dicen que se siente como mariposas en el estómago y un ligero cosquilleo, como si estuvieras experimentando lo mejor del mundo entero.

Ron negó tercamente. —Te lo digo, Hermione, besar no puede ser tan genial.

—¿Entonces por qué mucha gente lo hace? —Harry preguntó, inocentemente.

Él pelirrojo se encogió de hombros.

Hermione miró a sus amigos, con duda.

—En realidad... —ella dijo, llamando la atención de ambos. —No podemos saberlo si nunca hemos besado a nadie antes.

Un silencio se formó entre los tres, mientras miraban las estrellas desde la torre de astronomía.

—Bueno... —Hermione dijo, de repente, juntando valor. —Yo quiero saber que se siente besar a alguien.

TRIO DE ORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora