- Eres un idiota, Inuyasha - gritó Kagome con todas sus fuerzas - No sé como te has atrevido a decirme algo así.
- ¿El qué?- respondió Inuyasha con desdén- ¿Qué estas loca por ese lobo rabioso?- sabía que se estaba pasando pero no podía evitar callarse- Pues si, para mi esta más que claro, sino ¿Porqué cada vez que le ves coqueteas con él?- le dio la espalda, como si el tema no le importara en absoluto - Y que quede claro, que lo que tu hagas con ese rabioso me da igual, pero hazlo cuando terminemos de buscar los fragmentos que es lo que importa...
- Serás...Abajo, Abajo, Abajo- grito Kagome una vez hasta que se desahogo - Te odio, te detesto Inuyasha- dijo antes de salir huyendo al bosque mientras las lagrimas fluían por sus mejillas sin que ella lo pudiera evitar.
- Esta vez te has pasado mucho Inuyasha- le dijo Sango mientras veía como su amiga se marchaba desconsolada- No sé como le puedes decir algo así cuando sabes perfectamente lo que ella siente por ti.
- Eso es muy cierto - confirmó el monje- la señorita Kagome le ha demostrado una y otra vez lo que siente por ti, no entiendo porque sigues teniendo celos de Koga cuando...
- No estoy celoso - gritó Inuyasha a sabiendas que mentía descaradamente- Y no sé porque ustedes están tan seguros de lo que Kagome siente por mí, cuando siempre que viene ese lobo rabioso se deshace en atenciones con él.
- Lo que a ti te pasa son los celos que no te dejan ver con claridad- le dijo el pequeño zorrito, recibiendo a cambio un capón por parte del hanyou.
- En vez de pagar tu frustración con el pobre Shippo deberías de buscar a Kagome - le dijo Sango cansada de los estúpidos celos de Inuyasha - Además como has dicho lo más importante es buscar los fragmentos y así sólo perdemos el tiempo- viendo que Inuyasha seguía terco como una mula, dijo lo que sabía que le haría reaccionar - Y por si no te has fijado se a ido al bosque sin ninguna protección, totalmente desprotegida, y la podría pasar cualquier cosa, aunque claro a lo mejor eso no es importante para ti...
- Será mejor que la busque- sabía que Sango tenía razón, Kagome por el enfado se había dejado el arco y las flechas, y si se le presentaba algún peligro no tendría medios para defenderse, y no podía permitir que nada le pasará, porque si le pasará cualquier cosa nunca se lo perdonaría, aunque claro que esto nunca lo reconocería, por lo que dijo- Como has dicho no podemos perder más tiempo, y necesitamos encontrar los fragmentos antes que Naraku- y tras decirlo supo que ninguno de sus amigos le creyó, sabían perfectamente que la buscaba por una razón muy distinta, sin importarle lo que pensarán sus amigos, echo andar hacia el bosque, preparándose para el recibimiento de la pelinegra.
Había salido corriendo hacia el bosque sin mirar en ninguna dirección, por lo que Kagome finalmente se encontró perdida en mitad del bosque, y para colmo sin el arco ni las flechas.
Cansada de andar sin rumbo se apoyó contra un árbol, y sin poderlo evitar se echo a llorar.
Llevaba enamorada de ese terco hacia dos años, y por mucho que estuviera a su lado, sabía que él siempre amaría a otra, y aunque le doliera lo podría sobrellevar, pero lo que no podía soportar es que Inuyasha dudará del amor que le profesaba, ese terco...y de repente le sintió... "Hablando del rey de Roma, por la puerta asoma" pensó entristecida Kagome, que era el peor momento para verle.
- Dejame sola - le dijo sin mirarle a los ojos.
- No puedo dejarte aquí sola, te puede pasar cualquier cosa- intentó razonar Inuyasha, que no soportaba verla llorar.
- Que me puede pasar cualquier cosa eh...- sonrió sarcasticamente- Es verdad, no quieres que me pase nada, al final y al cabo soy tu detector de fragmentos, ¿verdad¿
ESTÁS LEYENDO
¡Celos! -One.Shots- / Completa
RandomUna Sola Accion Puede Cambiar Todo Muy Rapido. No Me Pertenece Las Historias