Kissed By An Angel - Elizabeth Chandler - Justin Bieber (Adaptación)

Capítulo 7

Ivy sintió como si flotara la mayor parte de la semana que siguió a la boda, con un día cayendo dentro del siguiente, marcado únicamente con discusiones frustrantes con Philip. Suzanne y Beth se burlaban de su distracción pero más gentil de lo usual. Gregory paso junto a ella en el hall una o dos veces e hizo pequeñas bromas sobre ordenar su cuarto antes del viernes. Justin no se cruzó con ella esa semana —al menos ella no lo vio—. 

Todos en la escuela para entonces ya sabían sobre la boda de Andrew y su madre. La boda se había publicado en todos los periódicos locales así como también en el New york Times. Ivy no podía estar más sorprendida de cuan a menudo Andrew aparecía en los periódicos, pero lo raro era ver fotos de su madre también. 

El viernes en la mañana finalmente llegó e Ivy evadió el camino de la entrada al apartamento, sintiéndose de repente nostálgica por el lugar en que su familia había vivido, ruidoso, lleno de gente, y en ruinas. Cuando ella regreso a la escuela esa tarde condujo por un camino diferente, uno que subía por una colina por encima de la estación del tren y el río. En el camino a la casa paso bajo un muro de piedra y corrió en los parches del bosque, narcisos y laureles. El bosque de Andrew, narcisos y laureles. 

Esa tarde Ivy recogió a Philip de la escuela. Él se había rendido acerca de pelear y se dirigió a su lado en silencio, a mitad de la colina, ella escuchó una motocicleta en la curva por encima de ellos, rugiendo cuesta abajo. De pronto el ciclista y ella estaban cara a cara. Ella ya estaba tan lejos como podía, sin embargo él siguió de frente. Ivy freno bruscamente. El motociclista se desvió peligrosamente cerca de ellos, después acelero y los paso. 

La cabeza de Philip dio la vuelta, pero no dijo nada. Ivy miro en por el espejo retrovisor. Era probablemente Eric Ghent. Ella esperaba que Gregory estuviera con él. Pero Gregory estaba esperándolos en la casa, junto con Andrew y su madre, quien recientemente había vuelto de su luna de miel.

Su madre les dio la bienvenida con abrazos, marcas de labial y una nube de alguna nueva clase de perfume. Andrew tomo las manos de Ivy entre las suyas. Él era lo suficientemente listo para sonreír pero no tocar a Philip. Luego Ivy y Philip se turnaron en torno a Gregory. 

—Soy el guía turístico —dijo él inclinándose sobre Philip, advirtiendo—. Quédate cerca algunos de estos cuartos están embrujados —Philip miró a su alrededor rápidamente y luego miro a Ivy. 

—El solo está bromeando. 

—No, no lo estoy. Algunas personas muy infelices han vivido aquí —Philip miró a Ivy otra vez. Ella movió su cabeza. 

Afuera había una casa solariega de madera blanca con pesadas persianas negras. Bastidores habían sido puestos en cada lado de la estructura. A Ivy le hubiera gustado vivir en una con pequeños bastidores con sus profundos y cubiertos techos y tragaluces. En la parte principal de la casa algunas habitaciones de techo alto parecían tan grandes como un apartamento en el que ella había vivido una vez. La sala central de la casa y las escaleras separaban una sala, la biblioteca y el solar del comedor, la cocina y el salón familiar. Más allá del salón familiar había una galería junto a la oficina de Andrew. 

Desde que él y su madre estuvieron hablando en la oficina. La gira se había detenido en la galería, enfrente de los retratos: Adam Bainnes el que había invertido en todas las minas luciendo severo con su uniforme de la primera guerra mundial, Juez Andy Bainnes en su toga y Andrew vestido con su colorida toga. Junto a Andrew había un espacio vacío en la pared. 

—Te hace preguntarte quien va estar ahí —dijo Gregory secamente. Él sonrió pero sus grises y entornados ojos tenían una mirada de cazador. Por un momento Ivy sintió pena por él. Como hijo único de Andrew él debería sentir demasiada presión para hacerlo bien.