Capítulo 22: Punto para Zoe

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Zoe

Me levanté temprano para ser un sábado a la mañana. A las nueve ya estaba despierta.
Me quedé unos quince minutos en la cama pensando en lo que había pasado la noche anterior. Las chicas opinando, la fiesta, Bruno, todo.
Desde que me subí a ese auto, me hicieron cuestionar cada paso que daba.
Todo se había vuelto borroso. Ya no sabía lo que quería y eso me molestaba. Tenía todo más o menos organizado y resulta que subirme a un auto lo puso todo patas arriba.
Desde mi amistad hasta Bruno. Bueno Bruno es un universo distinto.
No quería, aunque si, pensar sobre el tema. Es más fácil estar en silencio. Siempre me funcionó.
Me levanté de la cama y agarré lo que iba vestir hoy. Me dirigí al baño y ya que estaba llevé los cepillos de dientes de las tres. Yo los guardaba porque Sophie lo había guardado en la cartuchera. Cuando lo vi ayer a la mañana me reí, porque solo a ella se le ocurre hacer algo así. Además no es un lugar sumamente limpio como para guardar un cepillo de dientes. Y Vía, bueno seguro que se iba a olvidar. Una vez en el baño me cambié, cepillé los dientes y me arreglé el pelo. Además no obviemos la parte de hacer mil caras en frente del espejo y esas cosas.
¿Qué? No me traten de rara, porque no soy la única. Todas lo ignoran o desestiman ¡Admítanlo!
Salí del baño y cuando vi la hora en mi celular me di cuenta que era necesario levantar a Vía. No iba a ser fácil. Tan difícil como cazar sin armas.
Duerme como un oso en plena hibernación.
Me di vuelta, y me puse de frente a la cama de una de mis mejores amigas. Yo creo que la diferencia entre ver a Vía durmiendo y a Vía muerta sería nula. En serio, parece que se disloca las articulaciones. Debería figurar en los registros de los récords mundiales. Me imagino hasta la foto. Ella saliendo mal y después quejándose porque no le gusta como aparece. Un clásico.
-Vía, arriba.-Le dije despacio y con calma.
-Vía, vamos.-Con calma.
-Vía ya es hora de que te despiertes.-con calma y paciencia.
-Vía.-Paciencia.
Bueno, apliquemos la regla Sophie. Directo duele menos.
-¡Te dije que te levantes ya!- Le grité mientras la sacudía. Miren, se que no es la mejor forma de levantar a una persona, pero se lo había repetido varias veces y no se despertaba. Había que hacer algo al respecto. Y la verdad es que mi método surtió efecto. Estaba orgullosa de mi. Hasta incluso me di palmaditas internas. Punto para Zoe.
-¡¿Para que carajo me vas a levantar a estas hora de la madrugada de un sábado?!- Me dijo en un tono alto con la voz dormida. Hice un esfuerzo enorme para no reírme. Enorme.
-¿Qué madrugada Olivia? ¿Qué no ves que ya salió el sol?-Le contesté con mi mejor vos de enojada.
Me levanté de su cama y abrí las cortinas de forma brusca. Y como respuesta, vi que se cubría cual vampiro por la luz y exclamó:
-¡Mis ojos!
Me reí en vos baja de su pequeño drama y caminé la corta distancia que nos separaba. La descubrí y la miré de forma amenazadora. Ya me estaba hartando.
- O sacás el culo de la cama en este preciso instante o te juro que te saco la triangl ¿escuchaste?
Y otro punto para Zoe. Nombrar su marca de bikinis preferida fue un golpe duro. Esas bikinis para ella son como los peluches para los nenes.
Vi la indignación en su cara y fui feliz. Es cruel, ya se. Pero NADIE es perfecto.
Se levantó de la cama en silencio, pero apuesto lo que sea que estaba pensando mil millones de cosas para decirme. Otro punto para Zoe que no obtuvo contestación. Vía fijó rumbo hacia el baño y la observé irse.
Me dejé caer en mi cama. Tenía sueño, pero tenía más ganas de salir con los chicos y hacer algo antes que quedarme dormida. A diferencia de todos, creo.
Hoy teníamos que hacer muchas cosas, pero primero lo primero: Revivir a los nuestros. Ay perdón quise decir despertar a los chicos.
Unos minutos después, entró Vía por la puerta, y me dijo levantando las cejas y poniendo los ojos en blanco:
-Miren quien necesita que la levanten ahora...
Acto seguido y ganándose mi sorpresa, con más energía de la usual en Vía a estas horas hizo que un almohadón impacte en mi cara. Uno, dos, tres, y la defensa era inútil. En el cuarto almohadón exclamé entre risas:
- ¡Bueno, basta ya entendí! - Y paró el bombardeo.- Te toca despertar a Felipe.-Le dije yo con una sonrisa maliciosa. ¡La cara que puso fue increíble!
-De eso, nada. -Respondió ofendida.
Sabía lo que pensaba que de lo que pensábamos de nuestros pensamientos sobre sus pensamientos. Realmente fácil en una amistad.
-Yo lo despierto a Bruno si vos lo hacés también. -Le dije para tratar de convencerla.
-¿Despertar a Bruno con vos? Claro, ningún problema.
Pero si será imbécil...
-Duh, no, despertar a Felipe idiota.-Le expliqué.
Y Olivia vaciló. Estoy segura de que no quería, pero había algo, algo que no se cómo definir que hacia que ella quisiera cruzar ese pasillo y tocar esa puerta. Lo ansiaba, pero no se lo iba a decir a nadie.
Me levanté de mi cama y me fui victoriosa.
Anotación, otro punto para Zoe.
Subí las escaleras hasta el último piso y abrí la puerta del cuarto de Sophie. La cama estaba deshecha pero ella no estaba ahí. Rebusqué entre las sábanas y definitivamente no estaba ahí. Me metí en el baño a ver si estaba allí pero no, tampoco estaba.
Si hay algo que tienen que saber de Sophia es que es una chica original. entonces hay que buscar en los lugares más ilógicos. Entonces la ecuación sería así: encontrar a Sophie+ imaginar donde uno no estaría/ iría= hallazgo de Sophie.
Y entonces busqué y di en el blanco. Abrí las puertas que daban al balcón y la encontré durmiendo en la reposera cubierta con una manta. Tenían un buzo negro con la capucha puesta. No se cómo llegó acá pero no pienso planteármelo ahora.
-Sophie, arriba. Necesito tu ayuda.
Gruñido. Ayyy no.
-Ahí voy, ya me levanto.-Contestó algo malhumorada
La verdad: pensé que iba a ser más difícil.
Sophie se levantó, entró a su cuarto y buscó que ponerse. Entró al baño a cambiarse. Una vez que cerró la puerta le dije: - Me voy abajo a despertar Bruno, ¿vos podés despertar a Leo?
-¡Si! Esta bien.
-¡Perfecto!
Me levanté y me fui a despertar a Bruno. Mi... no se cómo definirlo.
Toqué la puerta y como nadie me abría decidí entrar.
Lo encontré durmiendo tranquilo. No quería romper esa paz. Lo tenía muy claro. Tenía el torso desnudo y estaba durmiendo en pantalón. Es que por más que sea primavera el tiene frío para dormir, y después se vuelve una estufa humana.
No se cómo se eso.
Me acerqué a la cama y con mucha calma y silencio, le toqué el hombro. No hubo respuesta. Intenté de nuevo pero esta vez susurré su nombre. Esta vez se movió y abrió los ojos.
-Hola.- Lo saludé sonriente.
-Hola. -Me respondió con voz dormida.
1) No existe cosa más sexy que la voz de un chico dormido.
2) No existe mejor cosa que ver a un chico lindo despertar.
3) No se porque dije lo anterior.
-Venía a decirte que necesitaba que te levantes, en un rato tenemos que irnos.
-Ah, perfecto.-Contestó pasándose una mano por la cara con expresión sonriente.
Hubo un silencio. Pero no era incómodo. Era perfecto. Estaba lleno del ruido de nuestros pensamientos no dichos.
-Em, tengo que ir a ver a Sophie, no se sí se levantó todavía.
Punto perdido, mentí.
-Si, esta bien- Me contestó Bruno una vez incorporado. Estábamos un tanto cerca. Me inquietaba.
-Después vuelvo si te parece bien.
-Me parecería perfecto.- dijo. Creo que debería estar roja como un tomate. Me levanté de su cama y me dirigí a la puerta.-Ah, y Zoe,-Me di vuelta a verlo- Esos shorts no ayudan mucho.
Me reí.
-Basta, Bruno.- Respondí entre risas.
Salí de su cuarto tratando de digerir lo que había pasado.
¿Qué había pasado? << No te hagas la idiota, la dos sabemos que acaba de pasar.>> << Y sabemos que te gustó>> Genial ya había empezado a hablar conmigo misma.
Subí las escaleras y entré a la habitación de Sophie pero no la encontré ahí.
Volví al primer piso, pasé por la habitación que compartimos Via y yo y no estaba ahí. En el baño tampoco. En la de Bruno no estaba porque yo acaba de estar ahí. <<Y de la manera que estuviste...>> Inconsciente, silencio por favor. En el cuarto de Felipe estaba Vía, lo sabía por el estruendoso ruido que venía de ahí. Y tampoco estaba con Agusto ya que me lo encontré entrando al baño más dormido que una lechuza de día.
Último recurso, Leo.
Entré a su habitación y estaba a oscuras.
-Leo, ¿viste a Sophie? No la encuentro.-Escuché un grosero gruñido en respuesta así que decidí que era mejor no molestar.-Bueno,bueno, ya me voy.
Cerré la puerta y me rendí. No le iba a pasar nada si no la encontraba. Volví al lugar que más quería.
Abrí la puerta del cuarto de Bruno y me lo encontré poniéndose una camisa sentado en la cama.
-¿Una camisa? ¿No es un tanto inapropiado para la playa?
-Inapropiados son esos shorts, ya te lo dije.
Me acerqué a donde el estaba y me senté a su lado.
-Yo solo decía...
-Claro Zoe.-Me desafío mientras trataba de abrocharse la camisa.-Este está de más.-Se quejó al ver que le sobraba un botón.
-No, idiota la abrochaste mal.
-No, porque...
-Bruno, silencio. Apostamos lo que quieras a que tengo razón.
Desabroché un par de botones (los que estaban mal ubicados) y los acomodé de la forma correspondiente.
Punto para Zoe.
-Gracias, es que estoy medio dormido.
-No parece.
Si antes estábamos cerca ahora estábamos muy cerca.
-¿Por alguna razón en particular?
-Estás muy ingenioso para ser la mañana.
-Yo soy ingenioso no importa que.
-¿Seguro?
-Muy.
Y acortó la corta distancia que nos separaba. Me tomó por sorpresa su beso pero la verdad es que no me molestó. Todo lo contrario. Le correspondí el beso esta vez con más ansias. Dios, no me había dado cuenta de lo que deseaba este momento. Seguimos así por varios segundos hasta que nos separamos.
-Creo que hay ingenio de sobra en esa cabeza.-Dije sonriente.
Se rió.
-Es que no siempre se puede mostrar el total de uno, no con todos.
Corrió un mechón de pelo que estaba en mi cara y lo depósito con mucho cariño y ternura detrás de mi oreja.
-¿Conmigo si?-Pregunté esperanzada.
-Absolutamente.
Sonreímos. Volvimos a estar en silencio, ese que tanto me gustaba.
-Bueno, creo que debería terminar de cambiarme.
-Si y yo tengo que ir abajo.
-Bueno.
Me levanté y antes de salir me di vuelta y le dije que no quería que le cuente a nadie lo que acababa de pasar. Aceptó.
Salí de la mejor nube a la que alguna vez me subí , y en el pasillo me choqué con Leo.
-No es lo que estas pensando- dije entre risas. Quería creer que no iba a mal interpretar la situación pero es Leo. No se puede puede hacer otra cosa.
-Es lo que dicen todas y después uno se entra que su amiga esta embarazada. Yo no se, es tu vida, sos libre de hacer lo que quieras, pero pido una cosa: Yo soy el padrino.
Entonces el salió corriendo por las escaleras y yo lo seguí mientras le pegaba en la epalda por su osadía. En un momento quiso saltar los cuatro últimos escalones pero se cayó. Me reí tanto, que me dolía la panza. Karma.
Bajé lo que quedaban de escalones y me fui a la cocina a tomar algo. Necesitaba aclarar mi mente. Minutos después fui con los chicos, Leo, A y Felipe. Cuando llegué yo se callaron y después de unos incómodos segundos de silencio me preguntaron que íbamos a hacer ese día y yo les respondí entusiasmada. Pasados los minutos bajaron Sophie y después Bruno. Charlamos mientras esperamos a que Vía termine de cambiarse y así poder desayunar todos juntos. Unos cinco minutos después decidimos que era mejor no esperar así que nos abalanzamos sobre la mesa. Bruno se sentó al lado mío y Sophie a mi otro costado. Ella me habló durante todo el desayuno y había veces que le contestaba, otras que no, pero en realidad estaba pensado en otra cosa.
Ese beso desordenó todo.
Había empatado.


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Puede que no sea el mejor capítulo pero les di más romance. Aunque controle demasiado la llama del amor porque si no esos dos incendian ida la ciudad no creen???
Voten y comenten que estoy súper feliz porque la historia llegó a los mil leídos.
Necesito que me den sus opiniones sobre estas parejas.
Zoe esta enloquecida, y bien que le hace.
Puede que su partido se de vuelta después de este empate. ¿y que pierda?
Mmm ya lo veremos.
Besos
💋💋

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