LA VIDA EN LA ALDEA.

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Era una mañana encantadora, pensó Bill al ver salir el sol. Era el momento perfecto para decidirse a hacer algo importante y sobresalir para ser el poblador del día.

Por desgracia solo las categorías altas recibían reconocimientos significativos cuando realizaban alguna acción que creyeran buena o bondadosa.

Al final del año se realizaba el conteo producción, población, etc. El cual era entregado al SEÑOR.

El SEÑOR era el responsable de la vida en la ALDEA y de todas las cosas que se distribuyen a su población.

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