Two men in love

Un chico de cabello café, sus ojos tan verdes como la hoja de un árbol, con un ligero toque de miel. Su piel bronceada y brillosa. Labios carnosos y rosados. Una sonrisa que te alegra el día.

Un chico alto y refinado, sus ojos color tierra. Tan pálido como la leche. Su nariz alta que deja un hermoso perfil y sus labio formados. Un hermoso lunar que decora su nariz. Su pelo tan suave y brilloso negro.

Relativamente los dos perfectos.

El de ojos verdosos se mira en el espejo por décima vez. Está perfecto. Lleva un hermoso traje de color rojo, su favorito, una tela gris que rodea su cintura y se parte en dos que deja al vuelo, y al costado una flor nada conocida. La Rosa de Halfeti . Negro y sus filamentos amarillos brillosos. El borde de sus pantalones en rojo purpurina y zapatos negros. Su camisa es abierta de dos en dos dejándose ver parte de su pecho. Su cara es maquillada y tiene pequeños brillitos grises en su mandíbula

Hermoso

El de ojos tierra se sienta en la silla, leyendo un libro. Lleva un traje gris oscuro, realmente casi negro. Una camisa de botones que solo esta abierta un poco pero que deja ver su pecho. Con unos ligeros bordes pomposos purpurina. Yo los bordes de todas las prendas decoradas de blanco. Y en su cintura lleva una pequeña pero notoria Amapola.

Atractivo

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Ya todos se encontraban en la sala de baile. Todos traían unos hermosos trajes. Los demás se dedicaban a hablar de temas poco interesantes pero no se daban cuenta de que la Amapola mantenía los ojos con la Rosa de Halfeti, los dos con una sonrisa boba en la cara. Solo deseaban que empezase la música para poder estar cerca el uno del otro. Ya no le importaban las críticas, ya no le importaban el que pasaría con ellos. Solo estar cerca. Sentir sus labios encima del otro.

La música comienza y se miran con una mirada cómplice. Two Men in Love de The Irrepressibles suenan en sus cabezas. Dan unos pasos y se dan la mano, el ojos verdosos tiene que subir su cabeza para encontrarse con el roste pálido. Bailan como si no fuese un mañana, tocando cada parte de su cuerpo, ya no le importan si tienen la mirada encima de ellos. Es su vida y pueden hacer lo que quiera, no son niños.

Se besan.

Si se besan, saben que por solo acercarse sus labios y juntarse como si no hubiese un mañana le ocurrirán un montón de problemas, pero . . . Ellos realmente se aman. Es un amor puro. Es un amor verdadero. Ellos saben que desde que se vieron la primera vez tendrían un hermoso futuro lleno de amor y cariño, algo que ellos nunca tuvieron. Ellos se necesitaban porque se amaban. 

Salen del lugar para irse afuera, pasan por una serie de pasillos, como si fuese un laberinto, pero juntos, siempre juntos. Hasta el jardín, donde se abrazan como si fuese el último, se miran y conectan otra vez sus labios.

-  Amapolita, cuánto tiempo-

- Sip- contesta el otro de forma tierna

- Sabes que te amo ¿no?-

- Yo también te amo, no sé que hubiese pasado si no hubieras llegado a mi vida-

- ¿Quieres hacer una locura conmigo?

- Contigo lo que sea-

- Huyamos de este lugar, vamonos muy lejos de aquí. Empezemos una vida de nuevo, pero contigo-