Capítulo 24: Máster en Observatorios

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Agusto

Se habrán dado cuenta que no tengo mucho que decir en comparación con los demás del grupo. Tal vez no cómo ellos que hablan de chismes y juegos y cosas por el estilo. No es lo mío. Lo mío es observar. Es observar, callar, pensar, y después contárselo a alguien, ósea Felipe.
No espero mucho de los demás. Se que en algún momento van a cagar todo. Es cosa de humanos. Ya deberían estar todos acostumbrados.
Puse la alarma a las nueve y cuarenta y cinco porque no quería que nadie me levante, sería muy molesto. No importa quien o la manera, se que me enojaría, y entonces debería callarme. Seguir observando.
Sonó la alarma y la verdad debería cambiar el sonido porque eso parece una alerta de incendios.
Me vestí, guardé todo en su lugar y después ordené la habitación. Muy pragmático, ya se.
Para eso de las diez y cuarto fui al baño a cepillarme los dientes y me crucé con Zoe quien me preguntó a donde estaba Sophie. No sabía, y eso fue lo que recibió en respuesta.
Mi relación con Zoe es la más distante de todas las del grupo. Digamos que mi capacidad para perdonar es una cosa y ser resentido es otra muy distinta. Bruno fue mi mejor amigo desde que tenía uso de razón (por uso de razón me refiero a diferenciar colores y pronunciarlos bien), hasta que llegados nuestros trece años entró una mágica tercera persona en esta relación y arruinó-cagó-estropeó-echó a perder- etc etc etc- nuestra amistad. Ahora somos una especie de amigos/conocidos porque hubo unos cuatro años donde no nos dirigimos la palabra. Pero como diría una profesora de gramática que tanto odio: "lo pasado; pisado". En serio como desprecio a esa mujer...
En fin, volviendo al tema, uno puede perdonar pero puede ser rencoroso. A Bruno lo quería como un hermano, y a ella la quería de forma especial. Yo la observaba desde afuera, hablaba con ella y cada vez me gustaba más. Nos volvimos amigos y con el paso del tiempo me irritaba cada vez más eso. No el hecho de ser amigos, si no ser consciente de que había alguien más que era mucho mejor partido que yo. Alto, flaco, de ojos verdes, inteligente, divertido, con familia bien posicionada económicamente, carismático,desenvuelto y con el cuerpo trabajado.
¿Y cómo hace uno para ganar contra eso? Es honesto.
Y déjenme decirles que la honestidad es una mierda emocional. Tenía que jugar y ganar si me quería quedar con la chica, así que... le dije que me gustaba.
¿Se acuerdan cuando antes les dije que soy tímido? Bueno, eso no sirve. Le dije que me gustaba pero no en la cara. Se lo dije por chat. Después de un tiempo (dos días) vino su mejor amiga y me explicó que no fue de la forma más inteligente como se lo había dicho pero que seguía siendo "súper tierno".
En fin, a la misteriosa chica no le gustó como se lo dije, aunque claramente yo tampoco le gustaba. Así que adivinen que pasó. ¡Bingo! Nos distanciamos terriblemente. Ella se fue con el otro y yo me quedé solo como un cactus.
Al rededor de un año más tarde, su vínculo se había ampliado, a veces a base de burlas hacia a mi. Claramente se gustaban los dos. Yo me había dado cuenta con la clase de "amigos" con los cuales me había juntado. A quién le había dicho "hermano" y quien me había gustado. Me burlaron, me molestaban, se distanciaban de mi, cada vez peor. Irónicamente siempre pasaban estas cosas por chat.
Hasta que me harté y le conté todo a la mejor amiga de la "ex que me gustaba" . Ella, como defensora de los inocentes me defendió y a esta noble causa se unió la otra mejor amiga. ¿Me siguen?.
Bueno, ellas dos ubicaron a los enamorados y después de esto no volvimos a cruzar palabra por años hasta hace trescientos sesenta y cinco días aproximadamente, que nos reconciliamos. No me acuerdo cómo ni porque, pero los perdoné. Aunque siempre hay rencor en todos. Pueden pedirme que perdón de pero no que olvide. Ahora entiendo que fue cosa de chicos, así que hay que dejarlo estar.
A las diez y diecinueve salí del baño y me crucé con Bruno.
-¡Agusto por el amor de Dios! La próxima vez que vayas al baño tirá perfume hermano, que el que se muere después es el que viene atrás tuyo.-Dijo una vez que yo salí y el entró mientras agitaba la mano para ventilar la supuesta fragancia.
Bufé y me fui a a mi cuarto a dejar las cosas, luego bajé las escaleras y allí en la cocina encontré a Felipe corriendo hasta la mesa poniendo un plato con... ¿corazones?
¿La persona menos romántica del universo haciendo un desayuno con corazones? ¿Me habría transportado a un universo paralelo mientras dormía? ¿Habrían secuestrado a Felipe y este era un farsante? ¿Me estaré volviendo loco?
Apuesto todo a la a última pregunta.
Me acerqué a la mesa y vi el plato mientras el trataba de dejarlo lo más prolijo posible.
-Lindo plato.-Me reí.
-Lo preparó ella, es que se había olvidado. - Verán, esta es una muy bella mentira, y seguro que me la creería su no fuese tan amigo de él. ¿Alguien más cree que esa mentira dice lo contrario? Ya puedo ver uno de esos carteles luminosos que dicen "aplausos" en los programas de televisión, pero en este caso diría "mentira para encubrir que me gusta mi mejor amiga". Acá falta Sophie con su típica frase dos más dos es cuatro. Que hasta no mucho tiempo no entendíamos del todo.
-Seguro Felipe. Yo solo dije que era lindo nada más.- Comenté mientras me balanceaba al lado de la mesa con las manos adentro de los bolsillos delanteros del pantalón.
- No empieces...- dijo mi mejor amigo mientras se tiraba en el sillón mientras se pasaba las mandos por la nuca y el pelo. Símbolo de cansancio o frustración en él.
-Pff, y eso que no están Sophie y Zoe acá, si no ya estarías tirándote a la pileta en vez del sillón. Te molesta que hablemos del tema.- Mi afirmación lo sorprendió un poco, pero se repuso tranquilamente.
Me acerqué a donde el estaba y me senté en el asiento enfrentado al suyo. Evadimos ese tema tan incómodo para el y que supongo que sería "jugoso" para cualquier chica que conozco.
Minutos después llegó Leo (más bien caído de la escalera) , seguido de mi buena amiga Zoe que se fue a la cocina.
-Leo, creo que es tarde para pedir ser un pájaro. La próxima vez bajá la escalera como una persona civilizada. Aunque si tu sueño es poder volar, no dudes en ser piloto. Aunque yo no viajo con vos por nada del mundo.-Le dijo Felipe. Estallé de la risa más o menos.
- Felipe, silencio. Yo sería el mejor piloto que existe. Volaría al infinito y más allá.
- Justamente por eso lo digo.
-Eh, Leo.-Le llamé la atención- ¿Pasarías por el Triángulo de las Bermudas?
-Pasaría. Y lo haría cuadrado.-Guiñó un ojo, chasqueó la lengua y después nos reímos todos.
Justo en ese momento llegó Zoe, y nos callamos todos. Yo, personalmente, no la iba a sacar de ese silencio más que incómodo.
Pero Leo quiso. Le preguntó que íbamos a hacer hoy y como las chicas tenían todo organizado nos explicó muy emocionada.
Poco a poco llegó el resto del grupo y después de unos quince minutos de espera para que Vía baje, llegamos a la conclusión de que era mejor empezar a desayunar.
Yo me senté en la cabecera más cerca de la cocina y a mi lado derecho estaba Leo, a su derecha Sophie y al lado de esta, Zoe. En la otra cabecera estaba el anfitrión de la casa Bruno. A mi izquierda de encontraba Felipe y a su izquierda estaba Vía.
Las chicas se pusieron a hablar de lo que tenían planeado hacer y nosotros nos pusimos al tanto de estas novedades. Resulta que la agenda del día consistía en desayuno, playa, almuerzo, paseo por las peatonales, concierto, concierto, concierto, y después volveríamos a dormir acá.
Charlamos, hicimos chistes, algunos se ofendieron temporalmente y así pasó el desayuno.
-Bueno señores, solo disponemos de cuarenta y ocho horas acá así que si no les importa, traguen lo que les queda de desayuno y muevan los gluteos porque yo quiero ir a la playa a conocer nuevos chicos, estrenar mi bikini y divertirme un rato. Así que voy a empezar a levantar la mesa... -Dijo Sophie al estilo sargento mientras nos divertíamos un poco.
Empezó a levantar los platos y yo me ofrecí a ayudarla. Llevamos los platos a la cocina y yo los puse en el lavavajillas mientras que ella terminaba de guardar las cosas en su lugar.
-Listo, ya terminamos todo. -Anunció.
-Listo.
-Listo.- Repitió.-Cuantas ganas tengo de que empiece todo de verdad...
-Uhh Sophie, me lo hubieras dicho antes de terminar todo...
Nos reímos.
-Vamos, se nos hace tarde para hacer historia.
Me agarró del brazo y salimos de la cocina.
-Pero Sophie, eso no hace ningún sentido.
-¡Agusto ya entendiste!
Y a decir verdad tengo un Máster en entender lo que la gente no explica con claridad.
¿Me entienden?

~~~~~
Y acá estoy yo que revivo de la muerte. Me tarde un montón, ya se. Pero bueno la vida sigue.
Tenía un bloqueo creativo y estaba estancada.
Nos leemos la próxima
Besos
💋💋

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