Jimin era un híbrido. Ser un lindo minino de un importante mafioso de Corea del Sur podía parecer trabajo fácil, pero la realidad era que no. Yoongi se la pasaba fuera muchas veces y no le daba tanta atención a su minino como éste quería o demandaba. Jimin entraba seguido en celo y podríamos decir que era un gatito que vivía lubricado todo el tiempo, restregandose todos los días contra su dueño cruel y caliente para que lo mimara. O mejor dicho, follara.
Si. Al gatito Jimin le gustaba ser follado por su amo.
Sin embargo habían pasado ya tres meses sin sexo debido a un viaje de Yoongi. Jimin había sufrido bastante y tuvo que ser encerrado en su recámara. El pobre gatito se restregó contra todas las cosas y estuvo maullando toda la noche, golpeando con sus manos la puerta y metiéndose sus pequeños dedos para aliviarse un poco. Estaba empapado de lubricante producido por su cuerpo, escurriendo realmente.
Iba para el mes cuatro. Yoongi regresaba aquella noche pero Jimin no lo sabía y - curiosamente- su celo estaba en su máximo esplendor.
Eran las once de la noche. Jimin se observaba al espejo observando su cuerpo humano a excepción de unas orejas anaranjadas que brotaban de su cabeza y una cola traviesa que tenía un poco más arriba de su rosado ano lubricado. Sus garritas estaban escondidas al igual que sus pequeños colmillos. Sin embargo, se encontraba agitado y bastante caliente. Trataba de divertirse atrapando las luces que producían los autos de afuera pero la atención caliente de su cuerpo lo estaba sacando de quicio. Hasta su pene se encontraba lubricado y empapado de sus fluidos.
La mansión estaba vacía ese día así que no le importaba que la puerta del cuarto estuviese abierta. Se restregó contra las colchas maullando en voz baja, sintiendo el lubricante escurrir entre sus tiernos muslos haciéndolo morder fuerte su labio. Necesitaba atención con urgencia.
Y mientras el minino se restregaba en el piso de arriba, Yoongi se encontraba entrando a casa, zafando su corbata y sacudiendo su cabello platinado. La noche era silenciosa al igual que la mansión. Estaba ansioso de ver a su gatito nuevamente así que fue subiendo las escaleras poco a poco escuchando maullidos desesperados de su habitación.
-¿Estás en celo, travieso? - susurró en voz baja Yoongi con una sonrisa.
Jimin no había escuchado la voz de su amo. Siguió restregándose un poco entre las colchas desesperado por confort pero al sentirse demasiado caliente, se levantó con rodillas temblorosas del colchón y avanzó a los cajones junto a la pantalla de plasma. Rebuscó un poco hasta sacar un vibrador bastante grueso color morado que no dudó en encender sintiendo su boca hacerse agua.
Se trepó a la cama en un brinco con el vibrador en la boca. Gateó hasta colocarse sobre los cojines y se masturbó un poco su lindo pene lampiño y rosado. Se humedeció con su líquido pre-seminal y su lubricante que expulsaba y se frotó con su pequeña mano. Su lindo cuerpo no estaba tapado más que por un suéter esponjoso color rosado que le llegaba apenas a medio muslo y que las mangas, le quedaban muy grandes. Lo cual eso provocaba que sus manitas quedaran ocultas debajo de aquella tela de lana.
Se acomodó en la cama uniendo sus piernitas y levantándolas para dejar su empapada entrada a la luz. El lubricante se escurrió por las colchas mientras Jimin gemia bajito encendiendo el vibrador e introduciéndolo dentro de su apretada y húmeda entrada. Apretó su lengua entre sus labios y también sus ojitos mientras escuchaba el "bzzz" ahogado mandándole escalofrios por todo su cuerpo.
- Umgh - - gimió cerrando sus ojitos con una sonrisa mientras introducía el juguete vibrador hasta el fondo produciendo sonidos húmedos que lo estaban haciéndose retorcerse.
Sus pezones tomaron un color sangre y su lindo pene chocó su glande endurecido contra su ombligo. Sus piernitas temblaron mientras expulsaba más y más lubricante gimiendo en voz baja, lloriqueando desesperado metiendo y sacando rápido el vibrador de su interior.
Yoongi estaba punto de ingresar a la habitación cuando se detuvo en seco, retrocediendo de golpe y solo asomándose otro poco. Observó a su lindo minino sacudiendo su cola de izquierda a derecha mientras se masturbaba suavemente, metiendo y sacando un dulce vibrador de su interior. Jimin empujaba hasta el fondo arqueándose por completo y secando su boca, gritando en voz bajita. Alzó más sus piernas y las mantuvo juntas aferrándolas con el mismo brazo con el que se metía su vibrador.
El mayor sintió un tirón en su entrepierna y apretó sus labios para no gemir. Jimin arqueó su espalda comenzando a meterlo y a sacarlo más rápido hasta enterrarlo hasta el fondo y alli dejarlo. Su colita se enroscó y con ambas manitas, comenzó a rozar el cuerpo de su pene con la yema de sus dedos, frotando con éstas suavemente de arriba a abajo. Gimió agudo agachando sus orejitas y lagrimeando, sintiendo sus piernitas temblar.
Con una de sus manos, tiró el borde de su suéter rosado hasta sus labios y lo mordió. Así dejó a la vista un poco su pecho y apenas sus pezones. Mordió fuerte la tela mientras seguía masturbándose con sus dos manitas, el vibrador empujando y vibrando sobre su próstata haciéndolo temblar de placer y comenzar a dar brincos y respingos con su cuerpo sobre estimulado.
Yoongi gruñó grave viéndolo así y se sintió endurecer al instante, sus ojos bien puestos en su gatito travieso que comenzaba a temblar, anunciando la llegada de su pronto orgasmo. Se frotó sobre la tela del pantalón, introduciendo su mano dentro de su ropa interior para comenzar a frotarse viendo con pupilas dilatadas y hambre voraz a su gatito ronroneante de placer, ahogado en gemidos y expulsando más lubricante, quedando empapado por completo y cálido. Sumamente apetecible y listo para engullir un rica polla en su cálido ano.
-Ah... Y-Yoongi... amo gimoteó poco antes de presionar sobre su glande y temblar - ferozmente comenzando a correr a borbotones. El semen brotó expulsándose en todos los sentidos. Jimin cerró un ojito sintiendo los rastros de su semen aterrizar en su mejilla y barbilla, abdomen y piernas.
Yoongi gruñó inevitablemente al escuchar su nombre salir de aquellos deliciosos labios y después de frotarse otro poco, retiró su mano dejando su gran erección a la vista detrás de su ajustado pantalón. Jimin trató de recuperarse de su orgasmo poco antes de escuchar ruidos.
Abrió sus ojos y gimió ahogado viendo a su imponente amo frente a él de brazos cruzados y con el cinturón a la mano. Pasó saliva viendo la sonrisa del hombre guapo y cruel devorándolo a través de sus ojos.
-Fuiste un gatito malo... ronroneó Yoongi antes de esbozar otra sucia sonrisa. —Daddy deberá castigarte, bebé.
Pd: esta historia la saqué de un PDF que no se quien escribió, así que, créditos a el/la autor/a.