Alexia James y su grupo de música han vivido toda su vida en Oahu, una de las islas de Hawaii, concretamente en Honolulu. Viven una agradable vida mortal, cada uno con sus propios problemas. No saben nada de su origen.
Cuando un grupo de mestizos so...
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Percy
Álex estaba fatal.
Desde que lo dejó con Austin no quiere siquiera salir de la cabaña 3, no quiere comer y se descuida por todo. No quiere hablar ni saber nada de la música.
No hablaba conmigo, ni con Harper, Julie, Jeremy... Ni con Nico. Nadie era nadie.
Nos reunimos aquel día para pensar en algo que hacer. Annabeth propuso hacer una nueva fiesta de pijamas pero sin los dioses. Era un poco raro hacer fiestas de pijamas con tus padres, tus amigos y los padres de tus amigos, pero era lo que teníamos.
Le dije a Álex y ella se negó pero luego le dije que sería en nuestra cabaña y la obligué a bañarse. Se puso un buzo crema y unos pantalones de dormir. Se cepilló el cabello por primera vez en días.
—¿Queréis ver una película? —preguntó Harper.
—¡Una de miedo! —exclamó Caroline.
—¡Una romántica! —suspiró Julie, y todos la miramos mal.
—La novia cadáver pues.
Álex puso la película.
Fue súper bonita, pero también triste. Jo, yo quería que Víctor y Emily acabaran juntos, qué penita.
Ella estaba acurrucada en el regazo de Nico. Cada vez que alguno los miraba ponía cara de susto, sobre todo por el hecho de que el hijo de Hades estaba acariciando su cabello y no se quejaba de absolutamente.
Qué fuerte.
Luego de aquello, Ruby y Julie nos obligaron a poner El diario de la princesa. Las 2 películas.
Nico
Tener a Mary a mi lado era una de las mejores sensaciones que había sentido en toda mi vida. No quería que se alejara o se separara.
Acariciaba su sedoso cabello y su mentón a veces. En una de esas, ella cogió mi mano entre las suyas y se la puso en la cara. Rozaba su nariz con mis nudillos y juguetea a con mi anillo de calavera.
Antes de terminar la primera película, todos estaban profundamente dormidos. Ella y yo mirábamos a Anne Hathaway acurrucados en unas mantas con cojines. Su cabeza estaba sobre mi pecho y sus manos aún sujetaban la mía.
La película acabó y apagamos el portátil para dormir. Ella estaba junto a mí.
—Cántame algo —pedí en un susurro.
—¿Qué? —me miró a los ojos.
—Porfa, canta algo.
Ella se quedó pensando.
—Baby, I'm dancing in the dark comenzó con su hermosa voz—. With you between my arms. Barefoot on the grass. Listening to our favourite song. When you said you looked a mess—la melodía era perfecta—. I whispered underneath my breath. But you heard it. Darling, you look perfect tonight...
