A prueba y error

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Hola ¡hola! aquí desempolvando esta historia. Una disculpa pero hay caps que no sé con qué continuar y este fue uno de ellos. Los que vienen ya están más planeados no se preocupen ;) ¡Muchísimas gracias por todo su apoyo! Y gracias por sus comentarios a Sarasteo2, Karinits-san, Keshika, SteisyDailynOrtegaRo, CygnusAra23, Javy413, AriNara352, Lirio-Shikatema (agradézcanle que diario me "motiva" a escribir) y lauratavara18. Los quiero mucho.

Pd: ¡¿Desde mayo que no escribo?! ¡Avisenme! A mi se me va el pedo jajaja quisiera continuar cada semana pero si no me acuerdo de escribir whops ahí se fueron 3 meses. No me dejeeeen.

Capítulo 12: A prueba y error.

Tenía horas observándola entre las tinieblas de la noche, adiestrando sus pupilas a memorizarse cada milímetro del cuerpo de la fémina. Desde los pliegues de la fina sábana que la envolvía, como su piel que estaba expuesta al aire. En la frente del demonio se había acumulado una delgada capa de sudor y constantemente se mordía su pulgar para entretener sus dientes con algo. Sin tener que esforzarse escuchaba el sereno latir del corazón de su víctima. Quien iba a pensar que tan solo unas horas antes, ese órgano estaba latiendo con pavor cuando se encontraba encima de su presa. Pero ahora, como si se estuviera mofando de él, aquella dama dormía plácidamente enfrente suyo. Tragó saliva. Normalmente cuando sus necesidades se hacían presentes, él simplemente los tomaba a la hora que quisiera y de la forma que deseara. Desvaneciendo de esa manera su urgencia con las muertes de su presa. Sin embargo su hambre no había dejado de pincharle el estómago y la sangre del ciclo de la rubia seguía incitándolo. El Nara remojó sus labios. Cautelosamente fue acercándosele. Era evidente que de intentar algo volvería a ser castigado, pero le era imposible contenerse más. Tomó asiento en la orilla de la cama tratando de hacer que su peso fuera imperceptible sobre esta y sus ojos se trasladaron fugazmente a las partes del cuerpo de la chica que estaban expuestas a la vista. Tal como su rostro y sus brazos. Sus pensamientos lo obligaron a mover su mano hacia la muñeca de la rubia, colocando dos dedos sobre su suave piel para sentir su pulso con ellos. Una cosa era escucharlo a la distancia, pero sentirlo... le era tan placentero que tuvo que atorar un suspiro de alivio en su garganta. Estaba tan familiarizado con el ritmo calmado de su corazón, que percibió el momento justo cuando este aceleró su pulso informándole que la rubia iba a despertar de golpe. Por lo que decidió retirar su mano de su muñeca. Tal como lo presintió, Temari inhaló violentamente aire y se apartó como pudo de él hasta bajarse de su cama sin importarle que siguiera un tanto somnolienta. A consecuencia de despertarla de un susto, la marca del pacto sancionó al muchacho de la coleta quemando brevemente su antebrazo.

— ¡¿Qué jodidos haces?! —Gritó alterada la de orbes aqua.

El Nara continúo dándole la espalda sin moverse donde estaba sentado en lo que se sostenía su brazo afectado.

— Calmando mi inquietud. —Pronunció casi en regañadientes.

Temari colocó su mano sobre su pecho ayudándose a guardar la calma, pero las palabras de ese sujeto solo aumentaron su rabia.

— Después de hacerme mierda mi vida, es justo que sufras.

— ¿Qué te parece un intercambio? —Pronunció al mismo tiempo que giró su cuerpo para verla directamente.

— ¿Qué? —Escupió con incredulidad.

— Podríamos hacer un trato temporal. Es un hecho los términos del pacto original son irrevocables, pero puedes añadir una condición por un corto periodo de tiempo. Solo bastaría con que ambas partes estén de acuerdo y sellar el trato dándonos la mano —su respuesta hizo que la rubia hundiera pronunciadamente sus cejas al no ser capaz de entender si estaba soñando o realmente su atormentador estaba negociando con ella. El Nara se levantó de la cama y caminó lentamente hacia ella—. La parte interesada tiene que proponer el objetivo, la otra parte expone su recompensa y definir el periodo de tiempo en que se piensa utilizar este pequeño intercambio. En mi caso podría ofrecerte tranquilidad si me dejas sentir tu pulso una vez al día, a cambio obtendrías que me comporte como desees durante tu ciclo. Así de sencillo, así que —se detuvo delante de ella y extendió su mano — ¿tenemos un trato?

Tu sombra por tu vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora