La dulce y embriagante oscuridad ya abrazaba los rincones más desolados del bosque, los cuervos danzaban alrededor de las frondosas copas de los árboles que lucían negras y en conjunto con su tronco dibujaban extrañas figuras que eran el terror de los pequeños, y de algunos más grandes también. El terreno a veces empinado, a veces plano y cubierto de la nieve que había caído en algún momento del día, ocultaba pequeños animales que se arrastraban y escondían entre la oscuridad, a la espera de una posible presa, o rogando por no ser devorados esa noche y resistir un día más.
La luz de la luna alumbraba un pequeño claro en medio del bosque, que era especialmente acompañado por un viejo roble, por allí se encontraba Naruto, dando vueltas sobre el terreno, rondando alrededor de un árbol, subiendo una pequeña elevación de tierra y bajando otra, su voz era la única que resonaba en el bosque, y a pesar de haber llegado cuando aún el sol brillaba en el cielo, el tiempo se le fue más rápido de lo que había esperado y una parte de sí mismo, ni siquiera era consiente de cuan tarde era ya, pero el mismo había prometido no irse de ese bosque hasta poder decirlo todo bien.
De su boca solo salían las mismas frases, algunas veces alteradas y otras veces dichas correctamente, pero que se olvidaban un poco después; practicaba sin cesar sus votos matrimoniales.
-¡Ah! ¿Por qué no me salen? – Preguntó a la nada, después de caer sentado sobre un tronco – No puedo ser un tonto como dijo el sacerdote, debo decirlos bien, es mi matrimonio. Pobre Hinata, debe ser vergonzoso para ella que su futuro esposo no sepa decir bien sus votos, ¡Y que casi incendiara el vestido de su madre!
Bajó la cabeza y miró el suelo, seguido alzó la cabeza y miró al cielo, la luna resplandeciente también lo miraba y le otorgaba cierta tranquilidad, pensó en su madre, en su padre, y en su futura esposa, todos ellos deseaban que todo esto saliera bien, y era su deber, que todo saliera bien.
-Muy bien Naruto – dijo y se golpeó las mejillas con las palmas de las manos – es hora de hacerlo bien.
De un saltó se levantó del tronco y se paró derecho, dio un paso al frente y con decisión en su mirar empezó a pronunciar sus votos.
-Con esta mano, yo sostendré tus anhelos, tu copa nunca estará vacía, porque yo seré tu vino – empezó a recitar mientras caminaba por el bosque – Con esta vela, alumbrare tu camino en la oscuridad y con este anillo… – caminó con decisión hacia una rama que había cerca del viejo roble y acercó el dorado anillo –…te pido que seas mi esposa.
Deslizó el anillo por completo en aquella rama de aspecto curioso y sonrió lleno de felicidad y orgullo, al saberse por fin preparado para no fallar el día de mañana.
Sin embargo, el viento sopló con fuerza y el graznido de los cuervos fue audible en todo el lugar, la nieve trajo consigo un frío sepulcral y su mano, de repente, fue sostenida con mucha fuerza y jalada hacia la tierra, como si quisieran enterrarlo en ella.
Los cuervos los rodearon y bailaban en círculos alrededor de su cabeza. Tiró con fuerza y liberó su mano de aquella rama que lo había atrapado, o eso pensó, porque en su muñeca, una mano esquelética aún seguía aferrada a él. Presó del miedo sacudió su brazo erráticamente hasta que se liberó de dicha extremidad, la cual salió volando pero no cayó muy lejos de él.
La tierra cubierta de nieve donde anteriormente había estado esa mano-rama, empezó a agrietarse como si algo luchara por salir, y así era, pues en cuestión de segundos, sus ojos aterrados observaron otra mano emerger del suelo y clavarse con fuerza en la nieve para luego dejar ver un cuerpo que iba saliendo cada vez más a la superficie.
Un traje blanco de larga cola, cuello y corbata color azul, zapatos oscuros y un largo velo que descendía desde su cabello azabache hasta las caderas y que también cubría parte de su rostro, todo parecía ir a juego con su piel azulada, en su pecho y una de sus piernas no había piel, ni carne, en lugar de estas, se notaban los huesos de aquel ser, que alguna vez estuvo vivo.

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El Cádaver Del Novio
FanfictionNaruto Namikaze es un joven alegre y divertido que a la edad de veintidós años, será unido en matrimonio con Hinata Hyuga. Ninguno de los dos se conoce hasta el día antes de su boda, para practicar la misma, pero algunos sucesos lo conducen al bosqu...