Muchas penas para tan pocas alegrías

Puzzles

16/10/22

Acostada de nuevo, sola, más sola que nunca.
Nadie a quién contarle esto, nadie capaz de consolarme, nadie que pueda darme un único abrazo.
Quizás porque sigo pensando en los brazos de él.
Ha vuelto a hablarme y yo he vuelto a rescatar las piezas que lo componían(esas que estaban en el garaje olvidado)con polvo y oscuridad en cada centímetro de su interior.
Olvidadas en una esquina y en una caja de cartón donde ponía: "recuerdos de un corazón roto".
Esas piezas.
Tan odiosas y afiladas.
No sé cómo reconstruirlas de nuevo, quizás porque ni las reconozco.
No son las piezas que fueron un día, las que yo creía que conocía y pretendía poder arreglar.
Cosa que jamás pude hacer.
Porque terminaron en ese tétrico lugar, olvidadas pero siendo pensadas día a día.
Hasta que las tuve que sacar de nuevo .
A la fuerza.
Porque yo no quería, sin embargo, una parte de mí necesitaba sentir cómo era el poder juntarlas de nuevo.
No tenía ni pegamento, nada para unirlas.
Supongo que se gastó en el momento en el que las dejé en aquella caja de cartón.
¿Por qué tengo que volver a esto? Se supone que ya no quiero seguir haciendo puzzles con piezas que ni encajan entre sí.
Y parece que cada parte de mí es arrojada a un pozo sin fondo cada vez que clavó la vista en esas piezas.
Tan complicadas y tan indiferentes ahora.
¿Por qué quiero seguir buscando el final de todo esto? Nunca podré formar ese puzzle.
Ya no tengo esa oportunidad.
Y tal vez, nunca la tuve.