La familia Malfoy (parte 2)

Lo que Delphini calla

La familia Malfoy, a excepción de Leisa que llegaba tarde, se encontraba reunida alrededor de la mesa, esperando a que llegara la Slytherin.

- Me muero de hambre -Se quejaba Draco mientras miraba la comida- Si no viene Leisa pronto empezamos sin ella

- Como tú toques la comida que llevo toda la mañana preparando antes de que estemos todos te corto la mano -Le amenazó su madre- Haber si aprendes de tu hermana, no la he visto cojer comida antes de tiempo en la vida

- Eso Draco -Hablo con superioridad su melliza mientras la madre de ambos metía sus dedos en el pelo de la rubia- Tienes que aprender a ser menos impaciente si no Bianca se irá a cuatro patas

- Ya se pone a cuatro para otro cosa y no precisamente para huir de mi... -Murmuro el chico-

- ¡Draco Lucius Malfoy! ¡Compórtate que estamos en la mesa! -Le regaño su abuela mientras le pegaba una colleja- Tienes que ser más como tú hermana, mírala que tranquila está

- Está tranquila por qué es una frígida, seguramente se espera al matrimonio con Weasley para hacer nada con el -Seguía replicando el rubio-

- Tu deberías hacer lo mismo, esperar al matrimonio -Le recordó la abuela-

La única Gryffindor de la mesa, se inclinó hacia su hermano para susurrarle.

- Que sepas que tengo de frígida lo mismo que tú de Huffelpuf, si piensas que tú dulce hermanita no hizo nada con tu cuñado estás muy equivocado, pero yo no lo voy diciendo por ahí, hermanito

Ese último comentario sólo pudieron escucharlo Delphini y Draco, ya que la chica susurro tanto que ni su padre que se encontraba junto al rubio pudo llegar a oír tan siquiera una palabra.

- ¡Perdón por llegar tarde! -Decía Leisa mientras  corría hacia la mesa- Es que la señora Pucey necesitaba que le enderece la casa

- No pasa nada cariño, lo importante que es que ya estamos todos -Hablo con dulzura Narcissa Malfoy- Podéis empezar a comer

Antes de que Draco pudiera cojer algo de pollo, su padre le dió un manotazo para indicar que el iba a hablar.

- Querida familia, esta mañana he recibido una carta muy interesante ¿Adivináis de quien era?

- ¿El manicomio? -Dijo Lisa con una sonrisa- Digo, por qué te vendría bien estar internado

- Si nos ponemos a hablar de personas que tienen padres de manicomio podemos hablar de tu madre, prima -Le respondió Créssida con cinismo-

- Por lo menos mi madre no fue a Azkaban -Se defendió la Slytherin-

- Y por lo menos mi padre no desapareció cuando yo era niña, el se quedó a mi lado

- Las dos, guardar silencio -Les regaño Lucius Malfoy- Como decía, la carta que me llegó es de Tom Riddle segundo, en hijo del señor tenebroso, quería decirme si todavía estaba en pie su matrimonio con nuestra perfecta Créssida

- Creía que ese tema se zanjó hace años -Murmuro la chica- Yo tengo diecinueve y el unos veinticinco, cuando yo tenía catorce solo lo usaba para infiltrarme en los Mortífagos y conseguir información sobre Voldemort y decírsela a la Orden del Fénix, debe de estar muy enfadado por semejante traición

- Al principio sí me causo furia -Comento una voz que provocó el sobresalto de la Gryffindor- Pero con el tiempo comprendí que no iba a encontrar a otra mujer como tú, mi querida Créssida

Lucius Malfoy ordenó a la mansión que pusiera a su hija de pie junto al chico, a lo que está obedeció, haciendo que la rubia se enfrentará cara a cara con su casi violador.