Flufftober shadamy 2022

Primera pelea

Siempre dicen que en las parejas hay peleas, que especialmente nosotras comenzamos a pelear por cualquier cosa, que somos muy explosivas y que siempre somos las que comienzan los problemas, que recordamos cada error con el más mínimo detalle. Sin embargo, mi primera pelea con mi pareja, comenzado por él y lo más gracioso. fue mucho antes de que nos convirtiéramos en pareja.

Esa vez caminaba por allí, buscando a quien yo creía era mi verdadero amor, su nombre era sonic, sonic the hedghego, el erizo más rápido del universo. Lo buscaba para pedirle una cita porque sabía que él no era muy valiente en ese ámbito, nunca me lo pediría, así que lo hacía yo. Por estar pensando en él prestaba atención a las cabezas de todos, buscando las púas del erizo que volvía loco mi corazón.

A la distancia, distinguí algunas púas desapareciendo rápidamente de mi vista, me imaginé que era él así que corrí en su búsqueda sin antes cerciorarme que fuera realmente sonic.

Seguí avanzando por el lugar, alejándome de las personas, llegando a una fábrica abandonada donde creí verlo entrar, ingresé al lugar buscándolo, no me era raro que estuviera por allí, él tenía unas manías muy extrañas pero que no me molestaban en absoluto.

Revisé el lugar, escuchando a alguien correr cerca de mí, me guiaba con esos sonidos de pisadas y golpes sin fijarme bien de donde estaba parada, llegué a tal punto que pisé mal un pedazo de metal que estaba solo puesto, caí al vacío lastimándome con el pedazo de metal lanzando un grito ya que estaba a cinco pisos del suelo.

Cerré los ojos esperando impactar, puesto que no sabía si sonic me habría escuchado. Al final, sentí unos brazos tomarme y caer a salvo al suelo, pensé que era sonic pero al abrir los ojos solo pude ver dos pupilas color sangre mirándome con molestia.

—es que eres muy estúpida o que te pasa?— su grave voz me comenzó a reprender, como si fuera mi padre o algo similar —como demonios entrar a un lugar que no conoces? Eres la persona más estúpida que he encontrado en mi existencia— cada palabra que salía de sus labios taladraba mi cerebro, haciendo que me enoje más y más

—y tú que demonios haces aquí? además que te importa lo que yo haga, no eres mi dueño shadow— comencé a defenderme, obviamente no iba a dejar que me regañara, aunque tuviera la razón —yo hago lo que se me pegue la gana y cuando se me pegue la gana, no tienes el derecho a decirme que hacer—

—claro que la tengo, en primer lugar, soy mucho más fuerte que tú, mucho más grande y por lo que veo mucho más listo— reniega —seguirme hasta aquí solo por confundirme con el faker—

—como sabes que es por sonic?—

—hay otra razón por la cual te meterías en un lugar que está en destrucción?—

—que está que?—

—no te has dado ni cuenta, que más estúpida puedes ser?, eres demasiado obvia rose—

—obvia? Ni que supieras tanto de mí—

—ja, no necesito conocer tanto de ti para saber las estupideces que hacer, con ver tu cara es suficiente—

—que fue lo que dijiste?—

—lo que has escuchado— y me bajó con cuidado, frente a mi casa.

Ni siquiera me di cuenta que él se estaba moviendo, todo por prestarle atención a sus palabras, o eso me digo. Miré mi puerta con sorpresa y volteé a verlo, pero había desaparecido, dejando nuestra pelea inconclusa, aunque en realidad el enojo se había desvanecido, solo había quedado una pregunta en mi mente. ¿Por qué me trajo a casa?

—y esa fue nuestra pelea—

—eso no fue una verdadera pelea abuela, simplemente discutieron por que fuiste muy irresponsable—

—una pelea no es solo a golpes sabes niño travieso? Y sí, en realidad si fue una idiotez mía, me disculpe con él después, pero cada cierto tiempo me lo recordaba, con lujos de detalles, que yo era muy imprudente y seguía más mi corazón que mi razón— suspira mirando a sus nietos

—pero fue algo que me enamoró perdidamente de ella— escucha una voz gruesa a sus espaldas obligándola a girar

—hola abuelo— sonríen los niños al ver a su abuelo

—hola niños, que hacen aquí todavía?—

—mamá se retrasó, mientras la abuela nos contaba cosas de ustedes— sonríe ahora una pequeña niña

—sí, me di cuenta— mira de reojo a la vieja eriza que solo suelta una risa nerviosa —así que esa fue nuestra primera pelea?—

—yo la considero como que es la primera— dice acariciando su mejilla para jalarlo y besarlo suavemente saludándolo con cariño.

—iugh— escuchan de los niños, pero realmente, no les importa.