Las plagas no piden algo que quieren, lo toman. En términos de romance, esto significa que Blight puede elegir entre los muchos admiradores que seguramente tendrá. Y si son incapaces de tomar algo, el castigo, y lo correcto, es enterrar el deseo sin volver a pensar en ello. Pedir algo es una muestra de debilidad, una demostración de vulnerabilidad, y una Ruina no es débil .
"Estoy tan mojada en este momento".
Las palabras resonaron en la mente de Amity a través del silencio mientras se sentaba en su vergüenza. Ellos... simplemente cayeron antes de que pudiera detenerlos... palabras que parecerían implicar lo que ella siempre había tratado desesperadamente de no tener: un deseo que solo alguien más podía darle. Un deseo que puso su vulnerabilidad a la vista.
Luz fue la campeona de hacer que Amity se sintiera segura de querer; que se le permitiera desear, que no avergonzara a su apellido de haber sido criada para sentir que lo haría. Pero incluso con su constante tranquilidad, tomar medidas para dejar entrar a la gente, incluso a los camotes como Luz, fue difícil. La llenó de emociones encontradas: la inevitable vergüenza, la vergüenza, el placer, el amor propio, la confusión, la ira por la confusión, la lista podría continuar.
Por eso no le extrañaba que hubiera luchado tan profundamente para mostrar cualquier tipo de 'querer ser amigos'... pero solo 'querer salir' con Luz. ¡No era algo que pudiera tomar simplemente porque Luz no la había estado persiguiendo! ¡Y después de muchos intentos fallidos, Amity rápidamente se dio cuenta de que tampoco podía ocultarlo! El humano seguía apareciendo de nuevo, para consternación de la bruja.
Pero con el tiempo, poco a poco Amity fue capaz de bajar la guardia e incluso logró ser la primera en confesar sus sentimientos; desafortunadamente, parecía que tal vez le llevaría el mismo tiempo abrirse sobre más... deseos íntimos , no tanto por lo mucho que anhelaba apresurarse.
Con todos estos pensamientos y sentimientos desencadenados por esa simple admisión, Amity no estaba segura de qué podría decir Luz para aliviar el peso que la abrumaba, pero ciertamente no lo esperaba cuando su humana, después de un momento de silencio demasiado largo. para permanecer cómodo, preguntó,
"¿Qué fue eso?"
Sin mirar a Amity a los ojos, Luz dejó que la pregunta flotara en el aire, al igual que la afirmación que la había provocado. Había pensado mucho en el baile y obviamente sabía, o al menos esperaba, que despertaría algunos sentimientos en su novia, pero ahora que se enfrentaba cara a cara con esos sentimientos, no estaba segura de cómo hacerlo. continuar y, al igual que sus confesiones o su primer beso, inconscientemente esperaba que la bruja también tomara las riendas en este nuevo momento.
"Oh, eh, ¿nada? ¿Qué?" Amity, nerviosa, se permitió vomitar, mirando a cualquier parte menos a Luz.
¡OBVIAMENTE ELLA LO ESCUCHÓ! NO HAY MANERA DE QUE ELLA NO LO HAYA ASÍ QUE ¿POR QUÉ ACTÚAS COMO SI NO DIJISTE NADA? ¡PIENSA CEREBRO! O...
¡DESMAYARSE! ¡SÍ, ESTÁ BIEN, INTENTEMOS DESANIMARNOS!
Amity tardó diez segundos en contener la respiración, sucumbiendo a la diatriba de su cerebro y al plan de intervención, cuando el siguiente movimiento de Luz la obligó a perder todo el aire.
"Yo también..." el humano se sonrojó, mirando hacia arriba y hacia otro lado.
ESTOY MUERTO. ESTOY MUERTO... ¡ME MERO, ESTOY MUERTO! La mente de Amity corría a mil millas por hora hasta el punto de que estaba segura de que debía haber vapor saliendo de sus oídos.
Mientras tanto, para Luz la noche podría estar apenas comenzando. Cuando quedó claro que la bruja ya había tomado toda la iniciativa que iba a tomar, Luz se empujó a por lo menos encontrarla donde estaba. Cabeza vacía, sin pensamientos; solo una simple afirmación y sin idea de a dónde la llevaría...
