𝗨𝗡𝗜𝗖𝗢

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- Jeonggukie. - Llamó el pequeño Jimin.

El mencionado emitió un sonido dando a entender que lo escuchaba.

- ¿Es malo que dos niños se quieran?

- No lo creo, nosotros nos queremos, ¿cierto?

- No lo digo en ese sentido; hablo de dos niños que se amen y quieran ser como nuestros padres.

- No lo sé, mamá me dijo que estaba bien y que debía respetar a todos.

- Papá dijo que eso es de enfermos y que no deberían existir.

- Ou, pero eso no te compete, ¿o si? - Preguntó mirándolo a los ojos.

- Es que, Taemin me dijo que me quería y cuando le conté a papá, me dijo eso.

Jungkook suspiró molesto.

- Agh, ese niño tonto otra vez; Mimi, aléjate de él, ¿si? Es un poco raro; me contaron que le dijo lo mismo a una niña de nuestro grado. - Mintió.

- Pero es lindo, yo le creo.

- ¿Te gusta? - Preguntó incrédulo.

- Me cae bien.

Jungkook volvió a recostarse y se quedaron un momento en silencio.

- Minnie, ¿tú me quieres?

- Por supuesto que sí, Kookie. - Lo miro a los ojos.

- ¿Más que a Taemin? - Preguntó inseguro.

- ¿Por qué me preguntas eso?

- Solo responde, por favor.

- Claro que sí, eres mi mejor amigo.

Jungkook estaba desanimado, él no quería que Jimin lo considerara solo su mejor amigo.

- ¿Has visto eso que hacen nuestros padres?

Jimin negó sin entender a lo que se refería Jungkook.

- Cuando se besan, creo que eso hacen.

- ¡Claro, lo recuerdo! Mamá dice que eso solo se hace con alguien que yo quiera mucho. - Miro a una dirección no exacta, recordando lo que le había dicho su madre.

- Exacto, eso es. - Sonrío

- ¿Que sucede con eso, Kook?

- ¿Tú crees que nosotros podamos intentarlo?

Jimin tapó con sus dos manos su boca, mostrándose sorprendido.

- ¿Jungkookie quiere besarme? - Intentó ocultar la sonrisa que se quería asomar en su rostro.

- ¡No! Quise decir que p-probemos para ver como se siente, somos amigos y será menos incómodo. - Se excusó.

- Ou, entiendo. - Rápidamente su sonrisa cambió por una expresión neutra.

Jungkook se acercó tímidamente al más pequeño.

- De acuerdo, creo que debemos acercarnos, ¿no?

- No, ya no quiero. - Se alejo del mayor.

- P-pero, Minnie, me dijiste que sí. - Respondió desilusionado.

- Sabes, hay una niña que siempre te mira en los recesos, deberías pedírselo a ella, ¿no?

- Pero yo quiero besitos tuyos. - Sus mejillas se tornaron de un color carmesí.

- Déjame pensarlo. - Actuó como si tuviera que decidir una decisión muy importante. - De acuerdo, pero solo uno.

- ¡Sí, sí, genial! - Aplaudió contento.

- ¿Pero eso como se hace?

-Supongo que tenemos que juntar nuestros labios y quedarnos quietos, ¿no?

- Mm, suena sencillo, ¡hagámoslo!

Cuando estaban acercándose, Jungkook se percató de algo.

- ¡Mimi, tienes saliva en tu labio!

- Ou, ¿yo? - Pasó sus manos desesperadamente por su rostro intentando quitar aquel resto de saliva que se había colado por sus mejillas.

- Espera, tranquilo, déjame quitarlo.

Jungkook se acercó al menor mientras arremangaba su manga en su mano.

Inconscientemente asomó su lengua por reflejo de concentración mientras limpiaba al menor.

- Y...¡ya esta!

- Kookie, ¡tu manga esta sucia! Déjame limpiarla.

- Esta bien, Mimi, se lava. - Sonrío.

Jimin bajo su mirada tímido.

- Muchas gracias, Jeonggukie, eres mi héroe.

- ¡Eso, eso! Soy tu héroe.

- ¡Y el más lindo!

Jungkook asintió orgulloso de si mismo; hasta que volvió a la realidad.

- Uhm, Minnie, ¿ya nos besaremos? - Susurró.

- Oh, ya lo había olvidado.

- ¿No quieres hacerlo?

- ¡Claro que sí! Hagámoslo.

Ambos se acercaron y juntaron lentamente sus labios.

- ¿Ahora que hacemos? - Preguntó entre el beso.

- Mimi, no hables, se siente raro.

Jimin se separó para comenzar a hablar.

-No entiendo, eso no fue romántico como aparecía en la novela.

- Lo siento, no tengo experiencia. - Aparto la vista avergonzado.

- Kookie, tienes olor a galletas. - Comentó Jimin para terminar con el silencio incómodo.

Jungkook miró asustado al menor.

- Oh, no. ¡Mamá olvidó recordarme que debía cepillar mis dientes! - Recordó totalmente avergonzado.

Jimin miraba con ternura los actos del mayor.

- Lo siento tanto, Minnie, seguro ya no querrás besarme. - Lagrimas amenazaban con salir de sus ojos color miel.

- No estes triste, porqué yo también lo estaré. - Dijo para soltar un par de lágrimas y sollozos.

Los dos niños lloraban juntos, no había quien los calmara.

- Minnie. - Llamó cuando su llanto cesó.

- Kookie.

- ¿Ya podemos besarnos?

- ¿No estábamos llorando por tu olor a galletas?

- Pues, sí, pero en vez de llorar podríamos...ya sabes.

- Oki doki, hagámoslo. - Sonrío.

- Creo que mientras nos demos besos, tenemos que cerrar los ojos.

Jimin asintió entendiendo al mayor.

Finalmente sin interrupciones, se acercaron al otro y juntaron sus labios en un beso inocente.

No hacían ningún tipo de movimiento, solo pensaban en lo lindo que era sentir y tener al contrario cerca.

Cuando se separaron, se miraron por un instante hasta que el mayor habló.

- Oh, Mimi, amo tus labios. - Confesó sin vergüenza.

- Yo también, Kookie, me gusta su sabor. - Sonrío.

- Eres el niño más lindo del universo.

Jimin miro confuso al mayor.

- ¿Esto que hacemos esta bien, Jungkookie?

- No lo sé, pero no me arrepiento.

- Tampoco yo, pero me da miedo lo que puedan decir de nosotros. - Miro con preocupación al mayor.

- Eso da igual, después de todo, nos queremos, ¿no?

little  love        ෆ       kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora