Capítulo 21: Guerra

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    <<Yo no soy amigo de omegas>>

Dakota no dejaba de darle vueltas a esa solo frase que dijo su amigo hace no más de una hora. Y no importaba cuanto  lo pensara, siempre llegaba a la misma conclusión. _ Definitivamente a perdido la cabeza. _ dijo para sí misma antes de enfocar su atención en las notas que tenía frente a su escritorio. Cada una de ellas tenía una foto y una dirección. Y todas eran de lugares donde se habían vendido a los omegas. Pasó mucho tiempo mirándolas e intentando encontrar un patrón, pero nada venía a su mente. Suspiró. Miró ahora al único portarretratos que tenía en su escritorio en el departamento de policía. En ella aparecía sus dos mejores amigos y ella haciendo el tonto en la playa. Héctor estaba riendo porque había cabado un pequeño pozo en la arena y la había puesto una manta encima e hizo que Max caminara por ella. Él se sujetaba el estómago mientras reía mirando hacia la cámara. Ella estaba a su lado riendo, pero mirando detrás suyo, porque estaba un Max muy molesto con un balde de agua helada a punto de mojar a Héctor en venganza. Todo eso capturado en una sola foto que sacó otro de sus amigos que los acompañó ese día. Ella sonrió y soportó una presión en su pecho por la nostalgia. Esa foto era la última que se habían tomado juntos antes de que secuestraran a Max. Dakota se sacudió esos sentimientos y se concentró en descubrir la base donde operaban, o por lo menos, una de las tantas que usaban para vender omegas. No sé rendiría hasta descubrir al responsable y hacerlo pagar. Así que continuó investigando a escondidas de su jefe de departamento y de sus compañeros.

Vlad Masters se concentró en reunir a sus hombres más leales y traerlos a Estados Unidos con pasaportes falsos. Y una vez estos llegarán, mandaría a matar a Ileana Masters. Claro que antes la torturaria para su propio deleite, para luego asumir su lugar a la cabeza de la organización que siempre debió ser suyo. Pasó las semanas siguientes comprando todo tipo de armas y elaborando un plan para cumplir con su objetivo. Esto le llevó bastante tiempo por lo que ya no pasaba tiempo con su hijo, dejaba que la niñera y Vanessa se encargaran de él. En algún punto del camino, recordó a Max y que él todo este tiempo había vivido en Estados Unidos y quiso verlo. No lo convencería de unirse a él, pero al menos le explicaría porqué dejó de responder sus cartas. Se dispuso a ir a la dirección que recordaba le dijo que era donde se quedaba con su novio, pero cuando llegó, esta estaba cerrada. Miró a través de las ventanas, pero todo estaba oscuro. Pensó en forzar la cerradura, pero una anciana le dijo que no estaba el dueño de casa, que estaba en el hospital porque fue asaltado. Vlad se preocupó y preguntó si era Max quien estaba en el hospital, pero la anciana dijo que su pareja, y con pesar agregó, que el joven Maxi, como lo llamó ella, había desaparecido hace años y que lo sentía mucho. Vlad se quedó sin aire ante la noticia. Su corazón comenzó a latir muy rápido y su sien comenzó a doler. Se sentía mareado y sin aire. Su hermano, su amigo, desaparecido. No. No iba a aceptar algo así. Investigó sobre su desaparición en el departamento de policía donde trabajaba Dakota, que dicho sea de paso no se encontraba allí, y descubrió que era una posible víctima del tráfico de omegas que hace poco se había descubierto de su existencia. La ira que sintió recorrer su cuerpo fue similar a la que sintió cuando recordó como habían dejado a su amante. Pero fue cuando recordó como había quedado su cuerpo, completamente irreconocible debido a las quemaduras, que hizo la conexión con la organización y su modos operandi. Daniel también había sido secuestrado por los traficantes de omegas y estaba vivo. Daniel estaba vivo. Vlad se quedó sin aire y tuvo que salir del departamento de policía porque cualquiera que lo viera pensaría que le estaba por dar un ataque. Y tal vez era cierto. Se sujetó el pecho con ambas manos mientras trataba en soportar el remolino de sentimientos que lo estaban sofocando. Por un lado estaba feliz al saber que tanto Max como Daniel aún seguían con vida. Pero por otro lado, la ira de saber que los estaban prostistuyendo para satisfacer a los alfas más asquerosos y depravados de todo el país, terminó con acabar con esa felicidad. La ira lo cegó hasta al punto de nublar su juicio por completo. Subió a su auto y condujo a la casa de sus "padres", y una vez frente a la casa, tomó el arma que compró recientemente, y entró forzando la entrada dándole un disparó a la cerradura. Entró aterrando al ama de llaves y una vez estuvo en la sala donde estaban el Sr. Y la Sra. Masters y su hija, caminó hasta la mujer y le apuntó a la cabeza, sorprendiendo al hombre y a su hija por igual, pero no a la mujer quien solo lo miraba con frialdad.

Defectuoso (Vlad x Danny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora