Halloween Special ©

🥀:LEE MINHO X JISUNG

Cementerio

30 de octubre.

Ambos amigos se miraban fijamente con la respiración agitada, miradas que tenían miles de emociones y palabras atrapadas. El calor en sus cuerpos y el sonido de sus corazones latiendo a mil.

—Minho, esto es raro.— chilló Jisung observando todo a su alrededor.

El castaño solo miraba ese pequeño espacio con tranquilidad ignorando a su amigo que estaba cagadisimo. Para relajarlo un poco MinHo subió su mano hasta las sudadas mejillas.

Llevaban más de una hora metidos en aquella apretada habitación esperando a que la gente del funeral se fuera para poder entrar al Capitolio del muerto.

Porque si, ambos estaban a las siete de la noche en una exploración urbana fallida. Y la verdad es que Jisung quería entrar cuando no hubiese nadie o si acaso en la mañana cuando hay luz solar, pero MinHo le rogó porque anhelaba ese miedo de entrar en un lugar desconocido y sentir el miedo en su nuca.

Todos unos polos opuestos.

Lastimosamente llegaron en pleno funeral, estaban enterrando a alguien pero antes de ello, sacaban una tumba antigua o eso fue lo que ellos dedujeron.

Ya después de varios minutos MinHo se asomó alumbrando brevemente con la linterna de su celular, hacia frío afuera así que aquella exploración sería rápida, MinHo se preocupaba por las defensas bajas de Jisung y que su mamá no lo fuera a matar por no llegar temprano a casa. El sumido silencio en el cementerio crespo los pelos de Jisung, tiritando más que todo por el frio que se reflejaba en humo al salir de su boca y las manos de MinHo no ayudaban demasiado, estaban demasiado frías y olían a cigarro.

Sus brazos se aferraban al abrigo de MinHo, no solo por el hecho de que no sentía su cuerpo sino solo sus nervios por la ola de frialdad, es que vamos, están en un cementerio con poco iluminación solo para ver un Capitolio abierto.

Bueno, por lo menos debían hacer una locura en su vida.

—Debimos invitar a Bangchan.— susurró Jisung en el hombro de MinHo quien solo emitió un "hm".— A el le gustan este tipo de cosas.

—Yo te invite a ti.

Minho no lo vio, pero Han cargaba un puchero, sin embargos ya sus labios a este punto están morados.

Al llegar al jodido Capitolio, MinHo tiro su teléfono a Jisung para poder abrir el pequeño portón, claro que la puerta  chirrio por lo viejo y oxidado del metal. Ya dentro de este Jisung no pude evitar llevar su mano a la boca para no vomitar.

—Mierda, huele a muerto.— MinHo también tapo su nariz, y volteó a ver Jisung quien lo miraba incrédulo por sus palabras.—Mal chiste.

Recorrieron un poco, tomaron varias fotos y se acercaron al lugar donde estaba el cuerpo, claro que no tocaron nada por miedo, pero si grabaron.

Solo qué, cuando iban a irse el portón no abría.

Minho tiro de él, pero nada sucedía, ni para adentro ni para afuera. Claramente no le diría a Jisung “Han. Estamos atrapados porque se trabó la puerta y aquí nos quedaremos oliendo a muerto”

Así que se quedó quieto haciendo como si grabará y disimulaba tocar la puerta para buscar como abrirla sin que el de mejillas se diera cuenta.

—Fue divertido pero,— fue encaminando hasta la puerta, hasta que MinHo tomo su muñeca y lo atrajo hacia el.—¿Que?

—Lo que pase en este Capitolio,— fue empujando a Jisung hasta la pared, quedando completamente acorralado.— se queda en el Capitolio.

Los labios de MinHo atacaron el cuello de Jisung ferozmente, haciendo que este jadeara por su lengua caliente en su cuerpo frío.

—¡Oye!— susurró, tomando con fuerza los hombros de MinHo para intentar separalo aunque fue en vano.—Lee MinHo, hay un cuerpo frente a nosotros.

El castaño solo río y siguió con su labor, no era su escenario favorito y mucho menos es la oscuridad aspirando un olor a muerto en una situación estresante.

De manera rápida Jisung se dejó llevar, agachándose frente a MinHo y empezando aquella labor de satisfacerlo, porque aunque eran amigos, eran amigos con cierto derecho.

Sin decir que parecían novios.

Los jadeos, y varias gotas de sudor de MinHo caían en su frente, hasta que esté acabo en su boca y Minho tomo la labor de manosearlo. Sus lenguas y el calor que emanan de sus cuerpos hicieron que su frío corporal desapeciera.

Pese a aquel momento caliente y extraño, una risa los puso fríos a ambos quienes acomodaron sus prendas y Minho mandando a la mierda la idea de no estresar a Jisung pateó la puerta y salieron corriendo de camino a la casa de MinHo.

Al llegar en las fotos no había nada raro, de hecho estaban tan asustados que no pudieron pegar un ojo esa noche y mucho menos mencionar el acto indebido en un Capitolio.

Pero lo dicho por su madre en la mañana los dejo frío.

—¿Escucharon la noticia?— su mamá servía el desayuno con tranquilidad y ambos estaban sumidos en sus celulares.— ayer se robaron un cuerpo del Capitolio de oro, y se lo violaron afuera de este.

Osea que la puerta no estaba cerrada.

Ellos la cerraron.

Y esa risa fue de uno de ellos.

—Bueno, por lo menos el segundo cuerpo si se quedó ahí.

—¿Segundo?— pregunto MinHo con la frente fría.

—Si cariño, hay dos tumbas.

Y Minho casi se desmaya al recordar aquella mesa en donde apoyo sus brazos cuando Jisung le estaba haciendo un oral.

—Esa es del padre, se puede ver el cadáver completo.

Lindo.

Hicieron cosas sucias, con un cadáver mirándolos.

Definitivamente MinHo no lo iba a olvidar.