La mañana siguiente fue incómoda. Vegetta recordó el sexo y la declaración que vino después y se sintió avergonzado y aturdido. Solo pronunció monosílabos mientras se vestían para el desayuno y no prestó ninguna atención a sus alrededores hasta que una mano le detuvo mientras llevaba su bandeja a una mesa.
Miró abajo a la mesa para ver a Perxitaa interrumpiendo su camino. Por supuesto, pensó, ya que los colegas de Auron no iban a desvanecerse simplemente.
— Tienes que responder por Auron, lo sabes, ¿verdad? —Exigió el reo.
Vegetta lo miró fijamente, con tranquilidad, sin contestar.
— Y espero que vigiles un poco a ese novio tuyo, también. —Perxitaa sonrió abiertamente y el resto de sus cohortes cacarearon.
El rostro de Vegetta se puso aún más seria.
— Puedes hacerme lo que quieras. —Dijo en un tono mortífero. — Si lo tocas, te arrancaré el corazón y me lo comeré.
Perxitaa sonrió con satisfacción.
— Promesas, promesas. —Apartó la mano para que Vegetta pudiera pasar.
Vegetta se sentó al lado de Lolito con su bandeja y trató de no mirar a Quackity cuando se sentó frente a él. Esto tenía que parar. Iban a usar al niño para sacarlo de su zona de confort y no lo podía aguantar. Tenía que terminar con Quackity y asegurarse que cada uno supieran que habían acabado su relación, que creyeran que él no se preocuparía si vivía o no.
Tenía que protegerle a toda costa, aun si significaba, además, que rompería su corazón.
(...)
Vegetta eligió la lavandería para comenzar una pelea después de estar evitando a Quackity desde el desayuno.
La puerta estaba abierta y fuera en la zona de recreo, Perxitaa y sus amigos estaban sentados jugando a las cartas. Apretó sus ojos cerrándolos y se preparó cuando sintió una mano en su hombro y una voz suave diciendo su nombre.
— No lo hagas. —Dijo, encogiéndose de hombros y apartándose.
— ¿Qué está mal? —La cara del chico era de pena, sus cejas se juntaron en un ceño fruncido cuando él se volvió para mirarlo.
Puso una cuidadosa expresión neutra en su cara y le lanzó a Quackity su ensayado discurso.
— Me siento mejor desde que tuvimos lo de anoche. Solo tenía que soltar la tensión. No quiero que creas que es el principio de algo, porque no lo es. No soy maricón y no te tocaré de nuevo.
Los labios de Quackity se unieron en una línea delgada.
— ¿Cuánto tiempo más vas a continuar negando lo que hay entre nosotros? Cada vez que me tocas, te asalta el pinche sentimiento de culpabilidad y luego regresas a mi puta cama tan rápido como puedes. No me lo trago. Sé cómo te sientes conmigo. Lo siento en tu cuerpo cuando te beso.
Vegetta negó con la cabeza.
— No doy una mierda por ti. Me gusta esto cuando estas chupándome la polla o cuando tienes las piernas abiertas, pero podría haber sido cualquiera. Me follaría a cualquiera en este momento. Jodería probablemente a Doblas si se inclinara para mí. No eres nada especial, no creas que lo eres.
La angustia en la cara de Quackity rompió el corazón de Vegetta. Los ojos de su compañero de celda brillaban a causa de las lágrimas y se puso rojo de furia.
— ¡No mientas, cabrón! —Gritó, empujando a Vegetta hacia atrás contra las lavadoras.
Sobre su hombro, Perxitaa y compañía habían sido atraídos por los gritos de Quackity y miraban ahora atentamente. Haciéndose el duro, Vegetta apartó al menor.
— Aparta tus malditas manos de mí. —Dijo enfurecido. — Ya te lo dije, colega, no me interesa nada de lo que me puedas ofrecer.
— ¡Hijo de puta! —Escupió Quackity, balanceando su puño.
Vegetta lo esquivó y golpeó al chico en el estómago, girándolo y haciéndole tambalearse hacia atrás. Siguió agarrando a su compañero de celda colocándole el brazo sobre su espalda y golpeándolo en las costillas. Quackity se agitó contra él, golpeándole, alcanzando a Vegetta en todas partes que podía llegar, con rabia intensa detrás de cada impacto. Los dos se estrellaron contra el suelo, siguiendo su lucha allí, antes de que sonaran ruidos de pasos corriendo. Dos guardias entraron en la habitación donde arrastraron a Vegetta lejos, y uno de ellos acabó por aporrear su espalda.
De pie, con los brazos fijados a su espalda, lo escoltaron hacia la salida. Echó un último vistazo a Quackity que yacía en el suelo con sangre en la boca, y odio en sus ojos. Mientras salía de la habitación, vio que había hecho bien su trabajo y había conseguido la atención de Perxitaa y de sus amigos.
Tal vez, ahora no molestarían a Quackity mientras Vegetta estaba lejos.
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ANĐ SØ IS ŁØVE [V&Q]
Teen FictionDonde Vegetta reclama a Quackity para protegerlo de los presidiarios. -ˋˏ✄┈┈┈┈┈┈┈┈┈ AVISO ⚠ ¦ Esta obra es una adaptación, todos los derechos a su autor. ⚠ ¦ Lenguaje explícito, muerte de personajes, abuso. ⚠ ¦ Esta historia no transcurre en Karmala...