Supremo Infernal

Capítulo 1: Destinos

       Dos personas se encuentran enfrentadas. Una de ellas es una mujer, la otra persona, es el hombre que ella ama. Por su mente, cruza una analogía que la confunde:

     "Los pensamientos más comunes de la mente humana son: ambicionar, destacar y destruir.   Tal vez esas son racionalidades de las que no puedo hacer un análisis más profundo ahora mismo, pues...
    Hoy estás frente a mi, te apunto con un arma de alto calibre, de esos que destrozan la carne cuando penetran en ella. Estoy a nada de ejecutarte.. pero, tus ojos color fuego intenso, con ellos me observas y en mi interior, lo poco que construí para mi en este tiempo, se desmorona con lentitud y al mismo tiempo, con rapidez.

  Mis deseos de acabar con aquellos que hicieron de mi, este ser tan detestable, mengua de manera impredecible, ante tu mirada, que todo lo expresa...o tal vez, sea yo, quien así puede leerlo, en ti"...¿Qué demonios haré?

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 Hace aproximadamente, quince años atrás...

  En la ciudad de Buenos Aires, bajo un clima de lluvia torrencial, una chica de unos 14 años de edad, intenta regresar a su hogar, luego de una salida con sus amigas del instituto donde estudian con regularidad.

  Su madre había dado permiso para que saliera este día, con la única condición de regresar a la casa, para las nueve de la noche. La libertad que esta madre da a su hija, no siempre es tan ilimitada.

  Con su celular en mano, Malíka, una jovencita de largos cabellos rojos, ojos color amatista y mirada entristecida. De un metro cincuenta y seis cm de altura, su figura es torneada y aparenta más edad de la que posee. La adolescente se dispone a enviar un mensaje de texto a su madre, quien aguarda con paciencia en su casa, la llegada inminente de su pequeña reina.

  En un momento dado, la joven es abordada por tres sujetos, de aspecto pandillero, quienes insinúan, entre ellos, lo bella que es la "mujer" frente a sus lujuriosos ojos.

  Creyendo que se trata de una mujer adulta, la invitan a beber unos tragos a un lugar cerca de la zona, para entablar algún tipo de conversación y quizás algo más.

  Malíka, se niega ante la invitación de esos hombres. Rechazando la propuesta, intenta alejarse de ellos retrocediendo y girando sobre sí misma, pero uno de los hombres, de rubios cabellos, ojos color cielo y mirada dulce. Piel tersa, con una escasa barba que a penas cubre su mentón. De unos ciento ochenta centímetros de altura, melena que le llega hasta los hombros, posee un pequeño rodete que le da un estilo rebelde a su aspecto. Éste sujeto, bloqueando el paso a la muchacha, comenta:

__¡Oye!¿Te iras tan pronto? ¡La fiesta aún no ha comenzado!__

  Otro de los hombres, de unos ciento setenta y cinco centímetros de altura, tez morena, ojos marrones y de expresión sobresaltada (ojos saltónes). Cabello ondulado corto, castaño oscuro con un mechón en forma de rulo pegado a su frente.
  Con un cigarro en la boca, observa lascivamente, la figura de la joven desde sus rojos cabellos hasta las piernas bien definidas y dice:

__¡Oye, Marcos! ¿No crees que ésta preciosura, esta para el "crimen"?__ dirigiendo esas palabras al tercer hombre.

  Marcos, de aspecto callado, de unos ciento setenta centímetros de altura, cabello negro, los mismos están desmechados cubriendo sus orejas y la frente. De ojos color negro y opacos casi sin brillo en ellos. Posee una espera barba algo abundante y su figura es poco atlética.

  El tipo se acerca y comienza a manosear a la joven en sus partes pudendas, haciendo que la adolescente se sintiese incómoda ante esa situación, retrocediendo, pero los tres hombres la rodean por completo, impidiendo que huya.